El ministerio de Interior ha respondido a las dudas de la justicia belga sobre las prisiones españolas. Para ello, el departamento que dirige Juan Ignacio Zoido ha elaborado un informe en el que resume las condiciones en el interior de las prisiones que acogerían a Puigdemont y sus exconsellers, en caso de ser enviados a España.
En el documento se responde pormenorizadamente a casi todas las 14 cuestiones planteadas por la Fiscalía belga, recordando aspectos como que Puigdemont mantendría en la prisión de Estremera el contacto con su abogado, de acuerdo a la legislación penitenciaria, y se cuidaría que no sufriera agresiones por parte de otros internos. La pregunta que deja sin responder Interior es la relativa a la posibilidad de que los políticos catalanes pudieran ser agredidos por los propios funcionarios de la prisión.
A Puigdemont se le asignaría una celda que incluye inodoro y una ducha en un espacio con separación, permitiendo la intimidad del interno cuando realice su aseo personal. De ello se da cuenta en una foto en uno de los anexos. La celda dispondrá, además, del mobiliario para dos personas y de las estanterías para guardar sus pertenencias, con conexión para televisión y elementos de comunicación con las oficinas de los funcionarios.