Esperanza Aguirre lleva cuatro años empeñada en que ella fue quien destapó la trama Gürtel. La última vez que lo hizo fue ayer durante una entrevista en El Objetivo de La Sexta al recordar que como presidenta de la Comunidad frenó la venta de dos parcelas en la localidad madrileña de Majadahonda que iban a suponer un “pelotazo” de 60 millones para Correa y las personas “presuntamente corruptas”, en referencia al alcalde, Guillermo Ortega, y el concejal José Luis Peñas, que llevó a los tribunales las grabaciones que impulsaron la instrucción del caso Gürtel.
En el mismo discurso la presidenta del PP madrileño reconoce que, en ese momento, “nadie” sabía que en esa operación “había un pelotazo”. “Me enteré mucho después”, admite Aguirre, que siempre ha sostenido que ella abortó “la mayor operación de venta de suelo a mitad de su precio”. La Comunidad de Madrid ordenó anular esa venta, que contaba con el beneplácito del entonces vicepresidente, Ignacio González.
Los hechos se remontan a 2004, cuando el alcalde de Majadahonda, Guillermo Ortega, quiso vender dos parcelas situadas en el Monte del Pilar. Como el precio de la venta era superior al permitido para una corporación local (era mayor que el 25% del presupuesto), el Ayuntamiento pidió permiso a la Comunidad de Madrid. Fue Ignacio González quien aprobó las condiciones y autorizó la venta, “siempre que el precio de las parcelas, se ajuste a los informes emitidos por el arquitecto municipal”: 48 y 35 millones de euros, respectivamente.
Una vez autorizados el precio y la venta, el Ayuntamiento abrió las ofertas y, tras la valoración de los técnicos y el arquitecto, la empresa Proinsa fue la ganadora del concurso. Días después, el arquitecto municipal modificó su valoración, y el primer lugar fue para Afar-4, de la que era propietario un íntimo amigo del secretario general del PP de Madrid, Ricardo Romero de Tejada.
Las alarmas se dispararon entre los concejales de Majadahonda: tres de ellos se postularon a favor de ese sistema de adjudicación y doce se mostraron en contra y a favor de una subasta pública “porque pensaban que esas parcelas costaban mucho más”, según explicó ayer Aguirre. La expresidenta regional reconoce que entonces impidió que la venta siguiera adelante -en contra del criterio de su sucesor, que sí dio el beneplácito-. “Me puse del lado de los concejales que pensaban que era mejor sacarlo a subasta pública que sacarlo con un precio tasado. No sabía que había pelotazo. Me enteré mucho después”, dijo la presidenta popular.
“La bronca de los concejales de Majadahonda sin yo saberlo destapó el caso”, continuó Aguirre. Esa “bronca” provocó la dimisión del alcalde, Guillermo Ortega, y el nombramiento de su sucesor, Narciso de Foxá. La versión de Aguirre es que después esos tres concejales que querían vender las parcelas a un precio inferior se “presentaron en unas elecciones contra el PP y no sacaron prácticamente nada”. “El señor Correa presuntamente financió aquello. Pusieron no sé cuántos pleitos y, cuando el juez condenó en costas, Correa dijo que no iba a pagar más” -añadió Aguirre-. Es entonces cuando Peñas empieza a grabar a Correa“, sentenció.