El Congreso de los Diputados ha aprobado la creación de una medalla para condecorar a aquellas personas que reúnan “méritos excepcionales desde el punto de vista del Parlamento”, una distinción con la que la Cámara Baja quiere reconocer a personas vinculadas a la institución o que “hubieran realizado actividades relevantes” para ella, o bien que cumplan valores y principios propios del parlamentarismo. Las primeras, según fuentes parlamentarias, se entregarán a los expresidentes y expresidentas del Congreso.
La Mesa de la Cámara acordó crear esta condecoración en una reunión del pasado 7 de marzo, según consta en el Boletín Oficial, después de comprobar “la conveniencia” de que el Congreso contase con una distinción o condecoración de este tipo. La medalla consistirá en un disco de esmalte de 30 milímetros de diámetro. En el anverso figurará el escudo del Congreso y la leyenda “Medalla. Congreso de los Diputados” e irá prendida de una cinta con los colores de la bandera española.
Aunque según el texto que figura en el boletín publicado este viernes la insignia servirá para “reconocer los méritos excepcionales” de las personas “vinculadas a la Cámara o que hubieran realizado actividades relevantes al servicio de la misma o de los valores y principios del parlamentarismo”, los criterios para definir estos méritos los definirá la Mesa del Congreso. Así consta en el reglamento, que estipula algunos aspectos, como que las peticiones no podrán realizarlas, por ejemplo, los interesados. El reglamento estipula que en la primera sesión de la Mesa del Congreso se conceda una medalla a la Presidencia saliente, que ahora ostenta Meritxell Batet.
“La Medalla del Congreso de los Diputados se concederá por la Mesa, previa la tramitación de un expediente en el que se recojan los méritos y circunstancias que concurren en la candidatura propuesta, así como, en su caso, los documentos e informes que se consideren oportunos”, define el reglamento, que añade que los expedientes de concesión podrán iniciarse a “instancias de la Presidencia o de la Mesa”.
En la norma también vienen predefinidas algunas cuestiones como que la primera medalla se entregará a la “Presidencia saliente”. Así consta en el artículo 3 del reglamento: “La Mesa del Congreso de los Diputados concederá en su primera sesión la Medalla a la Presidencia saliente”. También se entregará la medalla a todos los expresidentes de la Cámara. A partir de ahí, solo se podrán conceder un máximo de 50 de estas condecoraciones, “a personas físicas o jurídicas, públicas o privadas, de nacionalidad española extranjera”, aunque en este último caso se requerirá un informe del embajador del país en cuestión. “También podrán concederse a título póstumo”, sostiene el texto.
Ausencia de distinciones previas en el Congreso
El Congreso justifica la creación de esta medalla en la ausencia hasta ahora de una distinción así en la Cámara Baja. El texto argumenta que solo existen distinciones o reconocimientos “en el ámbito de las relaciones institucionales e interparlamentarias, en el que es usual el intercambio de obsequios, regalos o medallas de carácter protocolario” pero que en ningún caso son “una condecoración en sentido estricto”, ya que estos presentes no van asociados a un “juicio de valor” sobre los “méritos contraídos por las personas que las reciben”.
Por otro lado, recuerda el Congreso, la Mesa concede algunos premios y ha solicitado al Gobierno en numerosas ocasiones la concesión de condecoraciones específicas a los miembros de las Mesas de Legislaturas anteriores o a determinadas personalidades. “Con las presentes normas se pretende la creación de una Medalla que constituya, en sentido estricto, una condecoración propia del Congreso de los Diputados para aquellos casos en que se quiera hacer un reconocimiento explícito por parte de la Cámara de los méritos contraídos por algunas personas físicas o jurídicas con la institución parlamentaria”, reza el texto.
Más allá, en el ámbito parlamentario existen unas medallas similares, las Medallas de Oro de las Cortes Generales que otorgan respectivamente el Senado y el Congreso en reconocimiento a personas que hayan realizado actuaciones o servicios considerados meritorios.