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“Todos, empezando por Susana Díaz, deben definir su posición respecto a la formación del Gobierno”

Josep Borrell.

Gonzalo Cortizo

Josep Borrell (Pobla de Segur, 1947) se ha convertido en una de las voces más intensas durante la guerra que ha desembocado en la caída de Pedro Sánchez al frente del PSOE.

El histórico socialista fue testigo de un Comité Federal que todo el PSOE califica como “bochornoso”. Tras la pelea, Borrell huye de los calificativos para no ahondar en la herida abierta. Su mensaje es que ha faltado claridad por ambos bandos. Y en ello insiste Borrell, en pedir que el PSOE aclare cuál será su voto en una investidura de Rajoy.

¿Qué pasó el sábado en el PSOE?

El sábado se votó una propuesta de la Comisión Ejecutiva para convocar un congreso extraordinario tras las dimisiones producidas y esa propuesta fue rechazada. Y, en consecuencia, dimitió el secretario general. Eso es lo que pasó.

¿Algo más que eso pasó?

Sí. Formalmente, pasó eso. En la práctica, lo que pasó es que estuvimos discutiendo cuestiones de procedimiento durante demasiado tiempo.

Le hemos visto en una fotografía en la que una compañera le está increpando a usted y en la que, al fondo, se ven otras discusiones airadas.

Es evidente que hubo momentos de tensión. Pero ahora lo importante no es describir los momentos de tensión que se vivieron. Eso está muy bien para alimentar el espectáculo. Pero, francamente, no tengo mucho interés en hacer eso.

¿Y ahora qué?

Ahora tenemos una comisión política que tendrá que convocar, espero, un proceso de decisión colectiva sobre el tema más importante que tenemos planteado: decidir la posición del partido socialista en la formación de Gobierno. Es una decisión que debería haberse abordado hace mucho tiempo, en serio.

En segundo lugar, hay que fijar una fecha para el congreso extraordinario. No es algo potestativo. El Comité Federal no puede rechazar que se convoque porque es imperativo: lo mandan los estatutos. Yo voté a favor de eso porque esa es la norma estatutaria. Lo que no dicen los estatutos es cuándo y eso es lo que hay que decidir. No se puede atrasar sine die.

¿Se han ido por la borda las posibilidades de un Gobierno alternativo al de Rajoy?

No eran muchas, pero de eso es de lo que se hubiera debido discutir. Aquí ha habido dos fallos: por parte de la Ejecutiva saliente, después de haber dicho que no a Rajoy, hubieran debido de convocar inmediatamente otro Comité Federal para decir misión cumplida y preguntarse qué hacemos ahora. Ese ahora qué hacemos era una pregunta que debería haber podido responder el Comité Federal tras analizar los pros y los contras en un debate político que no se ha producido.

El segundo fallo ha sido intentar cesar a la Ejecutiva por un atajo, que era el de provocar la dimisión de un número suficiente de sus miembros para que, contando con anteriores dimisiones y un fallecimiento, se llegase a la mitad más uno. De esta manera se evitaba cualquier votación en cualquier órgano.

Yo creo que aquí se debió haber hecho un planteamiento más abierto: una moción de censura en el Comité Federal. Es perfectamente legítimo creer que una dirección no hace adecuadamente sus funciones. Está previsto en los estatutos.

Pero al tratarse de un Comité Federal extraordinario no había posibilidad de variar el orden del día para incluir esa moción de censura.

No, pero eso podían haberlo decidido mucho antes de haber convocado el Comité Federal. El Comité Federal se convoca porque ha habido dimisiones. ¿Entiende lo que le quiero decir?

Entiendo que lo que me quiere decir es que los críticos deberían haber sido más claros muchos antes.

Si consideraban que la dirección no estaba haciendo bien su trabajo y querían cesarla, el camino que tenían que haber seguido era pedir una convocatoria de un Comité Federal para presentar una moción de censura. Se puede sustituir a una dirección; hay un camino para hacerlo.

El otro camino es un camino indirecto. Los que lo utilizaron pensaban que bastaba con eso. Pero los estatutos no son tan claros al respecto, y eso es lo que ha dado lugar a este conflicto de interpretación normativa. Nos habríamos podido ahorrar todo esto si todo el mundo fuera más directo y transparente.

Unos y otros utilizaron caminos indirectos. Sánchez intentó plantear a las bases un acuerdo alternativo sin haber hecho antes una discusión en el Comité Federal y los que han sido críticos con él han buscado un atajo para echarle.

¿Ha habido, en esos movimientos, especulación y cobardía?

De calificativos andamos sobrados y no quiero contribuir a alimentar una tensión entre nosotros. Vamos a ser objetivos y a analizar los hechos.

Se ha dejado una pregunta sin contestar. ¿Hay que decir adiós a la posibilidad de un Gobierno alternativo a Rajoy?

No lo sé. Era muy difícil después de las primeras elecciones, más difícil después de las segundas, y ahora más todavía. Pero valorar la dificultad y el interés de hacerlo le correspondía a la anterior dirección y ahora le corresponde a la comisión política.

Da la sensación de que solo hay dos opciones: abstención o terceras elecciones.

Da la sensación de que los que han provocado el cese de Sánchez no parecían estar muy de acuerdo con la búsqueda de un Gobierno alternativo.

¿Cómo está el PSOE para afrontar unas terceras elecciones?

No hace falta ser un genio para decir que mucho peor que antes.

¿Ha tenido usted un déjà vu estos días?déjà vu

Bueno, mira... Yo creo que en la vida no hay que dedicarse a construir analogías con el pasado. Debemos habitar el presente.

¿Cree que Pedro Sánchez aún lo puede intentar?

Yo no sé, porque en estos momentos toda la especulación en este partido es dedicarse a pensar lo que pueda hacer el señor Sánchez en el futuro. Tenemos tareas más urgentes que hacer.

Hay unas posibles elecciones a la vuelta de la esquina.

Insisto. Creo que los socialistas a todos los niveles tendrían que concentrar todos sus esfuerzos en dar respuesta a la pregunta urgente y terminante que es cuál es nuestra posición sobre la formación de Gobierno. Perder tiempo y energías sobre qué piensa hacer el señor Sánchez no va a aclararnos para nada la respuesta que tenemos que dar a qué posición tiene este partido con respecto al futuro. La del señor Sánchez estaba clara: intentar un Gobierno alternativo. Sánchez ya no está aquí...

¿Ya no está aquí?

El señor Sánchez ya no es secretario general.

¿Pero hay un escenario de primarias que...?

De verdad, esto es un tema que escapa de mi atención.

¿Cuál ha sido el papel de Susana Díaz en todo esto?

Está claro que ha habido un grupo de dirigentes que ha impulsado un proceso que ha conducido a la dimisión del secretario general, pero elucubrar sobre los papeles de unos y de otros no va a resolver nuestros problemas inmediatos. Tiempo habrá.

Han nombrado ustedes a Javier Fernández, pero no sé si soy el único que cree que quien manda en el partido socialista es Susana Díaz. Por eso le pregunto.

Lo comprendo, pero creo que cuando alguien está un agujero y quiere salir de él, no debe seguir cavando. En este momento creo que el problema es que todos, empezando por Susana Díaz, deben definir su posición respecto a la formación del Gobierno. Es lo que los españoles están esperando de nosotros.

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