La reunión de la Diputación Permanente del Congreso, el órgano que sustituye a los plenos en periodo de vacaciones, ha finalizado este miércoles sin sorpresas. Como en ocasiones anteriores, el PP ha aplicado el rodillo de su mayoría absoluta y ha rechazado una a una todas las peticiones de comparecencia pedidas por los grupos de la oposición. Desde la del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, hasta la de seis ministros para que acudan a sus respectivas Comisiones en sesión extraordinaria a dar cuenta de diversos asuntos de actualidad.
El PSOE había pedido que el presidente del Gobierno asistiera a un pleno extraordinario para explicar las razones por las que no se ha convocado ninguna reunión de la Conferencia de Presidentes desde el año 2012. Rajoy se comprometió a impulsar estas reuniones que instauró Zapatero. Pero ni siquiera este año, con el debate soberanista de Cataluña en plena ebullición, lo ha considerado conveniente.
El jefe del Ejecutivo tampoco acudirá a explicar las políticas que deberían ponerse en marcha para reducir los elevados niveles de precariedad en el empleo provocados por la reforma laboral, tal y como ha pedido la Izquierda Plural, porque los conservadores se han opuesto.
Jorge Fernández Díaz, ministro del Interior, también se ha librado de aclarar la negativa del Gobierno a acoger el cupo de inmigrantes demandantes de asilo que le ha impuesto la Unión Europea; así como la situación de “colapso” y las listas de espera existentes para la tramitación de solicitudes de protección internacional en la Oficina de Asilo y Refugio (OAR).
La misma suerte ha corrido la pretensión de los socialistas de que acuda al Congreso el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, para dar cuenta de su posición en relación al reparto de los objetivos de déficit entre Administraciones en el periodo 2016-2018. O para que informe sobre la sanción impuesta por la Unión Europea por el déficit oculto de la Generalitat Valenciana y las medidas que piensa tomar el Gobierno en relación con las actuaciones que han motivado la sanción, como querían PSOE, la Izquierda Plural y el Grupo Mixto.
Los grupos nacionalistas CiU y PNV tampoco han logrado que el PP deje que Montoro explique las actuaciones realizadas por el Gobierno para que las pequeñas entidades sin ánimo de lucro dispongan de un tratamiento fiscal que no impida el desarrollo de su finalidad.
El PP, igualmente, ha vetado la comparecencia del ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, para que informe de las actuaciones que va a llevar a cabo su departamento para garantizar el acceso a la píldora post coital para las mujeres que la requieran. O para responder sobre la política de dependencia, tal y como pretendían los socialistas..
Finalmente, el PP ha rechazado que la titular de Empleo, Fátima Báñez, acuda a la Comisión del Pacto de Toledo para saber las razones por las que está echando mano del Fondo de Reserva de la Seguridad Social y del Fondo de Contingencia de las Mutuas de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales, para abonar la paga extraordinaria de los pensionistas. Tampoco acudirán a la Cámara el titular de Industria y la ministra de Agricultura.
La solicitud para que el nuevo ministro de Educación, Iñigo Méndez de Vigo, comparezca de forma extraordinaria en el Congreso fue retirada por los grupos dado que el sustituto de Wert vendrá a su correspondiente Comisión, a petición propia, la semana que viene.