San José, 2 feb (EFE).- El periodista y predicador evangélico Fabricio Alvarado disputará nuevamente la Presidencia de Costa Rica este domingo con una propuesta conservadora y con un discurso siempre centrado en los valores y la familia tradicional, así como en la reactivación de la economía.
Su postura marcada por el conservadurismo y la religión, lo llevaron al ascenso como candidato durante las elecciones del 2018 en donde se opuso rotundamente al matrimonio entre parejas del mismo sexo y a las iniciativas relacionadas a la fecundación in vitro, el aborto y la identidad de género.
Con esos temas fuera de la discusión al ya estar legalizados en el país, con excepción del aborto, Fabricio Alvarado, ha centrado su campaña electoral actual en temas económicos como la bajada del impuesto al valor agregado, la exploración y explotación petrolera y de otros recursos naturales, el desarrollo de infraestructura, así como el combate a la corrupción y una reforma educativa.
Fabricio Alvarado, de 47 años y nacido en San José, incursionó en la política en el año 2013 con el Partido Restauración Nacional. Prácticamente nadie veía venir el ascenso del movimiento político de Alvarado, que terminó líder en la primera vuelta con el 24,99 % de los votos.
En la segunda ronda perdió la pugna (39 %) ante el actual mandatario del centroizquierdista Partido Acción Ciudadana, Carlos Alvarado (60 %).
En esas elecciones la bancada evangélica tuvo su mayor éxito, tras alcanzar sorpresivamente 14 escaños de los 57 que integran el Congreso. Sin embargo, las divisiones a lo interno hicieron que él junto con un grupo de diputados se separara y creara su propio partido llamado Nueva República -también de derecha conservadora- con el cual ahora aspira a la presidencia.
Su mayor experiencia política son los cuatro años como diputado en el periodo 2014-2018. En su momento se le criticó su falta de preparación académica para ser presidente, así como las pocas propuestas. Pero cuatro años más tarde, su perfil llega renovado y es más reconocido.
Estudió ciencias de la comunicación colectiva en la Universidad de Costa Rica, profesión que no finalizó, y antes de ser legislador, ejerció como periodista de sucesos durante 10 años en la cadena de televisión Repretel.
Posteriormente, se ha dedicado a su carrera como cantante de música cristiana y predicador, lo que le hace ser un buen orador y generar cercanía con la gente.
En su etapa como cantante, Alvarado hizo giras por todo el país llevando su música a templos evangélicos, una religión que profesa alrededor del 20 % de la población costarricense, según algunas encuestas. Además, tiene varios sencillo como solista con música cristiana.
Alvarado, quien está casado con Laura Moscoa y es padre de dos niñas, ha centrado su campaña política de este 2022 en destacar que él es “la verdadera esperanza para Costa Rica” y que es “el líder que el país necesita” para traer bienestar y calidad de vida para todos los ciudadanos.
Su discurso se mantiene centrado en Dios como su fortaleza, los valores y principios cristianos, sobre la moral y la familia tradicional.
En su plan de Gobierno destaca 14 acciones durante los primeros 14 meses con lo que promete bajar el desempleo al 6 % e impulsar al país hacia la competitividad.
El candidato también ha resaltado su intención de que Costa Rica se incorpore a la Alianza del Pacífico para que la nación “vuelva a ser punta de lanza a nivel internacional”, traer inversión extranjera directa y la creación de un “canal verde interoceánico” de 16.000 millones de dólares para trasladar mercancías y estar en “mapa geopolítico mundial”.
En las últimas semanas su campaña se ha visto empañada por la denuncia de la Procuradoría de la Ética contra el diputado y jefe de campaña de su partido, Jonathan Prendas, por el supuesto delito de enriquecimiento ilícito tras recibir dádivas de un empresario durante un viaje a España en 2019 para participar en una conferencia de telecomunicaciones.