Los roces entre la dirección catalana de Podem y la cúpula estatal de la formación no han cesado ni en plena tregua estival. Tras un intercambio de visiones contrapuestas que no ha parado desde hace varias semanas, este lunes el secretario general de Podem Catalunya, Albano Dante Fachin aseguró que Pablo Iglesias le había reclamado la dimisión, extremo que fue negado posteriormente por el secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique.
Fuentes de la dirección de Podemos consultadas por eldiario.es aseguran: “No es cierto que Pablo Iglesias pidiera a Albano Dante que dimitiera. Pablo Echenique y Meri Pita estaban en la reunión y fueron testigos”.
El mensaje que el equipo de Iglesias dirige a su dirección en Catalunya está cargado de reproches velados y así se desprende de las declaraciones realizadas por fuentes de la dirección a este diario: “Que la actual dirección de Podem no quiera la unidad entre las fuerzas del cambio en Catalunya es legítimo, aunque la dirección estatal piense distinto. Que hayan decidido subalternizar la estrategia de Podem respecto del 1-O a la hoja de ruta de Puigdemont es legítimo, aunque la dirección estatal piense distinto. Que no quieran convocar la Asamblea Ciudadana completa que cada vez más círculos le están pidiendo es, por supuesto, también legítimo. Ahora bien, faltar a la verdad respecto de lo que Pablo Iglesias le dijo en una reunión privada, eso es difícil de explicar”.
El de las últimas horas ha sido solo el último encontronazo, pero también uno de los más fuertes, en tanto que, usando la palabra dimisión o no, parece claro que la dirección estatal desea renovar los órganos de Podem Catalunya. Es un secreto a voces que hasta el momento nunca se había pronunciado en público por sus protagonistas. Ahora la Ejecutiva catalana trata de quitar hierro a la polémica, mientras se prepara para un conflicto que previsiblemente se alargará hasta el próximo otoño.
Sin intención de nuevas primarias
Por lo pronto desde la dirección catalana se reitera que no tienen intención de convocar la asamblea ciudadana que los de Iglesias reclaman y que, en la práctica, supondría ir a unas nuevas primarias para elegir secretario general. “El Consejo Ciudadano solo lleva un año de mandato, y no creemos que haga falta renovarlo”, recuerda Ruth Moreta, secretaria de Organización de Podem, quien asegura que la relación con la dirección madrileña es “buena y ordinaria”, pese a las discrepancias en público.
Estas discrepancias han aumentando de volumen en las últimas horas. La acusación de faltar a la verdad respecto a la renovación de los órganos catalanes es el agravio que exhiben desde Madrid. Por su parte, en Podem tampoco ha sentado bien la visita a Catalunya de Juan Carlos Monedero, antiguo miembro de la dirección morada y una voz con ascendencia entre las bases, quien ha dejado diversas declaraciones cargando abiertamente contra Fachin y los suyos.
La filial catalana de Podemos defiende las decisiones que han generado más controversia, como son la llamada al voto en el referéndum del 1-O o el rechazo a integrarse en Catalunya en Comú, asegurando que han sido tomadas por los círculos mediante procesos asamblearios. Sin embargo el pasado 24 de julio y tras la reiterada petición de la Ejecutiva estatal en este sentido, los de Fachin aceptaron llevar ambos asuntos a consulta entre sus afiliados.
Dos consultas sobre los asuntos controvertidos
De esta forma las bases moradas en Catalunya votarán sobre la postura del partido respecto al 1-O entre los días 7 y 11 de septiembre, mientras que deberán esperar a la segunda quincena de octubre para ser consultados sobre la vuelta a la mesa de negociación con los comunes, con el objetivo de integrarse en el partido liderado por Xavier Domènech.
Esas dos son las cuestiones candentes que hasta ahora han envenenado las relaciones entre la dirección estatal y la catalana, aunque una tiene más peso que la otra. Según reconocen fuentes del propio Consejo Autonómico, las diferencias de planteamiento ante el referéndum de ambos son de matiz, mientras que los de Iglesias sí veían como indispensable que hubiera un pacto satisfactorio con Domènech, con quien comparten visión sobre el proyecto político para Catalunya, que finalmente la dirección de Podem no facilitó.
Marcando en el calendario la consulta sobre la relación con Catalunya en Comú, la dirección catalana confía en aliviar la presión que la estatal ejerce para renovar el órgano actualmente liderado por Fachin. Sin embargo no es el único paso dado. Según explicaba este domingo el diario Ara, Fachin se plantea volver a incorporar a su equipo más próximo a algunas de las personas de las que prescindió a principios de julio, identificadas como afines a la corriente Anticapitalistas. Preguntado por este diario, uno de los afectados por los cambios afirmó no haber recibido ninguna propuesta formal en este sentido.