José Luis Centella será reelegido secretario general del PCE en el XIX Congreso que se celebra este fin de semana en Madrid. Centella no tendrá que enfrentarse a ninguna lista alternativa, lo que achaca al trabajo “bien hecho” de la actual dirección. El dirigente comunista, que defiende en esta entrevista la pervivencia de un PCE independiente dentro de IU, se muestra muy crítico con el PSOE y su decisión de no desmarcarse de la Monarquía alineándose con el PP y su modelo constitucional.
Muchos daban por muerto al PCE.
Es verdad que en el Congreso anterior hubo compañeros y compañeras que me preguntaban si ese iba a ser el último Congreso del PCE. Yo entonces contestaba, con más voluntad que otra cosa, que yo creía que no era así. Hoy la realidad es diferente. Celebramos este Congreso en un momento en el que nadie duda de que el PCE no solo tiene pasado sino que tiene presente y va a tener futuro. Hoy el PCE está bien, está instalado en la sociedad y, por tanto, éste será el Congreso de la consolidación.
¿Descarta entonces otra vieja propuesta, su disolución para integrarse en Izquierda Unida?
Sí, porque sería un error que el Partido Comunista se disolviese para integrarse en IU, igual que si se disolviese Izquierda Republicana. Lo importante de IU son precisamente esos movimientos en los que nos integramos diferentes sensibilidades o familias de la izquierda. Si esos movimientos se disolviesen, dejaría de tener sentido IU. El PCE debe seguir en IU aportando su labor en el marco de la lucha social.
Este fin de semana será reelegido sin ninguna otra candidatura alternativa, algo muy raro en un partido donde por tradición siempre ha habido varias listas. ¿A qué lo achaca?
Yo lo achaco a que cuando las cosas van bien la gente se tranquiliza y también a que hemos sido capaces de generar una dirección colectiva, una dirección joven poco carismática si quiere, pero que nos hemos dejado la piel en estos cuatro años. Y ese trabajo se nos reconoce.
¿Y qué novedades va a aportar este Congreso al debate de la izquierda en este momento en el que parece tan confusa?
Es verdad que la izquierda está en este momento atravesando un momento muy difícil, complicado y complejo, pero el PCE quiere aportar al menos cuatro ideas. La primera, la necesidad de fortalecer una alternativa económica frente al liberalismo que evidencia su fracaso a la hora de resolver los problemas de la gente. Nosotros entendemos que hay que seguir apostando por fortalecer el sector público de la economía y lo que es la democracia también económica. Es decir, sacarla del Banco Central Europeo y de la troika y devolverla a la gente.
También queremos una ruptura con el bipartidismo y la política clásica. Hemos abierto el debate sobre la necesidad de revocar los mandatos de los cargos públicos y políticos y la obligatoriedad de que den cuenta periódicamente de sus actos ante los ciudadanos. Incluso vamos a plantear la constitución de un órgano de control de los programas electorales. Creemos que el programa debe ser un contrato y que éste debe estar controlado e incluso castigado desde el punto de vista legal. Y, por último, un asunto para nosotros fundamental: el debate entre el bipartidismo monárquico y una alternativa republicana democrática frente a los postulados de la Conferencia Política del PSOE en la que ha habido un pacto constitucional monárquico. Nosotros, por el contrario, planteamos una alternativa republicana.
¿No cree que el PSOE ha dado en esa Conferencia Política un giro a la izquierda?
No lo valoro. Yo solo me quedo con que el PSOE ha reafirmado su pacto bipartidista con la Corona y eso a nosotros no nos gusta. Nosotros creemos que debe abrirse un gran debate sobre un proceso de reforma constitucional que plantee otro modelo de Estado y otro modelo de reforma económica. El PSOE se ha situado junto al PP y para nosotros eso ha sido lo más importante de esa Conferencia Política y no nos gusta. Esa reafirmación monárquica del PSOE nos preocupa.
Difícil va a ser entonces el entendimiento con el PSOE si tras las elecciones pueden formar alianzas de Gobierno.
Es pronto para vaticinar qué es lo que va a pasar después de las elecciones. Nosotros tenemos ahí ciertos problemas. No queremos acabar con la reforma laboral de Rajoy para ir a la reforma laboral de Zapatero. No queremos acabar con la reforma educativa de Wert para ir a la del PSOE, con la que tampoco estábamos de acuerdo. Pero nosotros no nos planteamos el Gobierno futuro, nos planteamos un Parlamento en el que la presión social pueda conseguir cambios desde la calle.
¿Le molestó que un grupo de exdirigentes de IU se ofreciera a colaborar con Rubalcaba?
No. Yo lo dije ya con dos palabras. Me parecía irrelevante. Ya hemos sufrido en épocas históricas acosos de verdad y efectivos por parte del PSOE, y eso era una caricatura de los tiempos de siempre.
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¿Qué le parece que IU de Madrid haya prohibido a sus militantes expresar sus opiniones críticas con la dirección anunciando sanciones que pueden llegar hasta la expulsión?
Ese es un debate que se ha sobredimensionado. Los Estatutos de Madrid son los generales. Si alguien piensa o puede demostrar que en IU se han tomado ese tipo de decisiones, simplemente por dar una opinión, es que no conoce a IU.
También ha habido problemas en el área de la Mujer. ¿No cree que Eddy Sánchez, el coordinador regional de Madrid, está creando conflictos que pueden dañar la imagen conjunta de la coalición?
Bueno, ha habido una decisión de la Comisión de Garantías que hay que respetar. Hace pocos días se ha reunido la dirección federal con la de Madrid y ha habido buena sintonía, un clima de mutuo respeto a sus opiniones. Es verdad que en Madrid hay una situación de debate que yo estoy seguro de que se va a resolver desde el diálogo. Pero en ningún momento hay que personalizar en el coordinador regional. Eddy es coordinador porque lo ha elegido la federación de Madrid, en donde yo no estoy, y por lo tanto no opino sobre decisiones de las que yo no formo parte.
¿Qué le ocurre a la izquierda que no acaba de ganar la batalla social en la calle?
Lo que ocurre es que hay una mayoría absoluta en el Parlamento, que es un muro de contención frente a cualquier batalla de la izquierda social. Pero hay que dar esperanza a la ciudadanía de que esto puede cambiar. Rajoy está aplicando el método Thatcher, que es esperar que la clase obrera, la lucha de la gente, se estrelle contra un muro que es el Parlamento. Frente a eso hay que mantener la batalla social y hay que ser consciente de que el PP más pronto que tarde va a perder las elecciones y ese muro va a desaparecer. Entonces es cuando la izquierda alternativa y social tiene que ser capaz de que en el Parlamento no se legisle en contra de la voluntad ciudadana.
¿Los sindicatos están ayudando en esa batalla?
No entro a valorar a los sindicatos. Soy militante de Comisiones Obreras y valoro a CCOO cuando voy a la asamblea de CCOO. Cuando voy al Congreso del PCE, no juzgo a los sindicatos. Creo que son imprescindibles y que hay que fortalecerlos. También ellos deben hacer autocrítica, como nosotros la estamos haciendo. Pero lo digo desde la solidaridad y desde la misma trinchera, no desde la confrontación y la crítica porque hay demasiado interés por parte de la derecha de acabar con el sindicalismo. Si ello ocurriese, sería una gran pérdida para los trabajadores.
El CIS vaticina una recuperación electoral al PP, pese al caso Bárcenas y a los incumplimientos del programa electoral. ¿No es preocupante esa tolerancia del electorado ante la corrupción?
Hay una batalla mediática, hay dientes de sierra que han ayudado al PP en los últimos tiempos a enterrar mediáticamente el caso Bárcenas y eso ha podido generar una cierta sensación de crecimiento electoral que para nosotros no es real. Pero creo que todo esto se le puede volver en contra al PP porque está además lanzando la ofensiva de que se ha acabado la crisis, cuando no es verdad. Ya le ocurrió a Zapatero con los brotes verdes, que después se le volvió en contra. La crisis hoy no solo no ha parado, sino que se está profundizando. Pero el PP está demasiado preocupado por los problemas de la banca antes que por los de la gente. Y todo esto, a corto plazo, se le volverá en contra.
Hay voces en su partido que abogan por la salida del euro.
Hay unanimidad en confrontar con el euro con opiniones diversas. Pero en este Congreso vamos a estar por encima de ese debate. De lo que si estamos todos convencidos es de que hay que acabar con el actual modelo del euro porque es el que nos ha llevado a la ruina.
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Nosotros preferimos hablar de bloque social. Estamos trabajando para que sea una convocatoria amplia. En estos momentos la cosa no va mal, aunque es prematuro dar datos concretos. Hay más de 40 colectivos conversando con nosotros y seguimos trabajando también con las organizaciones que son ahora mismo socios nuestros en alguna institución, como Iniciativa per Cataluña o la Chunta Aragonesista, con los que nos gustaría ir de nuevo juntos a las elecciones.
¿Habrá problemas para designar al cabeza de lista?
Nosotros no hablamos de cabezas de lista. Hablamos de candidaturas. No tenemos mecanismos para votar a una persona sino a candidaturas. Habrá debate pero no creo que haya problemas. No vamos a hacer diferencias entre el primero y los siguientes, en las elecciones europeas no hay cabeza de candidatura. Otra cosa es cuando haya que elegir al candidato a presidente del Gobierno.
¿Ve posible que repita Willy Meyer?
No voy a entrar en este momento en ese debate. Willy ha hecho un buen trabajo pero será una decisión colectiva y no solamente de IU sino de toda la gente que estamos trabajando en esto.
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