Desde el gallinero. Así vivirá Pedro Sánchez la celebración de los 40 años de democracia, prevista para la próxima semana en el Congreso. El líder del PSOE no podrá sentarse en los escaños reservados para diputados y senadores al carecer de la condición de parlamentario. Fuentes del Congreso, consultadas por eldiario.es, aseguran que el equipo de Sánchez ha realizado una consulta sobre el protocolo previsto para un acto en el que está previsto un discurso del rey y otro de la presidenta de la Cámara.
El plan previsto por Zarzuela y el Congreso es otorgar a Sánchez la condición de líder de la oposición en el turno de saludos que el rey irá encadenando tras su llegada al Palacio de Las Cortes.
Felipe VI será recibido por los cinco presidentes en la cúspide del protocolo: Gobierno, Congreso, Senado, Constitucional y Supremo. Una vez dentro del edificio, el rey saludará a los integrantes de las mesas de Congreso y Senado, a los miembros del Gobierno y, por último, a los portavoces de los partidos políticos.
Pedro Sánchez será el primero de esa última ronda de saludos y en ella se le reconocerá por primera vez su condición de líder de la oposición. Finalizada esa parte del protocolo, el líder socialista tendrá que subir a la tribuna de invitados, mientras el resto ocupa sus escaños. En esa tribuna, Sánchez estará acompañado por los presidentes del Supremo y del Constitucional.
Unos metros más abajo, en el hemiciclo, parlamentarios y senadores tendrán que estrechar espacios para hacer hueco a los más de 60 exdiputados de la legislatura constituyente que han confirmado su asistencia en el acto que celebra el inicio de la democracia. En total, el Congreso prevé que tendrá que ubicar a unas 600 personas donde habitualmente hay solo 350 escaños.
Sin derecho a despacho
La dimisión presentada por Pedro Sánchez antes de la investidura de Rajoy se está convirtiendo en una de las principales cuestiones que el equipo del líder socialista pretende solventar tras su vuelta a la secretaría general. Sánchez no puede usar el despacho reservado al líder de la oposición. Así lo aseguran fuentes del Congreso: “No es diputado. Dejarle usar ese despacho bordearía el delito de malversación”.
El secretario general del PSOE quiere incrementar su presencia en el Congreso con la dificultad de que muchos territorios le están vedados. Además de no poder usar el despacho mencionado, tampoco puede hacer uso de las salas reservadas para las ruedas de prensa que los parlamentarios pueden convocar en cualquier momento.
Las reuniones del grupo parlamentario socialista son el único espacio donde puede encontrar atención mediática con el Congreso como escenario. Este martes fue la primera vez que el líder socialista aprovechó esa reunión para convocar a la prensa y llevarse los titulares.
Sánchez quiere hacer del Congreso el centro de operaciones en el nuevo escenario de negociaciones que pretende abrir con Podemos y Ciudadanos con la complicada pretensión de tumbar a Mariano Rajoy. El propio Albert Rivera ya se lo ha recriminado: “Renunció a estar en el Parlamento. Nosotros sí estamos. Le pido a Pedro Sánchez que nos deje trabajar”.