Pedro Sánchez sigue adelante en su reto al sector crítico del PSOE. Los miembros leales al secretario general, –16 de los 18 que se mantienen en la Ejecutiva Federal han acudido a la convocatoria realizada tras la dimisión de los otros 17– han avalado la propuesta de celebrar un congreso extraordinario para elegir un nuevo líder y renovar los órganos de dirección del partido los días 12 y 13 de noviembre. Las primarias para elegir al secretario general serían, como en el planteamiento inicial de Ferraz, el 23 de octubre.
No ha habido sorpresas. Sánchez ha defendido que, tras la baja de la mitad más uno de los integrantes de la Ejecutiva Federal designada en julio de 2014, las normas internas del PSOE le marcan un camino: convocar un Comité Federal el 1 de octubre para que, a su vez, apruebe la celebración de un congreso extraordinario que renueve los mandos socialistas.
La novedad ha sido la fecha: la votación de los militantes sería el 23 de octubre. El nuevo congreso sería a mediados de noviembre para elegir una nueva dirección. Esa propuesta es similar a la que el secretario general decidió a principios de septiembre con el objetivo de zanjar el cuestionamiento permanente de su liderazgo.
Sin embargo, aquella maniobra perseguía la convocatoria del 39º congreso ordinario, que se aplazó sine die en mayo, hasta que hubiera gobierno. Los plazos entonces eran iguales, salvo la celebración de la ponencia marco, que la dejaba para principios de diciembre.
La propuesta de Sánchez desató la guerra en las filas socialistas. Los críticos le acusaron de perpetuarse en el poder e insinuaron que se tenía que marchar por el encadenamiento de malos resultados electorales. La amenaza de tumbar esa propuesta de congreso acabaron este miércoles con la dimisión de 17 miembros de la Ejecutiva que, sumadas a las tres bajas anteriores, dos dimisiones y la muerte de Pedro Zerolo, dejaban a la Ejecutiva sin la mitad más uno de sus integrantes.
Los críticos, encabezados por la federación de Susana Díaz, consideran que la Ejecutiva ya no tiene vigencia porque no tiene a la mayoría de sus miembros. De hecho, aseguran que la reunión de este jueves que ha tomado la decisión de convocar el congreso extraordinario no tiene “ninguna” validez porque no ha tenido el quorum suficiente para estar “debidamente constituida”.
Ahí comienza la batalla legal en la que se encuentra también sumido el PSOE. Los críticos consideran que tiene que reunirse la Comisión de Ética y Garantías y resolver el problema. Tienen mayoría en ese órgano por lo que apuestan por que convocaría un Comité Federal para constituir una comisión política o gestora que pilote el partido hasta que haya gobierno y, entonces, renovar el liderazgo.
La presidenta de la Mesa del Comité Federal, Verónica Pérez, amiga personal de la presidenta andaluza, se ha presentado personalmente en Ferraz esta mañana para solicitar una reunión de la Comisión de Ética y Garantías después de que la presidenta de ese órgano le haya comunicado que solo ella puede convocarla. En la carta enviada no dice si tiene previsto hacerlo, como exigen los críticos, que amenazan incluso con llegar a los tribunales.