Nueva York, 20 sep (EFE).- Decenas de testigos han relatado durante más de un mes los supuestos abusos sexuales del cantante estadounidense R. Kelly contra numerosas mujeres en el caso presentado por fiscales neoyorquinos, que le acusan de tráfico sexual y que concluyeron hoy su acusación.
Los fiscales de la Corte del Distrito Este de Nueva York han interrogado desde el 18 de agosto, cuando arrancó el proceso, a al menos 10 mujeres que dicen haber sido objeto de abusos de Robert Sylvester Kelly, de 54 años, y a decenas de testigos más que detallaron un continuo patrón de abusos.
Las mujeres han descrito sobre el estrado a una carismática celebridad que frecuentemente escogía a jóvenes víctimas que asistían a sus conciertos, a quienes a veces asaltaba sexualmente entre bambalinas minutos después del evento, según los medios locales.
“Era o muy agradable y jovial o muy controlador e intimidatorio”, dijo una de las testigos de la acusación, identificada como Stephanie, que alegó que Kelly abusó de ella cuando tenía 17 años a finales de la década de los 90.
Contó además que Kelly solía comparar sus preferencias sexuales por menores de edad con las de la popular estrella del rock Jerry Lee Lewis, que a los 22 años se casó con su prima de 13 años.
Los testimonios revelaron un método repetitivo de Kelly, que forzaba a sus parejas a que le llamaran “daddy” (papi) y controlaba su manera de vestir, cuándo podían usar el baño o comer, cómo interactuaban con otros hombres y si podían salir de las habitaciones de residencias u hoteles en las que las retenía.
También obligaba a las mujeres a redactar y firmar cartas en la que falsamente reconocían que le habían robado dinero o joyas, o que habían sido asaltadas sexualmente por familiares, unos escritos que luego él utilizaba para chantajearlas.
Según los testigos, el responsable de “I Believe I Can Fly”, que fue exculpado de cargos de pornografía infantil en 2008, estaba obsesionado con la grabación de actos sexuales, muchas veces sin pedir permiso a sus parejas, y también se habría mostrado violento.
El cantante está acusado además de transmitir enfermedades sexuales a dos de sus víctimas tras negarse frecuentemente a utilizar preservativos en sus relaciones.
Asimismo, se habló en la sala del matrimonio ilegal que contrajo el artista con la fallecida cantante Aaliyah cuando ella tenía solo 15 años en una ceremonia de 10 minutos que tuvo lugar gracias a que el mánager de Kelly sobornó a un funcionario para que emitiera un documento de identidad que reflejara que era mayor de edad.
Kelly está acusado por la Fiscalía del Distrito Este de Nueva York de delitos de crimen organizado, coacción y transporte de mujeres y niñas para realizar actividades sexuales ilegales en Estados Unidos durante dos décadas, cargos similares a los que afronta en Chicago, donde estuvo entre rejas desde su detención en 2019 hasta junio pasado.
Tras presentar la acusación su caso, ahora es el turno de la defensa de Kelly de presentar sus argumentos y sus testigos.
El artista se ha declarado inocente de los cargos y afirma que las jóvenes denunciantes eran seguidoras que “se morían por estar con él”, y que solo empezaron a acusarle de abusos años después, cuando el movimiento MeToo ganó fuerza.
Además de los cargos federales que afronta en Nueva York y Chicago, Kelly es objeto de acusaciones a nivel estatal en Illinois y Minnesota.