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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

El 'wasap' de Cosidó choca con el nuevo Código Ético del PP de Casado

El mensaje de WhatsApp que el portavoz del Senado del PP, Ignacio Cosidó, envió el pasado sábado a un chat de grupo en el que estaban 146 senadores junto con otros cargos del partido y que fue filtrado a la prensa por alguno de ellos choca con el Código Ético (ver PDF) que la dirección de Pablo Casado aprobó en octubre. La normativa prohíbe cualquier tipo de tráfico de influencias a los cargos populares y apunta, en concreto, que “nunca se utilizará el nombre del Partido Popular para influir en el desempeño de actividades públicas o de resoluciones administrativas”.

El dirigente popular presumía en el citado wasap del acuerdo alcanzado la semana pasada con el PSOE para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) porque había permitido al PP “poner” un “presidente excepcional” –en alusión al juez Manuel Marchena– con el que, a su juicio, el partido veía garantizado el control del Tribunal Supremo “desde atrás”. 

El texto literal del wasap de Cosidó es el siguiente: “Ponemos un Presidente excepcional [en alusión a Marchena], que fue vetado por Rubalcaba en 2013, y ahora no. Un presidente gran jurista con muchísima experiencia en el Supremo, que prestigiará el TS y el CGPJ, que falta le hace, y con una capacidad de liderazgo y auctoritas para que las votaciones no sean 11-10 sino próximas al 21-0. Y además controlando la sala segunda desde detrás y presidiendo la sala 61. Ha sido una jugada estupenda que he vivido desde la primera línea”.

En el mensaje –que Cosidó envió a los senadores a través de un chat de grupo que ya ha sido disuelto– el portavoz popular en el Senado se felicita de que el PP haya “puesto” a Marchena como presidente cuando esa atribución solo les corresponde a los vocales del CGPJ que aún no han sido elegidos por el Congreso y el Senado. El wasap estaría, por tanto, insinuando que los populares habrían influido en esos vocales para que eligieran al presidente que le interesaba al partido, vulnerando la normativa interna que impide específicamente esas actitudes.

El Código Ético también prohíbe a los cargos del PP “ejercer cualquier tipo de influencia desde el partido en funcionarios, empleados públicos, cualquier tipo de agente público o autoridad para conseguir cualquier tipo de actuación que pueda generar directa o indirectamente un beneficio económico al Partido Popular o a algún integrante o donante del Partido Popular”. Del mensaje de Cosidó, que habla de “una jugada estupenda”, se deduce que su autor espera sacar provecho de la elección de Marchena.

Ninguna “recompensa de cualquier género”

La normativa apunta, además, que “ninguna persona aceptará ningún trato de favor que implique privilegio o ventaja por su pertenencia o vinculación al Partido Popular” y que “está prohibido solicitar a cualquier tercero, en nombre propio o del Partido, una retribución, pago o recompensa de cualquier género e importe a cambio de influir indebidamente en un funcionario público”.

El wasap difundido por el portavoz popular en la Cámara Alta provocaba un terremoto interno en el PP –Casado afronta un conflicto de lealtad, ya que el mensaje fue difundido y posteriormente filtrado por sus compañeros de filas– y una crisis sin precedentes en la judicatura. Un día después de que se conociera el contenido del mismo Marchena, el magistrado que Gobierno y populares habían pactado para presidir el CGPJ, renunciaba al cargo y a formar parte del nuevo Poder Judicial asegurando que “jamás” había concebido el ejercicio de la función jurisdiccional como “un instrumento al servicio de una u otra opción política para controlar el desenlace de un proceso penal”.

Jueces y fiscales manifestaron además su rechazo a que Gobierno y PP filtraran el nombre de Marchena como presidente antes incluso de que el Congreso y el Senado eligieran a los 20 vocales del CGPJ. La ley que regula el Poder Judicial especifica que estos vocales son los únicos que tienen la potestad de nombrar a su presidente durante el pleno de constitución del órgano de gobierno de los jueces, por lo que el anuncio del nombre de Marchena suponía una clara vulneración del procedimiento y un ataque a la independencia del organismo.

Tras avalar durante una semana el pacto con el Gobierno –que además del nombramiento del conservador Marchena contemplaba la elección de 11 vocales progresistas frente a 8 conservadores– , Casado decidió hacer saltar por los aires el acuerdo en cuanto conoció la renuncia de Marchena, su candidato para liderar el Poder Judicial, con el objetivo de acallar las críticas que surgieron en sus filas por la gestión del pacto con los socialistas.

Un autor desconocido

Solo entonces, el líder del PP retiró las firmas de su grupo del listado de nombres que había presentado de forma conjunta con el PSOE y llegó incluso a cuestionar el procedimiento de elección del CGPJ que él mismo defendió solo unos días atrás presentando una enmienda a la reforma de la Ley del Poder Judicial que se está tramitando en el Senado. Casado quiere ahora volver al sistema de elección judicial “que consagra la Constitución Española”, en el que sean los propios jueces los que propongan una lista de 12 candidatos que deberían ser refrendados luego por el Congreso y el Senado. 

Casado –que desautorizó a su portavoz en el Senado manifestando su “rechazo” explícito al contenido del wasap– y otros dirigentes del partido han recalcado que Cosidó se limitó a reenviar ese mensaje. Es decir, según la teoría del líder popular, el autor original del wasap fue otra persona y no el portavoz del PP en el Senado. Hasta el momento ni Casado ni Cosidó ni ningún otro cargo popular han revelado la identidad de ese supuesto autor.