El proceso constituyente para mejorar la democracia al que llaman desde varios sectores de la izquierda europea ha tenido su espacio en las jornadas del Plan B para Europa que impulsa Yanis Varufakis. Una iniciativa que no termina de llevarse a cabo por el poco peso a nivel institucional de sus partidarios y que no puede doblegar a dos adversarios que impiden su desarrollo: el “federalismo autoritario” y el “proceso deconstituyente” que vive Europa, según ha denunciado el eurodiputado de ICV Ernest Urtasun.
El análisis que ha hecho Urtasun, que participaba en un taller de esta cuestión con el también eurodiputado Fabio de Masi (Die Linke) y el miembro de IU Manolo Monereo, ha puesto el foco en las dificultades de “presentar batalla” democrática a todas las decisiones que toma la UE. Algo motivado, según él, por la cantidad de poder que se está cediendo a Bruselas, que “escapa al control democrático”. Entre los ejemplos de Urtasun están el Mecanismo Europeo de Estabilidad (ESM), el cual evita al Parlamento Europeo, o permitir que decida sobre las relaciones laborales o el modelo fiscal de los estados. “Son órganos que deciden sin control democrático. Esto se concreta en que el Banco Central Europeo pueda cortarte la liquidez si no aceptas una política económica determinada o una reforma que te quieren imponer”, ha dicho Urtasun en referencia al corralito griego.
Otro de los puntos que impiden esos avances es el denominado “proceso deconstituyente”, que busca acabar con “aquello que molesta en las constituciones nacionales”, según Urtasun, que ha asegurado que la UE “está haciendo acciones destinadas a desmontar todo lo que no encaja en el programa neoliberal europeo”. El último ejemplo es el acuerdo de la UE con Reino Unido por el que ahora se podrá discriminar a los ciudadanos de otros países europeos que vivan en las islas, que para él supone “acabar con derechos conquistados”.
La reforma del artículo 135 de la Constitución española es otra de esas acciones a las que se refiere el eurodiputado, que también ha puesto de ejemplo lo ocurrido en Portugal, donde se intentó “acabar con cuestiones blindadas” en su sistema. “Tuvo que ser el Tribunal Constitucional portugués el que impidiese las reformas que exigía la troika, como la de suprimir pagar de los funcionarios”, ha recordado Urtasun.
Los refugiados
La crisis de refugiados también ha estado sobre la mesa dentro de ese “proceso deconstituyente”. Y es que dentro de esos “derechos que teníamos reconocidos” está la Carta de Derechos Fundamentales de la UE, que “se vulnera a diario” y es “papel mojado” con las decisiones que está tomando Bruselas con los refugiados, según el eurodiputado. “Las expulsiones colectivas no son legales en la UE, pero se está planteando expulsar a personas que vienen de otros países buscando refugio”, ha asegurado.
En esta opinión le ha secundado el también europarlamentario de Die Linke Fabio de Masi, que ha asegurado que Angela Merkel quiere hacerse pasar por “la madre Teresa con los refugiados”. Según de Masi, la canciller alemana utiliza la crisis para “su beneficio, como ha hecho en otras cuestiones”. Por esta razón, De Masi insta a “atacar” a líderes como Merkel: “Hemos pagado muchos años por los poderosos, es hora de que paguen ellos”, ha apuntado.
Cómo lograr el proceso
Para avanzar hacia la realización de ese proceso constituyente los ponentes han hecho varias propuestas. La de Manolo Monereo es “anudar tres cuestiones: una social, una nacional e impulsar un proyecto de país. Esto ya se empezó a hacer en las últimas elecciones generales”, ha dicho.
La de Urtasun ha estado centrada en dos ámbitos. El primero ha sido el de los tratados europeos, a los que ha tildado de “aberración jurídica”. Pero ha asegurado que no se puede “destruir todo”, ya que hay que “defender algunos, como el de Schengen, aunque se lo están cargando”. El mayor problema para el eurodiputado es que se están construyendo instrumentos “fuera de los tratados”. Una práctica que asegura comenzó en 2008, con el inicio de la crisis económica. Para ello, ha instado a que “tiene que haber consenso en la izquierda para reformular esos tratados”.
El otro objetivo que debe perseguir la izquierda europea, según Urtasun, es el más obvio: el de ganar elecciones. “La alternativa se construye en nuestros países y ganando elecciones a nivel nacional. Todas las elecciones que haya a partir de ahora tendrán una dimensión europea. No nos basta con una silla en Europa, necesitamos muchas más. Debemos organizarnos así para lograr el proceso”, ha concluido.