La Asociación Profesional Española de Privacidad (APEP) ha acogido con satisfacción que el nuevo Reglamento europeo de protección de datos incluya la obligatoriedad de un delegado de protección de datos en la Administración y en empresas privadas que manejen información especial.
La propuesta de Reglamento de protección de datos, que armonizará el marco normativo y será aplicado en todos los países de la Unión Europea, se ha hecho pública a través de la organización no gubernamental State Watch.
El Reglamento, cuya publicación está prevista para principios de 2016, establece que será obligatoria la contratación de un delegado de protección de datos (DPO, por sus siglas en inglés) para todas las organizaciones públicas (excepto los tribunales en ejercicio) y determinadas organizaciones privadas que traten datos especiales.
En concreto, habrá una monitorización periódica y sistemática en actividades como la solvencia patrimonial, la investigación de mercados, controles asociados a la productividad o análisis de riesgos.
El delegado también será obligatorio en actividades en las que aparezcan datos que revelen el origen racial o étnico, ideología, religión o creencias filosóficas, afiliación sindical, datos genéticos, y el tratamiento de datos biométricos para identificar a una persona, así como los relativos a la salud y vida, orientación sexual, y condenas y antecedentes penales.
En un comunicado, el presidente de la APEP, Ricard Martínez, considera en un comunicado que el delegado de protección de datos será “una figura esencial para una mejor gestión de la privacidad en las organizaciones”.
La APEP reclama a las instituciones europeas que definan de la forma más concreta posible la figura del delegado de protección de datos, garantizando que estos profesionales tengan una formación adecuada y puedan ser identificados fácilmente.