Guayaquil (Ecuador), 9 de ene (EFE).- El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, visitó este jueves las instalaciones de TC Televisión, en Guayaquil, un año después de que hombres armados ingresaran de manera violenta al canal y retuvieran a los trabajadores en plena trasmisión en vivo, y dijo que “fueron días duros” para su Gobierno, que “nunca olvidará”, por las decisiones que tuvo que tomar.
“Es duro recordar lo que fueron esos días, no fue fácil. Fueron días duros, de negociaciones y peleas bien fuertes, pero tuvimos que actuar”, dijo Noboa tras recorrer los pasillos del canal.
“Me acuerdo lo que vivimos en ese momento, para mí era duro ser el presidente que declara la guerra, cuando nosotros siempre fuimos un proyecto de paz. Iniciar un mandato declarando una guerra no es fácil, pero tuvimos el respaldo de la gente”, agregó el mandatario.
Tras la incursión armada, se registraron motines en varias cárceles y otros actos violentos en Guayaquil, Quito y varias ciudades del país, por lo que Noboa declaró un “conflicto armado interno”, para luchar contra las bandas criminales del país, a las que pasó a denominar como “terroristas”.
Esa declaratoria sigue vigente un año después y ha estado acompañada de varios estados de excepción decretados por el presidente debido al nivel de violencia que persiste en algunas provincias del país.
Noboa recordó también que las decisiones que tomó en ese momento fueron apoyadas “por unanimidad” por la Corte Nacional, la Asamblea (Parlamento) y por las misiones diplomáticas que estaban en el país y rechazó los comentarios relacionados a un supuesto montaje del asalto.
“Están las heridas de bala, están los brazos rotos, los huecos de las balas en esa puerta... Siempre hay una minoría que va en contra de todo lo que vaya a significar progreso, pero nosotros no vamos a olvidar”, mencionó.
“Eventos sincronizados para crear caos”
A TC Televisión, el presidente llegó acompañado del ministro de Obras Públicas, Roberto Luque; del exsecretario de Comunicación, Roberto Izurieta, y del exjefe de la Policía en Guayaquil, Víctor Herrera.
Herrera, quien ese día lideró el operativo de rescate de los rehenes, recordó al gobernante que durante esa mañana sufrieron un ataque en una unidad de Policía al sur de la ciudad y que posteriormente se produjeron varios asesinatos. Pero que la incursión armada, que se registró sobre las 14:00 hora local (19:00 GMT), se produjo mientras estaban realizando un operativo en el interior de una de las cárceles de la ciudad.
“Guayaquil recibió ese día 1.200 llamadas de auxilio. Era una situación sincronizada para crear caos, hubo coches bomba, hubo un sinnúmero de situaciones, pero lo del canal fue el evento más álgido”, mencionó.
Relató que tras la llegada de la Policía pudieron evacuar a las personas que estaban en el canal y empezar una rápida negociación con los 13 hombres que ingresaron, lo que terminó con su captura.
“Tenían armas largas, cortas y explosivos. Hubiéramos tenido un escenario catastrófico si uno de los artefactos explotaba, pero se logró disuadir a los delincuentes”, explicó.
De los 13 sujetos detenidos, tres eran menores de edad, quienes recibieron una condena de 8 años, mientras que los adultos fueron sentenciados a 13 años de cárcel.
Noboa terminó el recorrido haciendo un “llamado” a “recordar esos días” y la “valentía” que, dijo, tuvieron las fuerzas de seguridad y las personas en general, y a “repetir esa misma valentía este enero”.
“Este enero también va a ser un enero de lucha, de fuerza, y un enero de protección a la democracia”, dijo el presidente sin dar más detalles, pero en clara alusión al periodo de campaña que vive el país de cara a las elecciones generales del 9 de febrero, en las que buscará la reelección.