La convención de este fin de semana ha generado ilusiones renovadas en el sector más a la derecha del PP. Esperanza Aguirre se mostraba este lunes entusiasmada con lo que consideró como la “consolidación definitiva de Pablo Casado como líder del partido”. “Ha desgranado el decálogo de lo que piensa hacer, y es lo que tiene que ser un partido de centroderecha europeo”, ha asegurado. Y ha enumerado esos temas que la hacen sentir ahora más cerca de su partido: la defensa de la vida, de la propiedad, de los impuestos bajos, poner coto a la inmigración y la aplicación de un 155 'sine die' en Catalunya “porque es el asunto más grave de este momento”.
Aguirre ha defendido en una entrevista en Telecinco que la esencia de esta convención era reivindicar la ideología liberal. Y por eso no ha dudado en marcar diferencias con la anterior dirección del Partido Popular. “Me llevo muy bien con Rajoy en lo personal, pero en lo político... La ideología no le interesa nada, como se ha visto”, ha asegurado la expresidenta de la Comunidad de Madrid.
“Rajoy recibió un partido todo lo que estaba a la derecha del PSOE era del PP. Y Pablo ha recibido un centroderecha partido en tres”, ha explicado. Y ha ahondado en las razones de esa división: “Algunos se han ido del PP desilusionados porque no hemos aplicado con suficiente convicción nuestros principios. Hay 3 millones que dejaron de votarnos”.
El fin de la era Rajoy
Si quedaba alguna duda, Aguirre dio por acabada la era Rajoy al asegurar que creía que Soraya Sáenz de Santamaría no haría nada por volver a la primera línea en el Partido Popular, y ha confesado que se alegró de su derrota frente a Casado. “Cualquier otra opción a la de Casado solo hubiera continuado con esa sangría”.
En cuanto a Vox, Aguirre no ocultó su simpatía por Santiago Abascal –al que ella, cuando era presidenta de Madrid, colocó en una fundación opaca en la que cobraba 90.000 euros–. “Tengo un gran respeto por él. Lo conozco mucho”. Y aunque asegura que “hay cosas que proponen que no son exactamente las que defiende el PP”, no ha descartado que Vox acabe integrándose en la estructura de los populares. “Ahora no es probable, porque están sumando votos de la nada, pero dependerá mucho de los resultados de las elecciones”. Y acabó con un “ojalá”.
Aguirre apuntaló la cercanía con Vox asegurando que no es comparable con el partido de Marine Le Pen y con esta reflexión: “La gente no ha entendido que nuestro partido soltó a Bolinaga y que Ortega Lara esté en Vox”.
La expresidenta y ex candidata a la alcaldía de Madrid no ha descartado tampoco participar de la campaña a las autonómicas y municipales: “Haré lo que me pidan”. Pero ha repetido su apoyo a Pablo Casado, describiendo su llegada al liderazgo del partido como “una bendición, una decisión providencial para darnos a todos energía”.