Las principales ciudades de Sudáfrica registran desde primeras horas de esta mañana protestas relacionadas con la moción de censura a la que se somete hoy el presidente del país, Jacob Zuma, algunas de ellas con graves disturbios.
En Johanesburgo, un grupo de manifestantes -que la Policía no ha podido confirmar si son favorables o contrarios a Zuma- cortó la circulación en varias calles incendiando neumáticos y colocando piedras.
Las protestas que se diseminan por la ciudad “parecen coordinadas”, dijo la portavoz de la Policía Metropolitana de Johannesburgo, Edna Mamonyane.
En Ciudad del Cabo, sede de la Asamblea Nacional, cámara donde se votará la moción, se esperan manifestaciones con más de 25.000 participantes, tanto en apoyo de Zuma como en su contra.
En la capital, Pretoria, se prevé una situación parecida, y las autoridades advierten de que las protestas probablemente restringirán la circulación del transporte público.
Será la primera vez que los diputados de la Asamblea Nacional ejerzan voto secreto en una moción de censura contra Zuma, que se ha sometido a otros seis controles parlamentarios de confianza.
En la sesión, que comenzará a las 14.00 horas (12.00 GMT), los partidos opositores secundarán la moción, y queda la duda de si también lo harán algunos diputados de la formación gobernante, el Congreso Nacional Africano (CNA).
El Parlamento sudafricano está compuesto por 400 diputados. De ellos, 249 son miembros del CNA, por lo que la oposición necesita el voto a favor de la moción de 50 legisladores oficialistas para conseguir la caída de Zuma.
La oposición acusa a Zuma de corrupción y de dañar la economía nacional para favorecer intereses de empresarios cercanos.
Zuma, de 74 años, tiene pendientes ante la Justicia 783 cargos por corrupción y el pasado año tuvo que devolver, por orden del Tribunal Constitucional, medio millón de euros de dinero público que se gastó de forma irregular en la reforma de su residencia privada.