El Tribunal Constitucional ha tumbado la declaración soberanista que el Parlament catalán aprobó en enero de 2013 y que declaraba a Cataluña como “sujeto político y jurídico soberano”. El texto, que fue respaldado por 85 votos (CiU, ERC, ICV y la CUP) y que contó con 41 en contra (PSC, PP y Ciutadans) y dos abstenciones (CUP), fue impugnado por el Gobierno en mayo de 2013 y el Pleno del tribunal lo dejó en suspenso aunque sin entrar en el fondo del asunto.
Este martes, el Pleno del tribunal ha rechazado la declaración por unanimidad ya que considera que el primer apartado es ilegal y que la comunidad autónoma no puede erigirse en sujeto político y jurídico. El tribunal ha estimado parcialmente el recurso de inconstitucionalidad presentado por el Ejecutivo y ha anulado la declaración soberanista en cuanto al derecho a decidir del pueblo catalán.
Aunque finalmente el fallo ha sido unánime, la minoría progresista se inclinaba por considerar que la declaración no tenía valor jurídico sino político y que por ese motivo no debía aceptarse el recurso. Los magistrados de tendencia conservadora preferían la anulación de todo el texto.
El líder de CiU en el Parlamento catalán, Jordi Turull, ha restado credibilidad al TC por ser un “órgano político”, en la primera reacción del partido nacionalista tras la sentencia.
“El TC no es un órgano jurídico; es un órgano político que decora jurídicamente sus resoluciones”, ha afirmado este martes en rueda de prensa, en la que ha preguntado a los magistrados del tribunal qué puede hacer el Parlamento catalán si no tiene capacidad siquiera para pronunciarse sobre las ambiciones de los catalanes.
Ha cargado también contra la composición del alto tribunal, al que ha acusado de tener varios magistrados --el Parlamento catalán no ha llegado a tiempo de recusar a tres de sus jueces-- que actúan como “agitadores de la catalanofobia”.