La dimisión de Aguirre deja a Rajoy en una situación insostenible
Esperanza Aguirre decidió presentar su dimisión el pasado viernes tras comprobar que nadie en Génova 13 salió en su defensa tras su difícil comparecencia en la comisión de la Asamblea de Madrid que investiga la corrupción. Con su movimiento, la eterna enemiga de Rajoy se va, pero deja al líder del partido en una situación insostenible. El gesto deja en evidencia la actitud de Rajoy ante la corrupción. No asumió ninguna responsabilidad por el caso Bárcenas y cuando explotó el escándalo que señala a Rita Barberá, decidió blindar a la exalcaldesa de Valencia en el Senado, a espaldas de la dirección de su partido.
La decisión adoptada por la veterana política madrileña cogió este domingo con el pie cambiado a todo el Partido Popular. Tan solo Rajoy tuvo conocimiento con anterioridad a través de un SMS en el que Aguirre le explicaba las razones de su dimisión. “Lo comprendo”, fue la respuesta de Rajoy, tal y como la propia Aguirre se encargó de trasladar a los medios de comunicación convocados de urgencia a la puesta en escena de su segunda dimisión en poco más de tres años.
Minutos antes de iniciarse la rueda de prensa, un miembro de la dirección del PP aseguraba a eldiario.es: “Es capaz de dimitir para que se vaya Mariano”. Tras el anuncio, la misma fuente insistía en las intenciones de Aguirre contra Rajoy: “Ella lo intentará pero internamente ahora nadie cuestiona a Mariano. La corrupción acorralaba a Aguirre y ella ha optado por seguir siendo lideresa antiCarmena sin salir a dar la cara por el partido, como si no fuera con ella. Lo que le preocupaba a Espe es que la metieran en el saco de Rita”. El Comité de Dirección del PP se reunirá este lunes para analizar las consecuencias de la dimisión de Aguirre.
En Génova 13 dan por seguro que pretende debilitar al líder del partido. “Ella es muy lista. Sabe que haciendo el anuncio en una rueda de prensa convocada con urgencia un domingo tiene garantizados todos los telediarios y las tertulias del día siguiente”.
Desde el entorno de la propia Aguirre salían este mismo domingo afirmando que “Rajoy tiene un papelón” que resolver. Aguirre lleva años impulsando la oposición interna a Rajoy y disparando todas las balas que ha podido en dirección al líder de su partido. El último metal que le quedaba era el de la bandeja en la que entregar su cabeza y también lo ha usado contra Mariano.
¿En qué medida la salida de Aguirre empuja la de Rajoy? En primer lugar, el presidente en funciones se queda sin excusas para mantener como senadora a Rita Barbera, a quien decidió blindar en la Diputación Permanente del Senado a espaldas de la dirección de su partido. En este primer punto se ha detenido el portavoz de Ciudadanos, Ignacio Aguado a la hora de fijar postura sobre la noticia política del domingo: “Esperanza Aguirre le enseña el camino a Rita Barberá”, aseguró en rueda de prensa.
El efecto más rotundo, sin embargo, tiene que ver con un escenario de repetición de elecciones. “Si hay que ir a elecciones otra vez, Rajoy ya no puede ser el candidato”, señala un dirigente del PSOE consultado por esta redacción. Rajoy tendrá desde hoy muy difícil explicar cómo él no dimitió por no vigilar a Bárcenas y Aguirre sí lo hizo por no vigilar a Francisco Granados.
Los jóvenes, enfadados
El sector más joven de la dirección del partido está muy molesto con la actual situación. Dirigentes como Andrea Levy, Javier Maroto o Borja Sémper han pedido en público una purga en el PP “caiga quien caiga”. Sus palabras han molestado a la propia Aguirre que ha pedido explicaciones en Génova por la falta de apoyo recibido tras su complicada comparecencia en la comisión que investiga la corrupción en la Asamblea de Madrid.
Aguirre, sin embargo, tenía motivos ocultos para dar un paso atrás. Fuentes del partido afirmaron a eldiario.es que Ignacio González había dimitido ya como secretario general del PP madrileño antes que Aguirre, sin que la hasta ahora presidenta del partido se molestara en hacer pública su renuncia o comunicarla a otros dirigentes.
Por lo demás, la dimisión no supera la categoría de gesto. Ya era conocido que Aguirre no iba a presentar candidatura en el próximo congreso del PP madrileño. Ahora no dimite de su cargo de portavoz en el Ayuntamiento de Madrid, por lo que nada cambia salvo que Aguirre quiere vestirse con el traje de la honradez con su segunda dimisión en tres años y, nunca, marchándose del todo.