Los catalanes acuden a las urnas por cuarta vez en poco más de dos años con un escenario que ha cambiado notablemente desde el 27S. Además del terremoto de octubre -la celebración de un referéndum ilegal que conllevó una proclamación de la independencia sin efectos y la aplicación del 155-, las cosas han cambiado en el panorama nacional y en los partidos. La campaña ha sido anómala, con candidatos encarcelados y fugados, y también ha tenido algo distinto por las ausencias de algunas de las caras habituales de este tipo de contiendas en Catalunya.
En el bloque independentista es donde más se ha notado la anormalidad de esta campaña. El expresident Carles Puigdemont ha aparecido en entrevistas y vía plasma en los actos, con la innovación del megamitin, que supuso su proyección en varias localidades además de en el acto principal de cierre. En el caso de Oriol Junqueras, en prisión desde principios de noviembre, ha enviado cartas y ERC difundió un audio para participar en la campaña. Tanto al candidato de ERC como a Jordi Sànchez, que es el número dos de la lista de Junts Per Catalunya, Instituciones Penitenciarias les ha abierto un expediente.
En el lado independentista han tenido poco protagonismo, no obstante, dirigentes de peso como Artur Mas y Marta Pascal. El expresidente y la coordinadora general del PDeCAT no han intervenido en ninguno de los actos principales de la campaña y han mantenido un perfil bajo replegados en los pequeños eventos de la carrera del PDeCAT.
El PSC ha renunciado a rostros históricos del socialismo, como el de Felipe González. La coyuntura para el PSC es radicalmente distinta en estos comicios en los que apela al “catalanismo moderado” y a la reconciliación. Mientras que la presencia del expresidente era la forma de los socialistas catalanes de echar el resto para ganarse al electorado del cinturón rojo, su discurso ahora no les beneficiaba. En la campaña del 27S, González acudió a La Farga de L'Hospitalet: “Stalin autodeterminó a millones de soviéticos a Siberia”, dejó como titular. En esta ocasión el PSC ha evitado el tono beligerante. Ha sido Josep Borrell el que lo ha subido, pero los estrategas socialistas sostienen que no les ha perjudicado porque buscaban al votante indeciso entre ellos y Ciudadanos.
Susana Díaz también tuvo un papel hace dos años, pero esta vez ha desaparecido. En el PSC tuvieron dudas sobre la idoneidad de su presencia; pero finalmente fue la presidenta andaluza la que, tras haberse ofrecido, se autodescartó. Tampoco el presidente de Aragón, Javier Lambán, ha aparecido por Catalunya. De hecho, el Gobierno aragonés ha complicado las cosas al PSC al estallar el conflicto por los bienes de Sijena en plena campaña. Otros presidentes socialistas, como Guillermo Fernández Vara, Ximo Puig y Francina Armengol sí han estado junto a Iceta, que dedicó un hueco incluso a Miguel Ángel Revilla, presidente por el Partido Regionalista Cántabro.
Oltra en Valencia y Errejón aparece por sorpresa
En la campaña de Catalunya En Comú Podem han destacado dos ausencias: la de Mónica Oltra y la de Íñigo Errejón, que apareció por sorpresa en el acto de cierre de campaña, pero ocupó un modesto segundo plano. Ambos son dirigentes fundamentales del espacio político que representan Podemos y las confluencias. Sus estrategias políticas personales han influido en la decisión de 'borrarse' de la campaña de los 'comunes'.
Errejón es uno de los nexos entre En Comú y Podemos. En la anterior campaña tuvo un papel protagonista porque ha vivido en Girona e incluso habla catalán y es quien llevó a Podemos el concepto de plurinacionalidad. Pero esta vez no ha querido mezclarse en un momento en el que tiene en Madrid puesto el foco de su futuro. Además, desde Vistalegre II, la estrategia del partido no depende de él y prefiere no hacerse corresponsable de las decisiones que se adoptan. No obstante, en el caso de la campaña del 21D no ha querido participar en actos a los que le ha invitado En Comú, que es la pata de la que ha dependido la estrategia de campaña.
La vicepresidenta de la Comunidad Valenciana tiene, en una parte, las mismas razones que Errejón: está centrada en su cargo institucional y prefiere evitar que su participación en Catalunya se instrumentalice y se utilice un apoyo a los comunes para situarla del lado de los independentistas. Oltra aseguró que participaría si se lo pedían. No obstante, el ofrecimiento llegó tarde, cuando ya era imposible cuadrar agendas. La ausencia de la dirigente de Compromís contrasta con la unidad que mostró con En Comú en otros momentos, como el cierre de campaña de las generales del 26J, que se celebró en Valencia y en el que también participó Ada Colau. Ambas dirigentes se han autorreferenciado dentro del espacio político que representan Podemos y sus confluencias.
El PP evita a sus ministros polémicos
En las filas del PP no ha habido grandes ausentes en la campaña del 21D. El único barón territorial de renombre que no ha pisado Catalunya ha sido el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, que adujo problema de agenda para no acudir a un acto en Salou.
Aunque ha habido una fluida representación de ministros no han hecho campaña los titulares de carteras menos conocidos y con menos proyección política como Álvaro Nadal o Isabel García Tejerina y los que han estado involucrados en polémicas en Catalunya: Juan Ignacio Zoido, Íñigo Méndez de Vigo, Cristóbal Montoro, Rafael Catalá y Alfonso Dastis.