José Luis Peñas ha declarado este martes ante el tribunal que enjuicia la primera época de Gürtel. El exconcejal del PP en Majadahonda, que denunció a los cabecillas de la trama, ha dicho que estos usaban la organización de actos para el partido “como pantalla” para infiltrarse en los municipios madrileños. Surgían entonces los negocios urbanísticos, gracias a las buenas relaciones de Francisco Correa con miembros del PP, incluido el presidente del Gobierno de entonces, José María Aznar.
“Correa era amigo del presidente del Gobierno en aquella época”, ha contado Peñas para ilustrar las relaciones del cabecilla del Gürtel, y cómo estos “tentáculos” le ayudaban en sus negocios. “Al estar integrados en el PP, el partido que maneja las instituciones, cuando no te aumentaban la edificabilidad, te aumentan el numero de viviendas, así los negocios te salen redondos”, ha añadido.
Peñas ha explicado que eran esos negocios los que más beneficios daban a los líderes de la trama corrupta. La compra venta de terrenos dejaba importantes plusvalías, y “en esa intermediación ganaba el PP, ganaba el señor Correa, y ganaba todo el mundo”, ha asegurado.
Correa dio una versión distinta en su declaración. Aseguró que había trabajado durante muchos años junto a él, pero que no hubo amistad entre ellos: “Con Aznar no tengo ninguna relación, he trabajado con él muchos años. Le miraba, él me miraba, pero no he sido amigo de él nunca”.
El exconcejal del PP ha insistido en que la buena relación de Correa con los miembros del PP impulsaron sus negocios. Sus empresas “hacían todos los actos del PP”, y que Correa y Pablo Crespo, su número dos, “tenían grandes amistades” con los integrantes del partido. Así, conseguían organizar los eventos mediante “contratos que estaban amañados”.
Pero la organización de eventos no era el fin de la trama, sino un medio. “La organización de actos era la pantalla para introducirse en los municipios”, ha explicado Peñas. A partir de ahí era cuando aparecían las oportunidades de negocio con el suelo de esas localidades madrileñas.
El de Aznar no es el único nombre de un alto cargo del PP que ha pronunciado Peñas. A la entrada a la sede de la Audiencia Nacional, ha asegurado que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, “es el mayor responsable político” de Gürtel, “miró para otro lado” al conocer las actividades corruptas. Al igual que hizo, ha añadido, la expresidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre: “Tenían comunicación de todo lo que pasaba”.
“Me das unas obritas y te compro el Land Rover”
Un ejemplo de las buenas relaciones de Correa con los miembros del PP fue su amistad con Jesús Sepúlveda, exmarido de Ana Mato y que fue alcalde de Pozuelo de Alarcón. Esta queda reflejada en una de las conversaciones grabadas por Peñas, que se ha reproducido durante el juicio, y al que el exconcejal ha dado contexto.
“Me das unas obritas y te compro el Land Rover”. Fue lo que le dijo Correa a Sepúlveda, según Peñas, y la frase que resume su relación. El exconcejal ha dicho que Correa terminó comprándole el coche con el compromiso de que el exalcalde le adjudicaría esas obras, pero no cumplió su palabra.
Correa reconoció en su declaración que había regalado hasta tres coches a Sepúlveda. En su momento dijo que eran dos Range Rover y un Jaguar, y que uno de los todoterrenos se lo había regalado por petición expresa del exmarido de Ana Mato: “Sepúlveda me dijo, 'me apetece tener un Range Rover' y yo le dije, pues te lo compro”.
“Grababa mi vida”
Peñas ha explicado, a preguntas de la Fiscalía, cómo empezó a grabar a los cabecillas de la trama Gürtel. “Me encontré por casa una memoria USB que tenia posibilidades de grabar, más adelante compré un pequeña grabadora, y cuando tuve las dos llevaba las dos, en la americana, el bolsillo del pantalón, grababa mi vida, lo que yo decía y lo que la gente quería decirme a mí”, ha contado.
De las grabaciones que realizó, entregó un total de 18 horas a la Policía y a la Fiscalía. Pero no entregó todo. Peñas ha reconocido ante el tribunal que destruyó parte de las grabaciones porque tenían “un carácter íntimo”, en las que se hablaba, por ejemplo, “de fútbol, de si uno era del Atleti, o del Madrid”. En las grabaciones que decidió borrar “el tema político y el tema empresarial no aparecían”, ha dicho. El resto de acusados creen que destruyó las grabaciones en las que salía mal parado.
“Hay gente que ha escrito que yo era del CNI, nada más lejos, lo hice por sentido común”, ha dicho Peñas sobre su decisión de empezar a grabar. Para ello contó con la ayuda del también concejal Juan José Moreno que, sin embargo, no denunció ante la Policía como sí hizo Peñas.
De Usera a Majadahonda
Peñas nunca estuvo afiliado al PP de Majadahonda. Según ha explicado, él era miembro del PP de Usera, y conoció a Guillermo Ortega, por entonces secretario general del PP de Madrid, que luego se convertiría en alcalde del municipio madrileño, en un master. Le propuso trabajar en Parla, y luego se lo llevó a Majadahonda como administrativo. Peñas hacía fotocopias, llamadas y atendía a los vecinos.
Ortega ascendió luego a alcalde, y Peñas llegó a ser primer teniente de alcalde de Majadahonda y concejal de Medio Ambiente. Fue entonces cuando conoció a la mujer de Correa, pero nunca tuvo mucha relación con él, en contra de lo declarado por el cabecilla de la red.
Con Correa, al que ha definido como “el jefe del aparato, el que llevaba la nave firme”, apenas ha estado en cuatro o cinco ocasiones, ha dicho, y “en ninguna para desarrollar ninguna asociación de ningún tipo”.
Sí que ha reconocido que recibió un regalo de la mujer de Correa, a través de la empresa de su empresa de viajes. Carmen Rodríguez Quijano le regaló su viaje de novios, una semana en las islas Mauricio. Peñas se enfrenta a una pena de seis años de cárcel por recibir regalos de la trama a cambio de adjudicaciones y por apropiarse de fondos del Ayuntamiento de Majadahonda.