Las Cámaras se disuelven pero el Congreso seguirá manteniendo los viajes internacionales que realizan habitualmente los diputados y senadores para asistir a eventos relacionados con su actividad parlamentaria. De hecho, según figura en la página web del Congreso, en el apartado sobre “Actividad Internacional”, en este momento hay programados tres viajes al extranjero: uno a Florencia, que ha tenido lugar el 26 de octubre; otro a México, entre los días 27 y 29 de este mes; y un tercero a Turquía, el 1 de noviembre.
No obstante, a partir de este martes solo podrán viajar dentro o fuera de España -con cargo a los presupuestos- los 103 parlamentarios que son miembros de la Diputación Permanente del Congreso. Todos ellos seguirán manteniendo sus actas y sus sueldos hasta que a mediados de enero comience la nueva legislatura. Los 247 diputados restantes perderán, en cuanto se publique en el BOE la disolución de las Cortes, su condición de parlamentarios y todos sus privilegios. Igual ocurrirá en el Senado.
Por este motivo, el hasta ahora diputado del PSOE, José Ignacio Sánchez Amor, no podrá acudir al viaje programado para el 1 de noviembre a Ankara (Turquía), para ejercer de observador en las elecciones que se celebran en ese país, como miembro de la delegación española en la Asamblea Parlamentaria de la OSCE. Sánchez Amor no es ni vocal ni suplente de este órgano institucional. Fuentes del Congreso no saben aún si será sustituido.
Más suerte ha tenido su compañero de grupo, Álex Sáez Jubero. El socialista sí ha podido viajar a Florencia junto con la senadora del PP, Carlota Ripoll, el lunes, 26 de octubre, justo la víspera de la disolución de las Cámaras. Ambos formaban parte de la Comisión Mixta para la Unión Europea. El motivo del viaje ha sido asistir a la “reunión sobre cooperación euro mediterránea, 20 años después de la Declaración de Barcelona”, según se explica en la web. La clausura del evento estaba prevista para las cinco de la tarde pero al menos Sáez Jubero no regresa a España hasta el día 28, miércoles, según han informado a eldiario.es fuentes cercanas al diputado.
Los que no van a tener ningún problema para desplazarse a México entre el martes, 27, y el jueves, 29, para acudir a la “Cumbre Mundial de la Alianza para el Gobierno Abierto”, son los diputados Javier Barrero, del PSOE, e Ignacio Gil Lázaro, del PP. Los dos son miembros de la Mesa del Congreso y, por tanto, también de la Diputación Permanente.
El verano pasado trajo polémica saber que en pleno julio y agosto -meses en los que, por lo general, no hay actividad parlamentaria-, la Cámara había programado viajes a Chile, Santo Domingo, Irán, Chipre o Luxemburgo, según adelantó en su blog del Huffington Post la periodista Esther Palomera.
El Congreso, desde el pasado mes de febrero, hace públicos los gastos de estos viajes internacionales de los que casi todos los diputados y senadores se han beneficiado alguna vez durante el ejercicio de sus cargos. El Senado, por el contrario, no. Las dos Cámaras en cambio sí desvelan los gastos globales de los desplazamientos que realizan trimestralmente por el territorio nacional sus señorías, que pueden consultarse ahora en el Portal de la Transparencia.
Estos datos comenzaron a subirse a las webs del Congreso y del Senado a primeros de este año después de una fuerte polémica por el secretismo que los rodeaba. El detonante fue el escándalo que provocó el caso del expresidente de Extremadura, José Antonio Monago, que siendo senador iba y venía a Canarias a costa de la Cámara Alta sin justificar el motivo, como es obligatorio. Algunos medios atribuyeron estos viajes a que iba a Tenerife a visitar a una amiga.
Monago defendió que iba para asistir a “actos de partido” y no devolvió el dinero. Desde entonces, todos los grupos parlamentarios estuvieron de acuerdo en que había que hacer más transparentes estas partidas. Y consideraron que, dado los antecedentes, debían controlar también a sus parlamentarios para que no abusaran de este privilegio.
A pesar de que el Congreso ha decidio publicar el coste de la llamada “Actividad Internacional” de sus señorías, los ciudadanos seguirán sin saber cuánto cuesta el desplazamiento de cada diputado y cada senador. El acuerdo alcanzado es limitado puesto que solo se publica el total de los viajes trimestrales, sin desgranar los destinos y los parlamentarios que los realizan. Algunos grupos, como PSOE y UPyD, los revelan motu proprio.