La Operación Púnica puede provocar un apagón en la localidad de Parla (Madrid, 125.500 habitantes). Iberdrola ha amenazado con cortar el suministro si no recibe los 10 millones que se le adeudan por el suministro de luz. El impago directo es de la empresa Cofely, a quien el consistorio contrató como intermediaria y tiene su origen en el bloqueo de pagos ordenado por el consistorio a las empresas vinculadas con la trama Púnica.
La corrupción ha tenido en Parla un efecto en cadena. Inmediatamente después de que Fraile fuera detenido y Beatriz Arceredillo se hiciera con el bastón de mando, el Ayuntamiento -declarado en bancarrota por tener una deuda que supera los 550 millones de euros- dejó de pagar las facturas correspondientes al contrato que estaba bajo investigación en la Audiencia Nacional. El juez sospecha que detrás de esa adjudicación existieron comisiones o “cohechos” por parte de uno de los cabecillas de la Púnica a “las autoridades o funcionarios” que intervinieron en el proceso.
El PSOE de Madrid que entonces dirigía el exalcalde de Parla, Tomás Gómez, dio la orden de suspender la concesión. Sin embargo, el nuevo equipo de Gobierno decidió no hacerlo porque la rescisión suponía un coste para las menguadas arcas públicas. Arceredillo optó por pagar únicamente las nóminas de los empleados públicos y de los servicios indispensables, como las basuras o la limpieza viaria. El municipio de Parla se financia actualmente solo con los impuestos municipales (como el IBI o la tasa de basuras) ya que el incumplimiento del plan de pagos ha provocado que Hacienda haya cortado el flujo de ingresos.
Al no recibir desde octubre las retribuciones por el contrato público de eficiencia energética, que incluye la gestión del suministro eléctrico y de gas, Cofely ha dejado de pagar a Iberdrola. La compañía eléctrica ha amenazado al consistorio con cortar la luz el próximo 13 de julio en los edificios públicos del municipio, tal y como adelantó el periódico ABC.
Cofely, por su parte, ha dado un ultimátum al consistorio y notificó su intención de suspender el contrato que incluía la gestión del suministro, los servicios energéticos y el mantenimiento de las instalaciones en el centro consumidor de energía integrado por los edificios e inmuebles municipales, alumbrado público y los semáforos de Parla.
Empeño en mantener el contrato
El actual Gobierno local del PP está negociando con Cofely una salida a este problema que pasa por “compromisos de pagos”. Según ha explicado el alcalde, Luis Martínez Hervás, hay un total de 10 millones de euros de deuda sin reconocer y unos 800.000 euros cuyas facturas sí han sido reconocidas por el anterior equipo.
El contrato con Cofely, que inicialmente estaba valorado en 54 millones de euros por la concesión a quince años, se ha ampliado, según fuentes municipales. “Parte de la deuda que se ha generado es por que el plan se modificó por un cambio de ley que hizo que hubiera que cambiar algunos aspectos, como las calderas que ya se habían instalado”, explican esas fuentes. El montante final también ha ascendido porque el Gobierno de Fraile pidió el cambio de un tipo de bombillas que no estaba contemplado inicialmente, según agrega el consistorio.
El regidor Martínez Hervás ha asegurado que no se va a cortar el alumbrado público porque la ley lo impide, sino que la medida que Iberdrola quiere tomar el próximo 13 de julio si no se le abonan los pagos atrasados afectará a la iluminación de los edificios públicos.
El PP ha dejado claro que quiere mantener el contrato con Cofely pese a que esté bajo sospecha en la Audiencia Nacional porque considera que ha supuesto un “ahorro energético” para la ciudad. “Ha disminuido el gasto”, ha expresado Martínez Hervás. Desde el Ayuntamiento destacan que se ha conseguido por la colocación de bombillas LED, cambios de calderas en los centros públicos... Sin embargo, el equipo anterior reprocha que Cofely tomó algunas medidas como la bajada de la temperatura en los colegios en pleno invierno, según las quejas que recibieron de los padres y madres de alumnos.
El PSOE ha dejado de gobernar en Parla por primera vez desde 1979. El contrato con Cofely, que provocó la detención del alcalde y de su jefe de gabinete en octubre de 2014 y las riñas internas de los socialistas en el que fue el bastión de Tomás Gómez han acabado con su hegemonía y les han dejado en cuarta posición.
El PP fue la fuerza más votada el pasado 24 de mayo (obtuvo siete concejales), pero el voto mayoritario se fue a la izquierda, incapaz de llegar a un acuerdo. Mover Parla -la plataforma que encabezó la sucesora de Fraile (a quien el PSOE no quiso como candidata)- quedó en segunda posición (seis concejales), seguida de Cambiemos Parla (también con seis concejales).
Los socialistas bajaron a cinco representantes e IU obtuvo tres. Solo IU apoyó a Arceredillo mientras que PSOE y Cambiemos presentaron a sus candidatos en el pleno de investidura. Como ninguna fuerza logró los catorce votos para alcanzar la mayoría absoluta, el PP se hizo con el poder al ser la fuerza más votada.