Tiene 59 años, es marinero y se llama Santos Saborido. En 2002 metió los ahorros de toda una vida (90.000 euros) en obligaciones subordinadas de Caixanova. Al otro lado de la mesa de esta sucursal bancaria y vendiéndole las ventajas de la inversión, se sentaba Antonio Pérez Insua, hoy diputado en el Congreso por el Partido Popular.
El caso de este marinero jubilado es llamativo ya que la autoridad arbitral le devolvió la totalidad de su inversión. Para que esto ocurra, el árbitro debe advertir que durante la venta hubo mala praxis, se produjo engaño o no se explicó al cliente el tipo de producto complejo que estaba adquiriendo. Aunque este inversor involuntario tuvo suerte, ahora participa como coordinador en la plataforma de afectados de su comarca. Según denuncia con sus declaraciones, quien le intentó engañar ocupa ahora un sillón en el Congreso de los Diputados.
Según Santos Saborido, la decisión de invertir en un producto bancario “que ni entendía” se debió a la confianza que le transmitía el hoy diputado, a quien había conocido tras solicitar un préstamo para el desarrollo de su actividad en el sector pesquero. Cuenta el marinero del diputado que la operación “fue a iniciativa suya, a finales de 2002. Yo tenía un dinero en efectivo de la venta de mi parte del barco. Él me ofreció un producto que eran obligaciones subordinadas que yo no sabía ni qué era”. Y asegura: “Él me dijo que las obligaciones eran a cuatro años, pero que se podía retirar el dinero en cualquier momento, avisando con una semana de plazo. Eso también era una trampa, porque buscaban a otro cliente y a ti te daban el capital”.
En conversación con esta redacción, el ahora diputado niega haber participado en la operación de venta de 90.000 euros en subordinadas que denuncia Santos Saborido. Según su argumentación, en la primavera de 2003 abandonó la entidad bancaria en la que se produjo esa venta. Sin embargo, los documentos aportados por este marinero retirado llevan fecha de diciembre de 2002.
“Preferentes bajo ningún concepto, no sé yo si subordinadas”
“Preferentes bajo ningún concepto, no sé yo si subordinadas”Las obligaciones subordinadas son productos de renta fija a largo plazo con baja liquidez y alto riesgo. Muy parecidos a las preferentes, no son depósitos, ya que sólo están garantizados por el banco emisor. En este caso, la entidad era Caixanova, fruto de la fusión de las cajas del sur de Galicia, que acabaría aglutinada en la hoy intervenida NovaGaliciaBanco. Este diputado del PP, en conversación con eldiario.es, ha comenzado negando su participación en la venta de productos bancarios dudosos. “No, con toda seguridad”, ha señalado. Conforme avanzan sus explicaciones, su discurso cambia para quedarse en un: “Preferentes bajo ningún concepto, no sé yo si subordinadas”.
¿Cuál es la diferencia entre preferentes y subordinadas? Ambos productos son prácticamente idénticos y el Banco de España les ha ofrecido a todos los efectos el mismo tratamiento por sus características complejas y arriesgadas. En definitiva, no aptos para inversores particulares.
Antonio Pérez Insua llegó al Congreso en 2012 en sustitución de Arsenio Fernández de Mesa, a quien Rajoy encargó la dirección general de la Guardia Civil. Pérez Insua, hombre de confianza de Núñez Feijóo, inició su carera política en el mundo municipal llegando a ostentar la alcaldía de Noia (A Coruña) entre 2003 y 2007. Hasta ese momento, su ocupación había estado relacionada con la dirección de sucursales bancarias, mundo al que volvió tras perder las elecciones municipales.
En su declaración de rentas del Congreso de los Diputados, sus últimos ingresos se refieren precisamente a su trabajo en banca. Con fecha de 2010, Pérez Insua recibe de NovacaixaGalicia la suma de 63.674 euros anuales.
Se da la circunstacia de que durante su labor como diputado, Pérez Insua ha tenido que asistir a numerosos debates sobre el conflicto de las preferentes y ha participado en las votaciones en las que se aprobaba la quita que correponderá a los inversores que se sienten timados.
Santos Saborido, coordinador de la Plataforma de Afectados por las Preferentes en Arousa Norte, explica cómo le vendió las obligaciones subordinadas el ahora diputado del PP Antonio Pérez Insua.
¿Cómo entra usted en contacto con Antonio Pérez Insua?
Tuve parte de una empresa dedicada a la pesca. Tuve que pedir unos préstamos y ahí empezó el contacto con Antonio. Él era el director de la oficina de Caixanova en Boiro (A Coruña).
¿Cuándo le ofrece subordinadas?
Fue a iniciativa suya, a finales de 2002. Yo tenía un dinero en efectivo de la venta de mi parte del barco. Él me ofreció un producto que eran obligaciones subordinadas que yo no sabía ni que era. Me dijo que tenían un buen interés. Me llevó al despacho y me hizo una oferta. En esa conversación estaba mi mujer.
¿Cómo les ofreció el producto?
A nosotros nos lo vendió como la panacea y después resulta que me clavaron quince años. Cuando fui a mirar el contrato figuraba hasta 2018 sin poder quitar el dinero.
¿Y Antonio Pérez Insua qué le dijo sobre este asunto?
Él me dijo que las obligaciones eran a cuatro años pero que se podía retirar el dinero en cualquier momento, avisando con una semana de plazo. Eso también era una trampa porque buscaban a otro cliente y a tí te daban el capital.
¿Cuándo se da cuenta de que tiene en sus manos un producto bancario tóxico?
Yo estaba en el mar y en la radio empecé a oír de preferentes y subordinadas. En el 2011 ya se hablaba algo de esto. Miré el contrato y ponía “subordinadas”. Fui a pedir explicaciones. Pérez Insua ya no estaba en la oficina, se había marchado a Noia como alcalde del PP.
¿Cuándo le vio por última vez?
En un pleno municipal al que asistí en Noia. Se lo comenté y me negó en la cara que el no había sido quien me había vendido eso. “Yo jamás te vendí eso”, me dijo.
¿Qué pasó con su dinero?
Lo recuperé el pasado 6 de septiembre. Me llamaron de la Xunta para ir al arbitraje. Tuve esa suerte. Otros no la han tenido.