En un comunicado, la formación ha sostenido que pide retirar el documento “por errores en la diagnosis, por plegarse a criterios de mercado y no de modelo de país, errar nuevamente en la política de autonomía de centros y por tanto de la segregación”, y ha reclamado reforzar el modelo de inmersión lingüística.
La Conselleria de Enseñanza presentó el martes un documento que busca una actualización del modelo lingüístico de la educación catalana, contempla una flexibilidad del aprendizaje de lenguas también en el caso que el castellano no consiguiera el mismo nivel al final de etapa que el catalán e introduce el árabe y el chino como optativas.
Los 'cupaires' han negado que esta actualización suponga el fin de la inmersión lingüística, como han defendido algunos críticos, aunque “sí que introduce algunas de las falacias sobre las cuales han insistido los detractores de este modelo”, por lo que alertan de que esto podría dificultar la plena normalización del catalán.
Así, la formación ha advertido de que, ante las campañas contra la inmersión lingüística, “dejar el modelo lingüístico en manos de las direcciones de los centros educativos supone desproteger el modelo de inmersión”.
NUEVAS LENGUAS
La CUP también ha criticado que la Conselleria plantee introducir lenguas como el árabe y el chino pero que “en cambio continúe marginando lenguas de comunidades nacionales como el romaní o el occitano”.
Además, lamenta que el proyecto “no propone soluciones, no prevé presupuestos, ni tampoco los necesarios procesos de formación del profesorado”, y que, a su juicio, sobrevalora la capacidad de la tecnología en el aprendizaje lingüístico.
Sin embargo, ha señalado la necesidad de ser “prudentes en relación al impacto de este documento” porque no es un vinculante, y ha exigido doblar el presupuesto en la educación pública.