El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha cancelado uno de los planes estrella de su predecesor en el cargo, Pablo Casado: la venta de la sede nacional del partido, en el número 13 de la madrileña calle de Génova. Así lo ha confirmado este lunes el coordinador general, Elías Bendodo, en una rueda de prensa tras la habitual reunión del Comité de Dirección.
El número tres del PP ha asegurado que el edificio, que alberga también la sede del PP madrileño, “es de los afiliados”. Bendodo también ha sostenido que “los edificios no tienen culpa de nada”, en respuesta al motivo que dio Casado precisamente para ponerlo en venta: señalar a la sede como uno de los símbolos del pasado corrupto del partido, en concreto de la trama Gürtel.
Casado anunció la venta de Génova tras la debacle de las elecciones catalanas de febrero de 2021 y ante el arranque del juicio, el segundo, por la llamada caja B del PP. Un año después, cuando Feijóo presentó los avales para presentarse al congreso que lo eligió como sucesor al frente del PP, el gallego pidió “tiempo” para tomar posesión del cargo y estudiar la operación. Ahora, tres meses después, el PP ha confirmado que la anula.
El PP pone final así a una venta para la que contrató a una consultora que le iba a buscar un nuevo inmueble en el que alojarse. Ni la anterior dirección ni la actual han revelado la cuantía del contrato.
La renuncia del PP a vender su sede, que hasta ahora Feijóo no había querido confirmar si tenía intención de continuarla o no, llega en plena publicación de una serie de audios decomisados al excomisario José Manuel Villarejo en los que habla, entre otras personas, con la ex secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, sobre los preparativos de lo que luego sería la Operación Kitchen, la supuesta conspiración del PP y de elementos tanto policiales como parapoliciales para destruir las pruebas de la corrupción del PP que guardaba el extesorero, Luis Bárcenas.
El PP ha sido condenado ya tres veces por la Audiencia Nacional en casos de corrupción. La segunda es la sentencia del juicio que comenzaba justamente en la semana en la que Casado dijo que quería cambiar de sede. El Tribunal Supremo ha confirmado además dicha corrupción.
“Considero que no debemos seguir en un edificio cuya reforma se está investigando esta misma semana en los tribunales”, dijo entonces Casado, quien achacó a estos escándalos el pésimo resultado del PP en Catalunya. “No podemos seguir pagando facturas de lo que no conocemos”, zanjó ante su Comité Ejecutivo Nacional. “Desde hoy esta dirección no va a volver a dar explicaciones sobre ninguna cuestión pasada. No nos lo podemos permitir más con el calendario judicial que se avecina”, concluyó.
La estrategia comunicativa la está calcando Feijóo. Este mismo lunes, Bendodo ha insistido en considerar cosas “del pasado” los escándalos que han afectado a la cúpula del partido y que concluyeron con una moción de censura que derrumbó el Gobierno de Mariano Rajoy.