El Tribunal Supremo ha confirmado una condena de 12 años de prisión a un agente de la Guardia Civil de Algeciras que participó en la introducción en España del mayor alijo de cocaína incautado en la historia de nuestro país: 7.337 kilos de cocaína oculta en palés y cajas. Los jueces de la sala de lo penal han rechazado el recurso del agente contra una condena que, además de su cumplimiento en prisión, acarrea multas por valor de 1.500 millones de euros para el agente y su expulsión de por vida de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Los jueces han definido como “decisiva” la intervención del guardia civil condenado en este caso y que ha llevado a la Justicia a hablar de “corrupción” e “infiltración” de los narcos en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de nuestro país. Una situación que, han dicho los magistrados que han estudiado este caso, “debe ser extirpada”.
La incautación del alijo fue anunciada por el propio ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, en abril de 2018, tan sólo un día antes de su llegada a nuestras costas. Dijo Zoido que “ésta de hoy no es una más, porque hablamos de la mayor aprehensión de cocaína en un contenedor efectuada hasta el momento en Europa”. Anunció entonces la cantidad incautada en un contenedor procedente de Colombia: 8,7 toneladas de cocaína ocultas entre plátanos que habían entrado por el puerto de Algeciras para ser distribuida por todo el continente.
El operativo se saldó con una decena de detenciones en España y Francia y uno de los arrestados era agente del resguardo fiscal de la Guardia Civil en el puerto de Algeciras. Formaba parte de la banda de narcos y su trabajo era facilitar que el camión con toneladas de cocaína camuflada entre plátanos saliera del puerto en dirección a un polígono industrial de Málaga sin que nadie comprobase su contenido. El objetivo era llevar el camión con la droga hasta el polígono malagueño de El Viso, donde tenía su sede la tapadera, una empresa de importación de frutas llamada 'Tropical World'.
Lo que no sabían ni él ni sus compinches es que todo el proceso estaba siendo monitorizado por la Fiscalía Antidroga y un juzgado de Málaga después de recibir un aviso desde Reino Unido: el buque 'Lucie Schulte' había partido de Turbo (Colombia) cargado de cocaína dirección Cádiz. El resultado, según la documentación judicial del caso, fue la incautación de un alijo de 7.337 kilos de cocaína oculta en palés y cajas con un valor estimado de más de 250 millones de euros en el mercado ilegal.
Varias detenciones del grupo de narcotraficantes se produjeron en España pero algunos de los cabecillas del grupo tuvieron tiempo de escapar. Algunos de ellos fueron detenidos en Saint-Étienne, localidad francesa ubicada a unos 60 kilómetros de Lyon, y fueron entregados a España a través de varias Órdenes Europeas de Detención. Finalmente cinco personas se sentaron en el banquillo de la Audiencia Provincial de Málaga y recibieron condenas de entre 5 y 12 años de prisión.
El Tribunal Supremo, según ha sabido elDiario.es, ha confirmado la condena más alta del único condenado que llevó su caso hasta la casación: el guardia civil. Los jueces de la sala de lo penal han avalado la condena de 12 años de cárcel que le impuso la Audiencia de Málaga y que confirmó posteriormente el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. Una condena que también acarrea “la privación definitiva de su empleo” en la Guardia Civil o de cualquier otro en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
La sentencia también declara firmes las dos multas de 750 millones de euros impuesta por el tribunal malagueño tanto al guardia civil como a los tres cabecillas de la organización de narcos y al conductor del camión en el que llevaron la droga desde Algeciras hasta Málaga. En total 7.500 millones de euros en multas para los cinco con condenas de entre 5 y 8 años de prisión para el resto de encausados. Una cantidad que difícilmente podrán pagar y que se irá traduciendo paulatinamente en embargos y en más tiempo entre rejas.
Un “despiste” del agente
El Tribunal Supremo ha rechazado el recurso del guardia civil de Algeciras. Un escrito en el que el agente llegaba a decir que no había cometido un delito sino que, más bien, había cometido un “despiste” al no comprobar lo que había dentro de la cabina del camión antes de dejarle salir del puerto. Una “conducta poco diligente” por “falta de atención” que, según el condenado, como mucho tendría que haber acarreado algún tipo de sanción disciplinaria.
La sala de lo penal examina las pruebas y rechaza de plano esta posibilidad al asegurar que “es verdaderamente difícil” decir que no es delito teniendo en cuenta el “panorama indiciario”. En primer lugar, el resto de condenados explicó en el juicio que todos sabían que contaban con un aliado dentro de la Guardia Civil para sacar la droga de Algeciras. En segundo lugar, el conductor confesó incluso que estuvo un rato dando vueltas por el puerto hasta que empezó el turno de su compinche.
Su alegación de un supuesto descontrol en la aduana del puerto de Algeciras es “una especulación gratuita” para los jueces que han examinado el caso. Los tribunales andaluces fueron especialmente contundentes al condenar y ratificar la pena de este grupo de narcos y concretamente la del guardia civil. Los jueces, tanto de la Audiencia de Málaga como del TSJ de Andalucía, fueron claros al hablar de la corrupción en el seno de la Guardia Civil que abre la puerta a este tráfico de droga a gran escala.
Los jueces del Tribunal Superior de Andalucía dijeron en marzo que la actuación del agente viene explicada “pura y simplemente por la presencia de la corrupción, si no, como apunta la sentencia de instancia, por una infiltración de las organizaciones criminales en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que debe ser extirpada”.
El Tribunal Superior de Andalucía ya se hizo eco de la “extraordinaria” cantidad de cocaína incautada para justificar la condena del guardia civil. Una cantidad, dijo esa sentencia, “que en ese momento era el mayor alijo de cocaína incautado en territorio nacional y, hasta donde llega el conocimiento del tribunal, sigue siéndolo a día de hoy”.
Ojos de loco
Tal y como ha revelado en exclusiva elDiario.es en las últimas semanas, ésta no ha sido la única detención de agentes corruptos del puerto de Cádiz que colaboran con narcotraficantes. La 'operación Toga' se saldó con el desmantelamiento de una de las mayores organizaciones de tráfico de hachís y cocaína en nuestro país en junio de este año. Entre los detenidos había dos agentes de la Guardia Civil. Uno de ellos estaba en la sección fiscal de Tarifa y era apodado 'El Fuerte' y 'Ojos de Loco'.
La Audiencia Nacional, tal y como publicó este periódico hace un mes, maneja un informe de Asuntos Internos de la Guardia Civil que advierte de la existencia de un serio problema en el sur del país. El informe asegura que “existe un grave problema de corrupción policial en la zona sur de España” y que “una de las instituciones que las grandes organizaciones dedicadas al narcotráfico buscan corromper es, sin duda, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado”.