ENTREVISTA Portavoz de Sumar

Ernest Urtasun: “La derecha instaló que la victoria estaba hecha, pero con Sumar la gente empieza a creer que podemos ganar”

Andrés Gil

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Ernest Urtasun (Barcelona, 1982) es el portavoz de la campaña de Sumar, que tiene como candidata a la presidencia del Gobierno a Yolanda Díaz. Barcelonés, apura su segunda legislatura como eurodiputado dentro del grupo de Los Verdes, del que es vicepresidente, después de haber sido elegido en la candidatura de Unidas Podemos (UP) en el pasado mayo de 2019. En este tiempo el panorama político español ha cambiado mucho mientras Urtasun ha estado en Bruselas: se produjo una repetición electoral, UP entró en el Gobierno, Pablo Iglesias dejó la política institucional y la candidata del espacio, que ahora se llama Sumar y no UP, es la vicepresidenta y ministra de Trabajo.

Pero también han pasado unas elecciones municipales y autonómicas que han supuesto el mayor avance institucional de la extrema derecha en más de cuatro décadas y que han precipitado el adelanto de las generales al próximo 23 de julio.

Vamos a empezar por algo reciente, el último acuerdo del PP para gobernar Extremadura, incorporando a la extrema derecha al Gobierno, algo que había descartado la líder regional María Guardiola por “valores” hace nada más que diez días. Si se reproducen estos acuerdos después del 23J, nunca antes habrán tenido la derecha y la extrema derecha tanto poder en cinco décadas en España.

Lo que se ha demostrado en el caso de Extremadura es que la palabra de Alberto Núñez Feijóo vale poco. Han corregido a la señora Guardiola en muy poco tiempo. Y ya parece cada vez más instalado lo que ya sabíamos: en estas elecciones el PP y Vox conforman prácticamente un ticket electoral.

Feijóo ha impuesto una línea dura en el Partido Popular que pasa por acordar los gobiernos con Vox allí donde sea posible y ese es el marco al cual si las derechas ganan vamos a ir a nivel de España. Eso ya está claro, el PP ya no puede esconderse, conforma un ticket electoral con Vox con todo lo que significa: la derecha en España acepta tener un socio en Valencia que niega la violencia machista, acepta tener un socio que retira la bandera LGTBI de este país y acepta tener un socio que incluso coloca en la presencia de las Cortes de Aragón a una negacionista del COVID. Toda la ciudadanía española sabe qué tipo de derecha tenemos delante y que el señor Feijóo al final conforma un ticket electoral con Vox, con Abascal de vicepresidente, y esto ya no se puede esconder.

Lo que se ha demostrado en el caso de Extremadura es que la palabra de Alberto Núñez Feijóo vale poco

Quedan prácticamente tres semanas para que eso pase o no pase. ¿Qué se puede hacer para evitarlo?

Vamos a tratar de hacer una campaña muy centrada en hablar de la vida, de la gente y de sus preocupaciones. Hay dos tipos de campaña electoral que no queremos hacer. Una centrada sobre el miedo a lo que pueda venir: por experiencia en Europa vemos que no es algo que movilice el electorado progresista, pero también creo que debemos ir con cuidado en hacer un tipo de campaña muy triunfalista con el balance de gobierno.

El balance de gobierno es bueno, y si miramos en la coyuntura europea, los datos sociolaborales y económicos españoles son muy buenos. Tenemos un paro en el 12%, que es el más bajo de la serie histórica española en muchos años; en inflación estamos ya por debajo del 3%; el crecimiento económico está allí, la reforma laboral está generando empleo estable. Es decir, los datos son buenos, pero tenemos un problema grave con el coste de la vida. La prioridad absoluta del próximo gobierno tiene que ser afrontar el coste de la vida de nuestros ciudadanos, en hipotecas, en alquileres y en la cesta de la compra, que está excesivamente cara. Y yo creo que para movilizar lo que tenemos que hacer es no tanto hablar de lo que hemos sido capaces de hacer en los últimos cuatro años, sino de lo que queremos hacer para los próximos ocho, tratando de convencer a una mayoría social de españoles de que tenemos un proyecto de país. Así es como se ganan unas elecciones y así es como vamos a tratar de movilizar a nuestro electorado, al electorado progresista, convenciéndoles de que podemos seguir avanzando en derechos y afrontar sus problemas cotidianos, siendo conscientes de que son muchos.

¿Y cuáles serían las líneas principales de ese proyecto de país para ocho años?

Hay una gran urgencia, de la que estamos hablando mucho estos días, y es el coste de la vida. Es extremadamente urgente y tiene tres vertientes: la principal es que los alquileres están imposibles en España. El Gobierno hizo la ley de alquileres, pero la hizo tarde. A nosotros nos habría gustado poder sacársela al PSOE mucho antes para que pudiera ser aplicada. Por cierto, no compartimos que se eliminara esa prórroga del tope de los alquileres de esos seis meses, porque esos seis meses estaban ahí para permitir a las comunidades autónomas tener el tiempo suficiente para poder aplicar la ley. Ahora, como las comunidades autónomas aún no tienen el dispositivo jurídico para aplicarla, a lo que vamos a ir es a una subida de alquileres porque hemos quitado ese tope de los seis meses.

En segundo lugar, están las hipotecas: la subida de los tipos de interés del Banco Central Europeo está haciendo que nuestros ciudadanos paguen entre 200 y 300€ más de hipotecas en estos momentos. Y lo que hemos propuesto nosotros es un bono social para ayudar a las familias golpeadas por el aumento de las hipotecas.

Y el tercero es la cesta de la compra. El súper está imposible, la inflación está en el dos y algo, pero es verdad que los alimentos están creciendo entre el 11 y el 12%. Esa diferencia es muy importante y los bolsillos de las familias lo notan. En esta campaña hemos hecho propuestas y Yolanda Díaz las ha hecho en el Gobierno pidiendo que hubiera una cesta básica de la compra. Hay que incidir en ayudar a las familias que tienen problemas con la cesta de la compra. Este paquete de medidas sobre el coste de la vida es una grandísima prioridad.

Y luego, más a largo plazo, hay dos cuestiones fundamentales para España. La primera es la lucha contra la desigualdad y la lucha por la justicia social y esto pasa por tener mejor empleo, por reducir la jornada laboral, por reforzar nuestros servicios públicos fundamentales. Y la otra, y estamos insistiendo mucho en esta campaña sobre ello, es la urgencia climática, porque España es uno de los países más afectados por la emergencia climática, donde más va a golpear, y necesitamos descarbonizar más rápido y adaptarnos mejor.

Hablando del avance de la extrema derecha. Durante este gobierno progresista, como no ha habido otro desde la restauración democrática, se está produciendo este aumento de poder institucional de la extrema derecha. ¿Qué se ha hecho o dejado de hacer para que esté ocurriendo esto? ¿O es más un contexto europeo en el que vemos Hungría, Polonia, Italia, Suecia, Finlandia?

Es una combinación de varias cosas. Hay una ola reaccionaria en Europa que estamos tratando de combatir, con aumento de partidos de extrema derecha. Y somos un sistema político y una economía totalmente vinculada a Europa y es imposible que las dinámicas europeas no lleguen a España y esa ola reaccionaria nos está afectando. Pero también yo creo, y eso es un debate europeo, que el crecimiento de la extrema derecha tiene que ver con que la derecha supuestamente democrática ha abierto las puertas, ha aceptado el campo de juego de la extrema derecha y eso le ha permitido crecer. Cada vez que el Partido Popular acepta postulados de Vox y normaliza tener a personas que niegan la violencia de género en las instituciones o personas que niegan la existencia del COVID, lo que hace es legitimar esas políticas y darles más aire. Y eso lo hemos visto también en otros países de la Unión Europea, una excesiva derechización de los populares que alimenta a la extrema derecha, y eso también explica esa cuestión en España, con toda la cuestión de las guerras culturales, en las que la extrema derecha juega muy bien.

Yo creo que nuestra respuesta debe ser mucha firmeza en nuestros valores, en los principios democráticos y libertades fundamentales, como por ejemplo todo lo que hemos vivido estos días con la bandera LGTBI y los símbolos que representan el orgullo. Debemos tener mucha firmeza ahí, pero también ser capaces de aparecer con proyectos creíbles que puedan resolver los problemas de la vida de la gente. Porque si la izquierda no es capaz de hacer eso, ahí es donde la extrema derecha también es capaz de crecer y avanzar.

¿Cuál sería un buen resultado de Sumar el 23 de julio?

En primer lugar, que pudiéramos revalidar el bloque progresista. Esa es para nosotros la prioridad. De hecho, las encuestas ya indican que el surgimiento de Sumar está cambiando el escenario: en estos momentos el voto a Sumar tiene una doble utilidad. En primer lugar, porque un muy buen resultado de Sumar es lo que puede permitir revalidar el gobierno de coalición, y un muy buen resultado de Sumar es lo que debe permitir hacer las políticas que queremos sacar adelante y que hemos peleado en estos últimos años. Por lo tanto, un buen resultado de Sumar es un resultado en el cual las políticas del futuro Gobierno son fuertes, están presentes y podemos seguir dejando nuestra marca. Estoy seguro de que lo conseguiremos.

Un buen resultado de Sumar es un resultado en el cual las políticas del futuro Gobierno son fuertes, están presentes y podemos seguir dejando nuestra marca

¿Y eso tiene alguna traducción en un número de escaños?

No voy a decir un número de escaños concreto. Sobre todo porque no creo que el número de escaños vaya a ser al final, en la noche electoral, el indicador de nuestro éxito o nuestro fracaso. Yo creo que el indicador de nuestro éxito o de nuestro fracaso va a ser si se revalida la mayoría. Y si en esa mayoría hay una fuerte presencia de Sumar, porque es garantía de que las políticas continúen. Pero eso no viene reflejado en un número concreto de escaños.

En el pasado ha ocurrido que un PSOE con un discurso pronunciado de izquierdas, como fue el de Zapatero, redujo bastante el espacio de otras izquierdas, que en aquel momento también hacían un discurso más transversal. ¿Temen que eso pueda pasar ahora con Pedro Sánchez con un discurso muy pronunciado de izquierdas reivindicando la tarea del Gobierno, incluso muchos de los logros que se han conseguido por la presión de Unidas Podemos, Sumar, etcétera? ¿Temen ese escenario?

En estos momentos, la tarea principal tanto de PSOE como de Sumar es la movilización del electorado progresista en España. No creo que estemos en una dinámica electoral en estos momentos donde lo importante sea competir en nuestra frontera. Lo más importante ahora mismo es que movilicemos al electorado progresista. Si somos capaces de hacerlo, nos irá bien a los dos. Yo creo que hay una dinámica más cooperativa que competitiva en ese sentido: si nos ponemos a competir entre nosotros por la franja en la cual nos podemos disputar y no nos centramos en movilizar al electorado progresista, nos irá mal a los dos. En cambio, si somos capaces de movilizar a todo el electorado progresista, habrá gente que preferirá al PSOE o Sumar, pero nos irá bien a los dos. Yo creo que el bloque también tiene que funcionar en esta campaña electoral con un objetivo compartido de movilización del electorado progresista. Eso es lo importante.

El otro día dijo Yolanda Díaz en Orcasitas que quería ser la primera presidenta verde. ¿El referente de Sumar es el espacio verde?

Sumar tiene como objetivo principal que el cambio climático esté en el centro de la agenda política. Sin duda. Nos estamos acercando ya a una situación muy preocupante porque estamos agotando el tiempo. Según los indicadores de Naciones Unidas, nos estamos yendo a un aumento de la temperatura media global de 2,3 y 2,4 grados, cuando sabemos que el Tratado de París nos marca 1,5 grados: necesitamos acelerar. Para acelerar en la lucha contra el cambio climático, que es algo fundamental para España, necesitamos un Gobierno progresista. Todo el mundo sabe que un Gobierno PP-Vox serían cuatro años perdidos en la lucha contra el cambio climático. Es fundamental para la lucha contra el cambio climático que el Gobierno progresista revalide la mayoría en España. Y yo creo que Sumar es el que aporta esa visión y esa fuerza, porque queremos poner esta cuestión en el centro, en los dos ámbitos donde eso es importante: en la descarbonización de la economía apostando por los sectores verdes, por las renovables, por la transición industrial, pero también en la adaptación, que para España es muy importante.

Estos días hemos hecho propuestas sobre la jornada electoral, que va a ser una jornada electoral peculiar por las altas temperaturas. Estamos teniendo muertes por las olas de calor, el otro día estábamos hablando con maestras que nos explicaban cómo era cada vez más complicado dar clase en centros que no están preparados climáticamente, que eso se nota y afecta a los niños en su rendimiento escolar.

Tanto Alberto Garzón como yo, por ejemplo, compartimos que la ecología es central, más allá de que tengamos más simpatías hacia una u otra familia política en Europa

Con lo cual, sí, una agenda verde clarísima la quiere llevar Sumar. Luego, somos una expresión plural, y hay en Sumar quien se siente referenciado más en la familia de la izquierda europea y hay quien se siente más referenciado en los verdes europeos, yo soy vicepresidente del Grupo de los Verdes en el Parlamento Europeo. Pero todos compartimos que la ecología es central. Tanto Alberto Garzón como yo, por ejemplo, compartimos que la ecología es central, más allá de que tengamos más simpatías hacia una u otra familia política en Europa.

Habla de su papel como vicepresidente de Los Verdes en el Parlamento Europeo. También tiene experiencia de colaboración entre algunos socialistas y parte de la familia de la izquierda. En ese sentido, ¿Sumar cree que puede llegar a convertirse en ese espacio de encuentro que pueda cuajar entre tradiciones más verdes, tradiciones más socialdemócratas y tradiciones más de de la izquierda.

Sumar es una plataforma robusta, coherente y también un gran aglutinador de fuerzas políticas, de movimientos, que están presentes en toda España y de diversos signos. Yo vengo de la constitución de los Comunes, que también fue una experiencia de confluencia exitosa que nos permitió ganar el Ayuntamiento de Barcelona dos veces y ganar las elecciones generales. Yo creo que Sumar en gran parte es eso. Y efectivamente nuestra política hacia Europa y nuestra política de alianzas será una política muy centrada en tratar de aglutinar. Estamos en un momento en Europa en el cual no nos podemos permitir que cada uno cultive su pequeño jardín frente a la irrupción de la extrema derecha. Estamos en un momento en que necesitamos unir fuerzas, poner a los sindicatos, a los movimientos sociales, a los partidos ecologistas y de izquierdas juntos a trabajar y esa es la experiencia de Sumar en España. Es la oferta electoral que hemos logrado poner en marcha y va a ser nuestra política en Europa.

¿Y cómo se desarrollará? Porque también, por otro lado, se ha registrado Movimiento Sumar como partido, que no sé si eso no puede adelantar si después del 23J tendrá un desarrollo. Pero, al mismo tiempo, el bloque electoral Unidas Podemos en el pasado no llegó a desarrollarse más allá del grupo parlamentario. En cambio, los comunes sí se desarrollan un poco más como sujeto político con órganos. ¿Qué plan hay con Sumar?

Aún es pronto para concretar cómo será la definición orgánica del proyecto. Hemos centrado nuestra puesta en marcha en el terreno de las ideas. Lo más robusto que tiene Sumar en estos momentos son sus propuestas, porque hemos tenido 35 grupos de trabajo trabajando desde hace más de un año en lo que hemos llamado proyecto de país.

Eso ha sido muy importante porque es lo que nos ha permitido ahora presentar un proyecto político cohesionado, ambicioso y con muchas ideas. Hemos hecho durante un año todo un ejercicio de prospección de cómo nos imaginamos la España no a corto plazo, sino a 10-20 años, que nos permite ser la oferta política que mejores ideas y propuestas está lanzando.

Es verdad que después de las elecciones vendrá la parte más organizativa, pero creo que tenemos un muy buen punto de partida, que es el acuerdo electoral que hemos alcanzado y la capacidad que hemos tenido de aglutinar a todas esas fuerzas. Luego, evidentemente, habrá que concretar después todo esto cómo se coordina. Pero creo que ambas cosas, las ideas y el programa y todo lo que hemos trabajado con gente de los movimientos sociales, de las universidades y con expertos más el acuerdo electoral es una buena base para que Sumar cuaje como un proyecto político de muy largo plazo, que es nuestra ambición.

Según el acuerdo, Sumar elegirá el portavoz parlamentario. ¿Quién podría ser?

Es pronto aún para definir estas cuestiones. Es verdad que en las listas electorales tenemos a gente muy valiosa, hombres y mujeres que vienen de muchos sectores, gente nueva. Será el próximo grupo parlamentario también en función de los resultados electorales, de cómo quede el grupo parlamentario que se elegirá. Pero yo creo que es pronto para decir quién va a ser el portavoz.

¿Habrá libertad de voto para temas complejos?

Nosotros queremos un proyecto coherente, y yo creo que el próximo grupo parlamentario tiene que ser coherente también en las votaciones, pero una coherencia que no tiene por qué ejercerse de forma rígida, sino a través del consenso y de la elaboración compartida. Estoy seguro de que eso funcionará bien.

Hablando de las listas, ¿le habría gustado que hubiera estado Irene Montero?

Todo el mundo sabe que ha sido un ejercicio muy complejo que hemos tenido que hacer a toda velocidad. Hemos tenido que poner a muchas formaciones políticas de acuerdo y es evidente que todo buen acuerdo genera renuncias. Hay cosas que a unos les gustarán más y a otros menos. Es imposible hacer un acuerdo tan complejo en el cual todo el mundo quede plenamente satisfecho. Ningún acuerdo logra eso. Y este era un acuerdo extremadamente complejo: yo entiendo perfectamente que haya gente a la que le hubiera gustado ver a Irene Montero en las listas, otras personas a las que les hubiera gustado que estuviera Alberto [Garzón], Juantxo [López de Uralde], Jaume [Asens], mucha gente que es muy valiosa, que ha hecho muy buen trabajo. Pero, bueno, al final, fruto de esta negociación, hemos hecho los equipos que conjuntamente hemos creído que eran los mejores para estas elecciones con la marca, con el discurso, con el programa, y este es el programa electoral y la oferta electoral que presentamos.

Pero a diferencia de los casos de López de Uralde, Garzón o Asens, en el caso de Irene Montero la propia secretaria general de Podemos, Ione Belarra, dijo públicamente que había habido un veto, que había habido un chantaje, incluso pidió que se levantara el veto antes del plazo para registrar las listas. Parece que Podemos quería y que Irene Montero quería ir. ¿Por qué al final no está?

Al final, cuando uno tiene a 15 partidos en una mesa y el grueso de la negociación es tan amplio, se generan acuerdos que tienen una gran complejidad. Y todo el mundo es consciente de que se tienen que tomar decisiones, que en un acuerdo tan complejo tiene que haber renuncias y al final siempre hay cosas en las cuales todo el mundo no queda plenamente satisfecho.

Y yo insisto, entiendo perfectamente que haya gente a la que le hubiera gustado ver a Irene, pero también que hubiera continuado Alberto u otras personas. Pero, al final, creo que hemos logrado el acuerdo también por una cosa muy importante, que es que hubo mucha gente que apostó que no lo lograríamos. Yo quiero insistir en eso. Y cómo estaríamos ahora, en qué situación afrontaría la izquierda ahora mismo estas elecciones si no hubiéramos logrado ese acuerdo y hubiera tres papeletas a la izquierda en estas elecciones. Prácticamente podríamos dar la competición para ganar el Gobierno por perdida. Y hubo mucha gente que apostó a que no seríamos capaces de hacerlo. Y lo hicimos en una semana, lo logramos. Es muy importante, Podemos ha firmado el acuerdo y está en él, y haber logrado eso es lo que ahora nos va a permitir poder ganar el próximo Gobierno. Y, además, creo que ha sido la irrupción de Sumar y la dinámica positiva que estamos generando lo que está haciendo cambiar el ambiente de la campaña electoral. La emergencia de Sumar es lo que está permitiendo que la gente crea que podemos ganar.

Por lo que se está viendo en los acuerdos a los que están llegando la derecha y la extrema derecha de desmontar muchas políticas feministas, de negar la violencia machista, de decir que no se sabe lo que es el Convenio de Estambul... pero también por algunos discursos de esta precampaña, ¿consideran que el feminismo ya no es discursivamente o políticamente un eje tan movilizador como lo era antes?

Yo creo que lo sigue siendo. Y creo que es importante que sigamos reivindicando el feminismo como un gran aglutinador. Y un feminismo que interpele a los hombres, lo digo también por las declaraciones del presidente del Gobierno sobre sus amigos de 40 y 50 años de estos días. Es muy importante que los hombres se incorporen y defiendan y se sientan vinculados al feminismo, porque también forma parte de ellos. Es decir, el feminismo es el que permite que un hombre pueda pedirse un permiso para cuidar a sus hijos y que eso sea bien visto y socialmente aceptado.

Por lo tanto, el feminismo también es un movimiento que amplía derechos para los hombres. Hay que construir también esa idea de un feminismo en positivo, un feminismo para todos, que creo que es fundamental. Y a través de esa idea seremos capaces de que el feminismo siga siendo un gran aglutinador. En los últimos años el feminismo ha sido uno de los grandes movimientos que han transformado este país y estoy convencido de que lo va a seguir siendo.

¿Si se repite el Gobierno de coalición, por qué carteras le gustaría pelear a Sumar?

Nosotros vamos con toda la ambición, somos una fuerza de gobierno y queremos seguir siéndolo. Pasa una cosa curiosa con Yolanda Díaz, que probablemente es el primer liderazgo de la izquierda europea construido a partir de la buena gestión de gobierno. Esto es bastante insólito en la izquierda europea. Normalmente los grandes liderazgos de la izquierda se construyen desde la oposición. Aquí Yolanda Díaz ha construido su liderazgo a partir de la buena gestión y del buen gobierno. Y yo creo que hemos demostrado sobradamente que estamos preparados para asumir cualquier área de gobierno. Hemos asumido carteras importantes en este mandato, no solo Trabajo, que ha sido una cartera difícil, pero también muchas otras. Y creo que hemos demostrado que hemos sabido hacerlo bien en estos momentos. La reforma laboral, que es una de las grandes políticas estructurales de este Gobierno, es una gran referencia en Europa en estos momentos.

Todo el mundo pensaba que la precariedad y la temporalidad era un mal endémico español, que no tenía solución porque la estructura económica de España era como era y que eso no se podía atajar. Y hemos demostrado que se podía hacer. Por lo tanto, creo que Sumar está preparada para asumir cualquier área de gobierno.

En la anterior negociación se peleó mucho por igualdad. El PSOE dijo aquello de que ningún ministerio de Estado iría a UP. ¿En este momento, con esta experiencia del Gobierno, se pelearía también por algún ministerio de Estado, como por ejemplo Exteriores? ¿Por qué se pelearía?

Ahora es pronto para hablar de estas cosas. Además, no creo que la ciudadanía nos quiera ver ahora hablando de reparto de carteras, creo que nos quiere hablando de ideas, de propuestas. Pero yo sí quiero dejar una idea muy clara. Creo que Sumar es un proyecto ambicioso, coherente, riguroso, que tenemos a los mejores profesionales en todos los ámbitos y que, por lo tanto, estamos capacitados para asumir cualquier área de gobierno y si se repite el Gobierno de coalición, pues iremos con la máxima ambición para tratar de gestionar esas áreas donde creemos que podemos hacer una buena labor como la hemos hecho en el Ministerio de Trabajo.

El martes pasado, el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, en el acto del Orgullo del Ministerio de Igualdad, dijo: “A mí este Ministerio de Igualdad me gusta”. ¿A ustedes también les gusta este Ministerio de Igualdad?

En el Ministerio de Igualdad se han hecho cosas muy, muy importantes. El otro día salía una estadística que mostraba que España es el tercer país en protección de derechos LGTBI en la Unión Europea. Esto habla bien de nuestro país, habla bien de España, sobre todo porque tenemos una democracia muy joven y hemos logrado en muy poco tiempo convertirnos en un referente en esta materia y en esta legislatura se ha aprobado la ley trans, que es un grandísimo avance en derechos para un colectivo que ha sido tradicionalmente machacado, discriminado y ha sido muy, muy importante.

La segunda cuestión que creo que se ha hecho muy bien también ha sido la ampliación de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres en un contexto donde en Polonia y Hungría hemos ido hacia atrás. Es decir, en un momento en el cual en la Unión Europea en materia de protección de los derechos de las mujeres se ha ido hacia atrás, y sabemos que hay un grandísimo ataque de la extrema derecha contra los derechos de las mujeres, en España hemos avanzado. 

Y lo quiero decir también de una manera muy clara: con nosotros el Ministerio de Igualdad va a seguir siendo ministerio. Lo digo porque Alberto Núñez Feijóo estos días ya ha dicho que él no va a mantener Igualdad como un ministerio. Para nosotros sería un grandísimo error. Igualdad debe seguir siendo un ministerio.

El miércoles, en Chueca, se vio a Yolanda Díaz y a usted con Íñigo Errejón, con Mónica García, Eduardo Rubiño, Loreto Arenillas, Carla Antonelli... Y el sábado pasado en Orcasitas (Madrid), la imagen fue similar. ¿Es Más Madrid el referente de Sumar en Madrid?

Más Madrid es un componente muy importante de Sumar, pero como todo el mundo sabe en Sumar hay muchos más componentes. También estuvimos con Sira Rego, que es una compañera de Izquierda Unida, esa misma noche después en la celebración del Huffington Post. Y en esta campaña electoral, quiero decirlo de una manera muy clara, las voces que van a emerger de Sumar van a reflejar este amplio acuerdo que hemos alcanzado. Y va a haber voces de Izquierda Unida, de Podemos, de Compromís, de los Comuns y también de Más Madrid. Sumar representa un proyecto coherente que tiene muchas expresiones y esa es nuestra voluntad.

Hablando de muchas expresiones y del programa que se está ultimando. Le quería preguntar por el derecho a decidir en Catalunya. Tanto en el espacio catalán como en el estatal, Izquierda Unida y Podemos han defendido históricamente una consulta sobre el derecho a decidir de modelo escocés [pactado]. Y ahora de lo que están hablando es de refrendar lo que salga de la mesa de negociación, pero eso es una cosa distinta. Yo le quería preguntar si Sumar, además de defender una consulta sobre lo que salga de la mesa de negociación entre gobiernos, que está por ver qué puede salir, apuesta por la consulta tipo escocesa o canadiense como previamente había sido Unidas Podemos, Izquierda Unida...

Estamos en unas elecciones generales en las cuales nosotros presentamos un programa de legislatura. Lo que tenemos que ofrecer a la ciudadanía es qué vamos a hacer con la cuestión catalana en los próximos cuatro años, que es nuestro contrato. Y lo que hemos dicho es que creemos que de la mesa de diálogo tiene que salir un nuevo acuerdo que pueda ser votado por los catalanes. Eso es lo mismo que defendieron los comunes en las últimas elecciones en el Parlament.

Llevamos un tiempo construyendo esta idea. Más allá de que podamos definir en un congreso nuestro modelo a largo plazo, en esta legislatura creemos que esto es lo que lo que debemos hacer. Por una cosa muy importante, que parece que se nos ha olvidado, pero es que Catalunya es la única comunidad autónoma de España que tiene un Estatuto votado por sus ciudadanos que fue recortado a posteriori por el Tribunal Constitucional.

Es decir, el pacto actual entre Catalunya y España carece de esa legitimidad por cómo se produjo esa votación y todo el mundo entenderá que corregir y refrendar a través de una votación un nuevo pacto que surja de la mesa de diálogo es muy importante.

Y hay otra cosa que quiero remarcar: es importante que en esta campaña electoral todo el mundo se comprometa a que la cuestión catalana seguirá por la vía del diálogo, la negociación y el acuerdo. ¿Por qué lo digo? Porque nos preocupa muchísimo lo que pueda ocurrir en Catalunya si llega un Gobierno de PP y Vox. ¿Qué va a ocurrir con ese diálogo? ¿Qué va a ocurrir con Catalunya? Para la cuestión catalana la llegada de PP y Vox al Gobierno va a ser extremadamente negativa. Hemos logrado tener un marco de negociación en positivo y es muy importante que ese marco continúe. Y Sumar va a estar ahí.

Entiendo entonces que si el programa es el programa, se va a pensar en clave de legislatura, en una clave más de principios republicanos o España plurinacional... No se va a llegar a esas grandes declaraciones en el programa.

Estamos acabando de perfilar el programa. Normalmente lo que hacemos es que los Comuns en Catalunya van a desarrollar una propuesta más larga en su programa, que va a ser recogida de alguna manera en el programa estatal. Es la estructura que siempre hemos tenido. Estamos terminando, lo presentaremos probablemente la semana que viene, cuando esté definida la redacción concreta de todas estas cuestiones. Pero sobre la propuesta concreta de legislatura, la votación de lo que salga de la mesa de diálogo va a ser la propuesta que llevemos.

¿Da tiempo a darles la vuelta a las encuestas?

Da tiempo a darles la vuelta a las encuestas, porque además ni tan siquiera las encuestas que tenemos ahora son definitivas. Es decir, yo creo que la derecha ha sido muy hábil instalando que la victoria estaba hecha, pero cuando uno ve los números, PP y Vox en muchas de ellas no alcanzan la mayoría absoluta. Y aún nos quedan tres semanas de campaña por delante.

Y yo creo que la emergencia de Sumar está empezando a cambiar la dinámica, la aparición de nuestra propuesta política es lo que está empezando a hacer creer a la gente que podemos ganar y eso es muy importante. Yo noto un cambio en el ambiente de campaña muy importante, y creo que podemos darle la vuelta y ganar.

Europa necesita un gobierno progresista en España, y esa es una de las razones por las cuales me he metido en esta campaña

Además, uno de los motivos por los cuales me he metido en esto es porque sería terriblemente negativo para Europa que en el próximo ciclo institucional que empieza el año que viene, España se metiera en el club de Hungría y de Polonia, porque tendríamos a países muy grandes con gobiernos de corte iliberal, incluso muy reaccionarios. Y para que en Europa en el próximo mandato continuemos con el Green Deal afrontando la emergencia climática, desplegando las políticas sociales, es imprescindible un Gobierno progresista en España. Europa necesita un Gobierno progresista en España, y esa es una de las razones por las cuales me he metido en esta campaña.

En efecto, si cambia la correlación de fuerzas en el Consejo de la UE, con un eje España-Italia además, puede cambiar el rumbo que salga de la Unión Europea a partir de la negociación de las presidencias de las instituciones europeas en julio de 2024. De hecho, ya en votaciones se está viendo cómo el PP europeo y la extrema derecha intentan frenar aspectos claves del Pacto Verde.

Hay un replanteamiento de dos cosas: del Pacto Verde Europeo y de todos los avances en materia de integración social y económica. El PP quiere corregir de raíz todo lo que se ha hecho en esta legislatura, frenar el Pacto Verde Europeo, todo lo que está pasando con la nueva ley de la naturaleza, la revisión de la directiva de químicos. Pero también hay un intento de sabotear el fondo de recuperación. La derecha no quiere que el fondo de recuperación continúe ni que se hagan permanentes esos avances que hemos logrado.

La derecha europea quiere corregirlos y es muy importante para que Europa siga avanzando en clave social, democrática, ambiental, que España, que es la cuarta economía de la eurozona, tenga un Gobierno progresista. Esta campaña electoral obviamente la vivimos mucho en clave nacional, pero tiene una dimensión europea clarísima.

Incluso después de las europeas, puede cambiar el equilibrio de fuerzas del Parlamento Europeo.

Veremos cómo va eso. Por eso también es importante que en esta campaña traslademos esa idea de que la ciudadanía está votando por su país y por el futuro de su país, pero también está votando por el futuro de Europa.

Puedes ver aquí la entrevista completa:

Vídeo: Clara Rodríguez y Mario Iranzo.