María Dolores de Cospedal ha reconocido este viernes que algunos de los casos de corrupción paralizaron a la dirección del PP y retrasó la reacción del partido. “Al principio nos parecía imposible que alguna de aquellas cosas nos estuviera pasando a nosotros”, ha admitido ante el plenario del 18 congreso y en el momento de hacer el informe de su gestión como secretaria general de Génova. Como se esperaba, su balance ha sido aprobado por unanimidad.
“En algún caso tardamos en reaccionar. En algunos momentos no fuimos lo ágiles que la sociedad demandaba, pero otros nunca han sido ágiles”, ha dicho sin referirse de forma concreta a ninguno de los múltiples episodios de corrupción que han corroído al partido en los últimos años.
De lo que se ha enorgullecido, según sus palabras, es de haber reaccionado bien, aunque tarde: “Cuando reaccionamos, pedimos perdón, hicimos propósito de enmienda y nuestro Gobierno aprobó la mayor batería de medidas anticorrupción de la democracia. Nadie envuelto en ese tipo de casos sigue hoy en nuestras vidas. Hemos hecho de la necesidad, virtud”.
Con palabras de recuerdo para todos los cargos del PP fallecidos en los últimos años, la secretaria general ha tenido un especial recuerdo para la exalcaldesa de Valencia, Rita Barberá. Ese detalle ha provocado que los aplausos de los militantes y compromisarios arreciaran al citar su nombre.