Las denuncias de acoso de Iglesias y Montero en su vivienda y las redes: “Llevaré a mis hijos a ese colegio para que les inflen de hostias”
El vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, y la ministra de Igualdad, Irene Montero, han interpuesto dos denuncias ante la Policía Nacional por el acoso que sufren en las inmediaciones de su vivienda así como por comentarios en las redes sociales sobre sus hijos. La decisión se produce después de que la pareja tuviera que abandonar sus vacaciones en Asturias ante el temor por la seguridad de los menores tras la divulgación de la ubicación en la que se encontraban así como la aparición de pintadas amenazantes y protestas en los alrededores.
Iglesias y Montero han presentado una denuncia en la comisaría de la Policía Nacional en el Congreso por unos comentarios en las redes sociales en los que se menciona a sus tres hijos y en los que los demandantes consideran que se incita al odio y la violencia.
El otro tuit que se denuncia es una respuesta al anterior en el que el usuario, que no se identifica y que ha cerrado la cuenta, asegura amenaza con llevar a sus hijos a la misma escuela “para que les inflen de hostias”. Iglesias y Montero reclaman a la Policía que investiguen la identidad de esos usuarios y se remita la información para que se instruya el procedimiento judicial que corresponda.
Por su parte, Iglesias ha presentado este lunes otra denuncia en la comisaría por la presencia de cuatro individuos cerca del muro de su vivienda que en torno a las tres de la madrugada comenzaron a gritar “insultos y comentarios soeces” así como a arrojar “distintos objetos” hacia el interior del jardín, según relató la escolta policial, que llamó a la Guardia Civil. “Ninguno de estos cuerpos policiales ha conseguido interceptar a los sujetos responsables de los hechos denunciados”, afirma el vicepresidente cuya pretensión es presentar una querella por lo que reclama a la Policía que realice las averiguaciones pertinentes sobre la identidad de esos individuos para poder presentar esa información, junto con los atestados correspondientes al incidente, por la vía penal.
En el texto, Iglesias recuerda que lleva “sufriendo acoso” en los “últimos meses” en los alrededores de su vivienda en Galapagar, donde se congregan a diario grupos de personas expresan con silbatos, cacerolas o equipos de sonido de alta potencia con el objetivo de “no parar hasta que se marchen de España”, además de otros insultos. Las denuncias interpuestas en las últimas horas se suman a otras actuaciones que la pareja ha llevado a cabo contra el hostigamiento, aunque con poco éxito por ahora.
Una jueza de Collado Villalba archivó la querella por acoso y coacciones que Montero presentó contra Cristina Gómez, una de las tres concejalas de Vox en Galapagar y promotora de esas concentraciones. La magistrada consideró que los hechos estaban amparados por la libertad de expresión y que la vía penal no era la oportuna para analizarlos. Iglesias, por su parte, se ha querellado contra el que considera instigador de esas protestas, Miguel Ángel Frontera, al que atribuye seis delitos: coacciones, acoso, descubrimiento y revelación de secretos, desobediencia, alteración del orden público y contra los recursos naturales y el medio ambiente. Los abogados del vicepresidente todavía no tienen constancia de si esa querella ha sido o no admitida a trámite. Además, la Guardia Civil presentó otra denuncia contra Frontera, que fue detenido el pasado 12 de junio por supuestos delitos contra la intimidad, el derecho a la propia imagen y la inviolabilidad del domicilio y descubrimiento y revelación de secretos por grabar la fachada del domicilio.
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