Cuenta atrás para un acuerdo que evite el enfrentamiento en las primarias de Podemos

Once días desde este sábado. Es el tiempo que queda para que los principales proyectos que se han postulado para la II Asamblea Ciudadana de Podemos alcancen un acuerdo que evite un enfrentamiento de resultado difícilmente previsible tanto en lo cuantitativo como en lo cualitativo. Las negociaciones se producen en dos niveles que se entrecruzan: lo político y lo técnico. Qué se vota y cómo se vota en Vistalegre 2. Y lo uno afecta a lo otro. 

El periodo formal para la negociación política arranca este lunes 23 de enero. Ese mismo día probablemente Pablo Iglesias (Podemos para Todas) convoque la reunión con Íñigo Errejón (Recuperar la Ilusión), Miguel Urbán (Podemos en Movimiento) y el resto de proyectos políticos que se presenten que anunció la semana pasada.

El secretario general, que revalidará el cargo ante la falta de oposición para ese puesto; el número dos, que se plantea la opción de presentar una lista propia al Consejo Ciudadano [el principal órgano entre asambleas de Podemos; y el líder de Anticapitalistas querían presentar sus propios planteamientos políticos y hacer la negociación a partir de ahí.

A la cita también estarán invitados los portavoces de Profundización Democrática, que han anunciado su propio documento político. Y otros equipos que puedan presentar ponencias.

La negociación se centrará en lo político. Y si hay un acuerdo ahí, se podrá alcanzar en lo demás. Desde el entorno de Iglesias aseguran que Iglesias quiere utilizar su documento como punto de partida, al entender que recoge los planteamientos políticos del resto de los equipos. No habrá “líneas rojas” en la negociación, un concepto tabú en Podemos desde las conversaciones con el PSOE de Pedro Sánchez, pero sí “formas de abordar el proceso de diálogo” que se pondrán por delante.

¿Cuáles son? “No vamos a hacer una negociación al estilo de la peor política, a repartir porcentajes o a hacer una negociación subterránea de liberados o reparto de órganos”, aseguran desde Un Podemos para Todas. “Porque si hacemos eso, todos los modelos organizativos serían papel mojado”, señalan. 

En el entorno de Iglesias son conscientes de que antes o después habrá que entrar en las cuestiones prosaicas, a negociar o consensuar una lista al CCE o el asunto de los liberados del partido. “Pero ahí no vamos a aceptar la dinámica de porcentajes. Preferimos criterios de competencia, profesión fuera del partido, proporcionar acceso a personas que habitualmente no logran determinados puestos en los partidos, etcétera”, apuntan las mismas fuentes.

El planteamiento de partida de Íñigo Errejón es similar. El líder de Recuperar la Ilusión salió reforzado del referéndum que marcó las reglas generales de Vistalegre 2 al lograr un apoyo muy similar al de Iglesias. Aunque perdió, fue una victoria moral para él y su gente.

Ese resultado les empujó a lanzar su propio proyecto, a diferenciarse y a plantear que solo un “amplio acuerdo político” podría evitar que se lanzaran a confrontar con Iglesias. Nunca por la Secretaría General. Pero sí para intentar controlar los máximos puestos posibles en la dirección estatal y a definir los principios políticos y organizativos con sus textos.

Si Iglesias enarbola la bandera de la “unidad”, Errejón la de la descentralización de poder y la vuelta a las esencias fundacionales del partido.

Negociaciones técnicas

El otro elemento fundamental es el cómo. La II Asamblea Ciudadana de Podemos contará con un censo de 455.932 personas. 20.000 de ellos, nuevos inscritos en apenas un mes.

Nadie en el partido sabe cuánta gente va a votar. En el referéndum de diciembre lo hicieron 99.162 personas. Con esas cifras, y la imposibilidad de predecir la participación real, la definición de las reglas es fundamental.

El cómo puede marcar el qué casi antes de votar. Por eso se puso tanto empeño en la consulta de diciembre. Por eso fueron Iglesias y Errejón los que negociaron mano a mano durante dos horas la composición del equipo técnico que está preparando la asamblea. Ambos eligieron a sus fontanero más curtidos (Juanma del Olmo y Sergio Pascual) y a dos figuras respetadas como coportavoces: Pablo Echenique y Clara Serra.

Uno de los grandes escollos está en si Vistalegre 2 renovará o no la Comisión de Garantías, el tribunal interno. El documento #DesBorda, que ganó el referéndum, excluía a este órgano de las primarias ya que su mandato no concluye hasta noviembre.

Pero el Equipo Técnico debatirá al respecto este lunes. Desde el ámbito de Errejón se quiere forzar una votación de Garantías. Enfrente, Iglesias defiende que el referéndum entre los inscritos determinó claramente qué se votaba y qué no. Y no se mencionaba Garantía. Será Anticapitalistas, como en otras ocasiones, quienes tengan la posibilidad de decantar la decisión.

No es la única cuestión encima de la mesa. También se tiene que definir la papeleta de votación, que debe visualizar claramente las ofertas conjuntas (personas y documentos) de cada equipos y también una elección múltiple. 

En Vistalegre 2 se incluye una novedad y es la elección presencial en el acto de los días 11 y 12 de febrero de cuatro miembros de la dirección estatal, dos en representación de los círculos sectoriales y dos de los territoriales.

De cómo se reglamente este proceso puede también depender el equilibrio del próximo CCE en caso de un resultado muy igualitario.

Siempre y cuando la disputa abierta no lastre a todo el proyecto. En las últimas semanas se han lanzado llamamientos al entendimiento. En Podemos las distintas familias y sectores no son estancas. Muchas personas fluctúan, no quieren definirse en un sistema de bloques o, simplemente, creen que todas caben. En los pasillos del Congreso se suceden las conversaciones en tono bajo. Un día se ve más cerca el acuerdo y, al siguiente, algo hace volver a la casilla de salida.

No son pocas las personas que temen por la supervivencia de una herramienta que en apenas tres años ha cambiado el panorama político español, pero cuya misión al nacer en enero de 2014 todavía no se ha cumplido.