José Luis Masegosa, Consejero Gerente de Patrimonio Nacional y hombre de confianza de la presidenta de la institución, Llanos Castellanos, ha dimitido de su cargo, al que llegó el pasado septiembre, tal y como ha podido saber este periódico. Masegosa aceptó el puesto en sustitución de Ernesto Abati García-Manso, cesado por la actual presidenta a los ocho meses de ser nombrada primera presidenta de Patrimonio Nacional. Llanos Castellanos cumplió hace dos semanas un año como máxima responsable del organismo público encargado del cuidado de los bienes de titularidad del Estado y afectos a la Corona, como el Palacio Real, los Reales Sitios o el Valle de los Caídos.
La presidencia de Patrimonio Nacional prefiere no confirmar la dimisión a este periódico, a pesar de que el propio Masegosa ha llamado esta mañana, como aseguran fuentes cercanas a la dirección a este periódico, a todos los delegados de los Reales Sitios. Posteriormente, a las 13 horas, el Consejero Delegado comunicaba personalmente su decisión a los cuatro directores del organismo: Enrique Collell (administración y medios), Leticia Ruiz (Colecciones reales), Víctor Manuel Cageao (Inmuebles y medio natural) y Fernando Fernández-Miranda (Actos oficiales y culturales). Este martes el Consejo de Ministros confirmará la salida de Masegosa.
En este año también ha dimitido José Luis Díez como director del Museo de las Colecciones Reales, antes de la apertura del centro, prevista para 2015 y que ya acumula seis años de retraso. La última previsión, antes de la pandemia causada por la COVID-19, era inaugurar el nuevo centro a finales de 2022. Llanos Castellanos nombró a Leticia Ruiz, antigua responsable del departamento de Pintura Española del Renacimiento del Museo del Prado, nueva directora de Colecciones Reales, cuyo presupuesto ronda los 160 millones de euros. Junto a Díez y Abati se marcharon otras cuatro personas más: la directora de administración y medios, la responsable de sistemas informáticos, el responsable de Recursos Humanos y Pilar de Navascués, directora adjunta del Museo de Colecciones Reales.
José Luis Masegosa es funcionario del Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado, y antes del cargo del que acaba de renunciar había desempeñado sus labores como director del Gabinete técnico de la Secretaría General de Coordinación Territorial en el Ministerio de Política Territorial y Función Pública. Fue en este organismo donde trabajó a las órdenes de Llanos Castellanos. La presidenta de Patrimonio Nacional volvió a confiar en él cuando apartó a Ernesto Abati García-Manso de su cargo como Consejero Gerente, después de dos años al frente de las decisiones técnicas de Patrimonio Nacional, como la gestión de la Basílica y la Abadía Benedictina de la Santa Cruz del Valle de los Caídos.
Llanos Castellanos (Albacete, 1969) entró en el organismo en sustitución de Alfredo Pérez de Armiñán (Madrid, 1952), muy cercano al expresidente del Gobierno Mariano Rajoy. El ex presidente de Patrimonio Nacional jugó un papel decisivo en la pérdida de las cuatro obras maestras a favor del Museo del Prado: El jardín de las delicias, La mesa de los pecados capitales (de El Bosco), El descendimiento (de Van der Weyden) y El lavatorio (de Tinttoretto). La cesión temporal de las pinturas propiedad de Patrimonio Nacional al Prado, firmada por Franco en 1943, se cerró con una entrega definitiva a la pinacoteca.
Patrimonio Nacional es una institución dependiente del Ministerio de Presidencia y Relaciones con las Cortes que actualmente pilota Carmen Calvo y se encarga del cuidado del patrimonio histórico-artístico y su puesta a disposición de los ciudadanos con fines culturales, científicos y docentes. También es el organismo que da “apoyo a la Jefatura del Estado para la alta representación que la Constitución y las leyes le atribuyen”. En esa vertiente ha estado en el centro de la polémica en los últimos meses después de que elDiario.es revelase que Juan Carlos I cuenta en Abu Dabi con al menos tres ayudantes de cámara contratados a través de Patrimonio Nacional, que sufraga, además, los gastos derivados de sus comisiones de servicio.
La institución ha sido un cajón de sastre para múltiples facturas de la Casa Real: asumió los costes del yate Fortuna en el que navegaba el rey emérito, incluidos los 1,23 millones de euros de la indemnización por despido de sus trabajadores cuando la Corona se desprendió de él, o las obras en la finca La Angorilla, donde se alojaba la examante del rey emérito Corinna Larsen. De Patrimonio Nacional depende, además, cerca de un centenar de trabajadores que desempeñan sus funciones en la Casa Real. Otros gastos que asume son los de mantenimiento de la Zarzuela, donde viven Felipe VI, la reina Letizia y sus hijas, como el de tres piscinas -una de ellas climatizada-.