El Congreso ha frenado este martes una iniciativa que buscaba regular los llamados beneficios caídos del cielo de la banca, los márgenes extraordinarios que ha recibido el sector a raíz del encarecimiento de los tipos de interés por la política del Banco Central Europeo. Los cinco mayores grupos del país cerraron 2023 con beneficios de más de 26.000 millones de euros, un 27% más que el ejercicio anterior. La iniciativa, impulsada por Podemos, pretendía gravar un 75% esos excedentes.
PSOE, PNV, PP y Vox han tumbado con sus votos la toma en consideración del texto, que sí ha obtenido el apoyo de las fuerzas de izquierda del Congreso. Junts se ha abstenido. En total, 241 diputados han votado en contra, siete se han abstenido y solo 41 ha votado a favor.
La norma redactada por el partido de Ione Belarra pretendía gravar un 75% “sobre los márgenes de intereses y comisiones que se sitúen por encima del margen de 2022”. El impuesto, dice la proposición de ley, pretende recaudar los fondos extraordinarios obtenidos por los bancos “por el aumento de tipos desde el segundo trimestre de 2022”. También propone duplicar para el sector bancario el gravamen de casi el 5% que ya aprobó el Congreso en 2022 para las entidades de crédito y las energéticas.
“El impuesto cumple los objetivos de efectividad y capacidad de pago, pues es fácil de recaudar dada la información ya existente y la aplicación del impuesto en el año 2023, y no es confiscatorio en tanto que solo grava los márgenes excesivos y temporales más allá de lo que se había obtenido en la actividad en años anteriores”, defiende el partido en la exposición de motivos del texto.
La norma de Podemos planteaba además crear con esos recursos “un fondo extraordinario para la construcción de vivienda pública en régimen de alquiler social temporal y de emergencia en zonas tensionadas” para personas vulnerables “en lista de espera para el acceso a una vivienda de protección oficial”.
Belarra: “La banca ha estafado a los españoles”
“Los bancos ganaron en 2023 más que nunca a costa de subirle 100, 200 o 300 euros al mes la hipoteca a miles de familias”, ha protestado la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, desde la tribuna del Congreso, donde ha defendido la iniciativa este martes. “¿Para qué quieren tanto dinero?”, se ha preguntado en un encendido discurso. “¿Para comprar un yate con helipuerto y una piscina como ha hecho Amancio Ortega? ¿Para montarle una empresa a su hijo meritocrático?”, ha dicho.
La diputada ha calificado los beneficios de las empresas bancarias como un “robo a mano armada”. “Esos 100 y 200 euros al mes salen del dinero de una familia que tiene a su hija de cajera en el Lidl y no llega a fin de mes”, ha dicho entre las quejas de la bancada de la derecha, a los que ha llamado “lamebotas del poder”. “La gran banca española ha vuelto a estafar a los españoles y a las españolas ganando más que nunca mientras nuestra gente tenía que vivir mucho peor que hace dos años”, ha dicho.
La líder de Podemos también ha criticado al Gobierno por no hacer nada para impedir estos beneficios. Y ha cargado contra la exministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño. “Quien se ha llevado el premio es la señora Calviño, que ha acabado dirigiendo el Banco Europeo de Inversiones después de decirnos que ‘no’ a duplicar el impuesto a la banca. El BEI que iba a ser el banco verde y ahora será un banco de la guerra”, ha dicho.
Belarra había pedido el voto a su iniciativa para devolver los beneficios extraordinarios de la banca a la ciudadanía y ha puesto varios ejemplos. “Con los 845 millones de euros que ganó Bankinter en beneficios solo en el año 2023, podríamos pagarle la luz a un millón de personas durante todo un año”, ha ejemplificado.
“Con los dividendos que repartió CaixaBank en el año 2023, le podríamos pagar la cesta de la compra a 3 millones de españoles y españolas. Con los cerca de 8.000 millones de euros de beneficios del BBVA se podría financiar todo el presupuesto de educación de la Comunidad de Madrid, que buena falta le hace, sobre todo a la pública. Y solo con los dividendos que se repartió el Banco Santander, en el año 2023 se podrían financiar hasta diez veces más plazas públicas de educación infantil de las que tenemos ahora”, ha enumerado.
El PSOE vota en contra
El PSOE ha respondido a las críticas de Belarra en su equiparación con el PP. “Cómo vamos a ser los mismos los que hemos dedicado ingentes cantidades a rescatar a las personas frente a quienes dedicaron 60.000 millones de euros a rescatar a la banca”, ha replicado el diputado socialista, Pedro Casares.
En su intervención, no ha entrado en el fondo de la ley y ha dedicado buena parte de su discurso a defender la gestión económica del Gobierno y a criticar a la oposición por no abordar la situación de la economía en los debates parlamentarios.
“Vamos a redistribuir la riqueza como hemos hecho porque hace este país mejor. Al Grupo Socialista no le va a temblar el pulso para tomar decisiones valientes, lo hicimos con el gravamen a la banca, cuando decidimos prorrogarlo en 2024 y lo haremos en el futuro y por eso dentro del acuerdo de Gobierno está revisar los gravámenes”, ha dicho. Aunque no ha defendido su voto en contra.
El PNV sí ha argumentado su negativa, que ha centrado en la invasión competencial que implica el redactado de la norma de Podemos. Pero también ha criticado a la formación que no plantee este debate a través de las enmiendas al proyecto de ley que se discute ya en la Cámara Baja a partir del decreto de medidas anticrisis que el Gobierno aprobó a finales del año pasado.
“No se debería legislar a golpe de márketing”, ha criticado la diputada jeltzale Idoia Sagastizabal. “No cuestionamos la existencia de beneficios ni que se tengan que tributar en un momento dado, sino la forma gravarlos. Es un ataque al autogobierno de Euskadi y Navarra”, ha reprochado la portavoz del grupo vasco.
La izquierda apoya la iniciativa
La iniciativa sí ha contado con el apoyo de las fuerzas de izquierda del Congreso. Sumar ha defendido su voto a favor de la ley. “Es una iniciativa tan compartida que estaba en el acuerdo de Gobierno”, ha dicho la portavoz adjunta del grupo plurinacional y diputada de Compromís, Àgueda Micó, que ha criticado a los bancos por haber “robado por encima de nuestras posibilidades”, en referencia a la famosa frase en el marco de la crisis del 2008.
Micó también ha criticado a las empresas bancarias, como BBVA, por haber “contribuido” con esos beneficios a financiar a “empresas implicadas en el genocidio en Gaza”. “No solo tienen recursos para financiar la compra de armamento sino que no respetan las condiciones laborales de sus trabajadores”, ha criticado.
Esquerra Republicana y EH Bildu también han apoyado la toma en consideración al recordar que la banca todavía no ha devuelto el dinero que recibió por parte del Estado durante el rescate al sector con el Gobierno de Mariano Rajoy. “El impuesto temporal debe ser permanente, por lo menos hasta que se resuelva la deuda de 60.600 millones de euros por el rescate bancario”, ha dicho el portavoz de EH Bildu, Oskar Matute. “Hay que aumentar la carga impositiva porque no tienen sentido que las rentas del trabajo sigan cotizando por encima de las del capital”, ha defendido.