La sede del PSOE en la calle Ferraz es un caos. En una sala están reunidos 16 de los 18 miembros de la Ejecutiva Federal que han permanecido fieles a Pedro Sánchez. Dentro del edificio también estaba Verónica Pérez, la mujer de confianza de Susana Díaz que asegura ser la “autoridad” del partido tras la baja de la mitad más uno de los miembros de la dirección. Pérez es la presidenta del Comité Federal, el máximo órgano entre congresos. Lo que no ha impedido que Pedro Sánchez y sus afines la hayan ignorando en su visita. El único que la ha recibido ha sido el gerente Gregorio Martínez, que la ha acompañado a registrar su solicitud para que se reúna la Comisión de Ética y Garantías.
“No me han dejado acceder a otra estancia, es muy triste. No entiendo cómo se puede entender que yo o cualquier otro militante es una amenaza”, ha dicho a la salida de Ferraz. Pérez ha explicado que su idea es que la Comisión de Ética “avale con un informe” que tenga “todas las garantías jurídicas” el cese de la actual Ejecutiva y la formación de una gestora.
“Las dos horas sin que nadie me dé respuesta a nada, estas dos horas en el hall, me demuestran que es más necesario que nunca un informe de la Comisión”, ha afirmado. Algunos de los miembros del PSOE andaluz que han acompañado a Pérez han denunciado que no la dejasen pasar de la entrada de Ferraz.
Pérez pidió el miércoles que la Comisión Federal de Ética y Garantías dirima los siguientes pasos del PSOE. Sánchez sostiene que tiene que reunirse el Comité Federal para convocar un congreso en el que los militantes elijan un nuevo secretario general. Es lo que está trasladando a los miembros de la Ejecutiva que permanecen a su lado.
Los críticos consideran que la dirección ya no tiene legitimidad, que no existe tras la dimisión de la mitad más uno de sus miembros y consideran que la presidenta del Comité Federal es quien dirige el PSOE hasta que ese órgano forme una comisión política que pilote la organización.
La falta de claridad de los estatutos socialistas da pie a esta batalla legal. Entre medias de ambos bandos hay quien está emplazando a una posición intermedia para que ambas partes lleguen a un acuerdo.
Reunión de Sánchez
Por el momento, Sánchez está con sus afines reunido. Faltan dos: la consejera valenciana Carmen Montón -que tiene una situación complicada dado que su jefe de filas, Ximo Puig, se dio de baja de la Ejecutiva junto a los otros dieciséis dimisionarios- y la vicepresidenta de Cantabria, Eva Díaz Tezanos.
Los críticos sostienen, además, que la reunión que está teniendo lugar desde pasadas las 11 de la mañana no tiene vigor porque no tiene el quorum necesario (la mitad más uno de los 38 integrantes que fueron elegidos en el congreso de 2014).
La presidenta del Comité Federal ha asegurado que el Comité Federal previsto para el sábado continúa vigente porque César Luena lo convocó cuando aún era secretario de Organización. Cree que ahora no lo es porque dan la Ejecutiva por disuelta.
Pérez también ha pedido una reunión con algún miembro de esa secretaría para organizar la reunión del próximo sábado, que tiene carácter extraordinario por lo que a priori no se puede modificar su orden del día. Estaba convocada para votar la celebración del 39º Congreso a principios de diciembre, con unas primarias el 23 de octubre. La oposición de los críticos a esa maniobra de Sánchez ha desatado esta guerra inédita en el PSOE. Organización aún no le ha respondido.
Además, Pérez ha registrado una solicitud de convocatoria urgente de la Comisión de Ética y Garantías. La presidenta de ese órgano, próxima a Patxi López le ha contestado a la petición de ayer diciéndole que solo ella puede convocar ese órgano. No dice en la misiva si pretende hacerlo para resolver el choque de posturas que hay ahora mismo en el PSOE.
Quién es Verónica Pérez
Verónica Pérez (San Juan de Aznalfarache, Sevilla, 1978), “la amiga”, “la mano derecha”, “el álter ego” de Susana Díaz. Son el tipo de expresiones que se utilizan a la hora de presentar a una mujer de carrera meteórica en el PSOE. Verónica Pérez está convencida, como todos los que han protagonizado el enfrentamiento contra Pedro Sánchez, de que comandará el proceso hasta que se constituya una gestora en el partido. Sostiene que le correspondería como presidenta del Comité Federal desde 2014, cuando Susana Díaz negoció estratégicamente con Pedro Sánchez este puesto que va a terminar teniendo mucha más importancia de la que se le podría suponer.
De repente, una mujer casi desconocida de Despeñaperros para arriba, pese a dirigir la agrupación más numerosa del PSOE, la de Sevilla, se ha convertido en una de las protagonistas de la revuelta en Ferraz.