La mayoría absoluta del Congreso volverá a rechazar previsiblemente este viernes la candidatura de Alberto Núñez Feijóo a presidente del Gobierno. El líder del PP perderá así las dos votaciones de la investidura, como estaba previsto desde agosto. Y se abrirá el camino para que lo intente Pedro Sánchez, que tiene un plazo improrrogable de dos meses por delante para buscar la mayoría que Feijóo no ha encontrado. Pese a la previsible derrota, el dirigente gallego ha recibido en las últimas horas el respaldo unánime del PP como líder de la oposición.
El Pleno de este viernes durará poco, alrededor de una hora. La presidenta del Congreso ha convocado a los 350 diputados a las 12.15 horas, y la votación no se puede celebrar antes de las 13.20, hora a la que se produjo la primera derrota de la investidura de Feijóo, el pasado miércoles.
Las intervenciones serán breves. Tal y como indica el Reglamento de la Cámara Baja, antes de proceder a esta segunda votación, “el candidato podrá intervenir por tiempo máximo de diez minutos y los grupos parlamentarios por cinco minutos cada uno para fijar su posición”.
Feijóo no necesita la mayoría absoluta, 176 votos, para ser investido presidente a la segunda. Le basta con tener más síes que noes. Pero nada cambiará. El PP conservará sus 172 apoyos (los 137 propios, los 33 de Vox, el de Coalición Canaria y el de UPN), pero también los 178 rechazos del resto del hemiciclo.
Si el candidato mandatado por el jefe del Estado hace ya más de un mes no logró mover un solo voto en ese tiempo, e incluso puso en riesgo los de la extrema derecha al dejarles fuera de la Mesa del Congreso, menos todavía durante esta semana de intenso debate de investidura.
Guiños a Vox y ataques al PNV
Feijóo ha optado por una estrategia partidista durante el discurso y la defensa de su investidura, con ataques al PNV, por ejemplo, a quienes intentó cortejar hasta el último instante y que han abierto una nueva brecha con los nacionalistas vascos, como se encargó de recordar Aitor Esteban este jueves. O con un nuevo pronunciamiento a favor de la alianza con Vox, a quien incluyó con determinación en la “alternativa”, junto al diputado navarro (socio habitual) y la parlamentaria canaria. Precisamente el presidente de las Islas, en coalición con el PP, y líder de CC, Fernando Clavijo, ya reveló hace unos días su intención de negociar con Sánchez el apoyo a su investidura.
Una investidura, la del candidato socialista, cuya negociación ya ha echado a andar. Este mismo jueves, ERC y Junts pusieron negro sobre blanco sus condiciones. Además de una amnistía que estaría ya muy avanzada técnicamente, según ha revelado el líder republicano, Oriol Junqueras, los independentistas catalanes quieren que el futuro Gobierno de coalición “se comprometa a trabajar para hacer efectivas las condiciones para la celebración del referéndum” de autodeterminación.
Todo, antes de que se consume la derrota de Feijóo quien, pese a no haber logrado el objetivo para el que fue llamado a Madrid en el invierno de 2022, ha recibido el respaldo público de todo el PP.
Barones, dirigentes, portavoces, cargos públicos y orgánicos han desfilado en los últimos días por diferentes medios de comunicación para loar el discurso inicial de Feijóo, su vis parlamentaria y las intervenciones contra aquellos a los que invitó a ser sus aliados hace apenas unos días.
Nadie en el PP ha mostrado en las últimas horas ni un solo reparo a la estrategia y desempeño de Feijóo. Los más ultras han visto cómo su líder hacía suyos el espíritu de la Plaza de Felipe II y ratificaba su alianza con Vox. Los moderados han podido escuchar también partes del discurso a los que abrazarse.
La dirigente más dada a mostrar su discrepancia, Isabel Díaz Ayuso, también ha afirmado su respaldo a su jefe de filas. Tanto el suyo como el del resto de barones territoriales, donde ahora mismo descansa todo el poder del PP.
En el partido hay quien sostiene que Feijóo estuvo “por encima de las expectativas”, porque nadie contaba con que tuviera ninguna opción de ser investido presidente del Gobierno- No hay una sola fisura alrededor de un líder quien podrá afrontar un periodo de oposición más largo del que tenía en mente.