El director valenciano Eugenio Mira abre hoy la 46 edición del Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges con “Grand Piano”, un filme a lo Hitchcock o Brian de Palma y que continúa con el coqueteo que el cine español tiene en los últimos tiempos con el cine clásico estadounidense.
“Grand Piano” es la historia de Tom Selznick (Elijah Wood), un joven pianista que se retira tras un desastroso concierto y que en su vuelta al escenario, cinco años después, se encuentra un mensaje claro en la partitura: “Si fallas una sola nota, morirás”.
Es entonces cuando, sin apartar las manos de su piano, el protagonista debe lidiar con esta situación límite en medio de un auditorio lleno y expectante ante su retorno.
En la presentación de la película, Mira ha confesado que ha crecido con el cine de Steven Spielberg, quien “en el momento en el que comenzó a tener éxito se dedicó a apoyar a jóvenes directores como Robert Zemeckis, Joe Dante o John Landis, los cuales habían bebido en las fuentes de John Ford o Howard Hawks”.
Mira no resta mérito al guión original, obra de Damien Chazelle, pues “él, que también es cineasta, lo había escrito para dirigirlo; y el estilo Hitchcock y De Palma ya estaba en el texto”.
Instintivamente, continúa Mira, pensó inicialmente en ir en contra de eso, pero luego lo descartó, porque funcionaba a la perfección y además, añade: “Hitchcock y De Palma no sólo me gustan, son parte de mi vida”.
La filosofía que impregnó el director de “Birthday” fue “deconstruir la música y la imagen como si fuera un musical al que se le quitara el sonido, es decir, puro cine mudo, que es de donde viene Hitchcock. Quería ir al expresionismo alemán y volver al cine puro”.
Dejando de lado los aspectos formales, en cuanto a los personajes, asegura Mira, pensó más en el cine de Roman Polanski, al desarrollar la trama a través de la percepción del protagonista.
Para uno de los productores del filme, el también cineasta Rodrigo Cortés (“Buried”), la referencia a Hitchcock era de lo más evidente al mezclar música sinfónica y thriller en un auditorio: “Es como un final extendido de la escena final de 'El hombre que sabía demasiado' con James Stewart”.
Más allá de la trama de thriller, “Grand Piano” trata también sobre el bloqueo del artista, sobre el miedo escénico, hasta el punto de que cuando el acosador de Selznick habla con el pianista a través del pinganillo “no se sabe si le está torturando o salvándolo de su pánico escénico”, porque “el shock es una forma de superar ese miedo escénico como sucede en 'Candilejas' con Chaplin propinando una bofetada a la bailarina que no quiere salir al escenario”.
Para intensificar la tensión de la trama y describir la presión psicológica que sufre el personaje que interpreta Elijah Wood era fundamental, según el director, “la ausencia física de su acosador y que sólo se oyera su voz”.
Ese escaso protagonismo físico que tiene el villano de “Grand Piano” determina poca presencia en pantalla del actor John Cusack, pero “su presencia en el reparto hizo posible un proyecto tan atrevido como esta película”, ha advertido el productor.
Rodrigo Cortés ha dicho que el filme surgió del deseo de producir alguna película con Eugenio Mira, de quien admira su “capacidad para el arte secuencial y su especial caligrafía cinematográfica” y además “un proyecto como 'Grand Piano' exigía un director con un conocimiento musical que supiera articular la banda sonora con las escenas de suspense”.
Don McManus, que interpreta en el filme al director de orquesta, ha confesado que “ha sido difícil hacer el papel, porque no quería simplemente salir y mover los brazos sin mayor sentido”.
“Eugenio me dijo que no me preocupara y me dio una semana para prepararme, pero afortunadamente los músicos fueron muy generosos conmigo”, ha agregado el actor.
En la misma presentación, tanto el director del Festival, Ángel Sala, como el otro productor de “Grand Piano”, Adrián Guerra, han hecho una defensa cerrada del cine español después de las palabras del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, según quien los problemas del cine no tienen que ver solo con las subvenciones “sino también con la calidad de las películas y la comercialización”.
“El cine español es muy bueno y tiene mucha calidad”, ha comentado Sala; y Guerra ha añadido: “una película como ésta se habría podido hacer hoy igual, pero con los últimos comentarios del Gobierno seguramente habríamos tardado más tiempo, porque los bancos se lo piensan más al dar créditos si no tienen la seguridad de que el Estado pagará al cine español”.