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La Fiscalía ha llevado a dos empresarios a los tribunales por aprovechar lo peor de la pandemia para hacer negocio y cobrar comisiones salidas de las arcas públicas madrileñas. Alberto Luceño Cerón y Luis Medina Abascal, según la querella de Anticorrupción, llegaron al Ayuntamiento de Madrid de la mano de un familiar del alcalde, José Luis Martínez-Almeida, y se ofrecieron a traer material sanitario de China. Detrás, sin embargo, estaba el menú habitual de los casos de corrupción: precios inflados y comisiones millonarias. La Fiscalía, que como desveló elDiario.es investiga este caso desde finales de 2020, sospecha que, una vez tuvieron el dinero en sus cuentas, empezaron a blanquearlo: entre los dos gastaron más de cuatro millones de dólares en coches y relojes de lujo, una casa e, incluso, un yate.
La querella de la Fiscalía Anticorrupción explica cómo obtuvieron el botín. Luceño cobró en total 5,1 millones de dólares en comisiones: tres millones salieron de un contrato para comprar mascarillas FFP2 y los otros dos de la compra de test de antígenos. Además, ocultó parte de estas comisiones a su socio. Por su parte, el hijo del fallecido duque de Feria cobró un millón de dólares del contrato de mascarillas. El saqueo no fue mayor porque el Ayuntamiento exigió la devolución del dinero que pagaron por 2,5 millones de guantes y tuvieron que renunciar a las comisiones.
En algunos casos esto implicó que entre el 60% y el 80% del dinero que pagaron los madrileños a través de la funeraria municipal fue a parar a los bolsillos de estos dos empresarios. Y según se desprende de la querella, los dos se lanzaron rápidamente a intentar blanquear y gastar el botín con compras masivas de artículos de lujo con difícil explicación.
Según ha descubierto Anticorrupción, Luis Medina gastó casi todo el dinero que había cobrado de comisión por conseguir que el Ayuntamiento pagase mascarillas a precio de oro. En total 725.515 euros del millón de dólares que llegó desde Malasia a su cuenta bancaria en Madrid. De ese dinero, un total de 325.515 euros de las arcas públicas madrileñas fueron a parar a un yate.
El hijo del fallecido duque de Feria compró un Eagle 44 al que bautizó como “Feria”. La embarcación, de más de 13 metros de eslora desde proa hasta popa, fue inscrito en el registro de yates de Gibraltar a nombre de una sociedad gibraltareña. Una sociedad, según Anticorrupción, “cuyos socios y titulares reales son los hermanos XXX y Luis Ramón Medina Abascal”. Medina sólo tiene un hermano: Rafael Medina Abascal, actual duque de Feria.
La Fiscalía sospecha que compró el yate para blanquear parte del dinero, pero el yate “Feria” se hizo a la mar poco después con Luis Medina Abascal a bordo. Así lo reflejaba por ejemplo la revista '¡HOLA!' explicaba en abril de 2021 cómo se había desplazado a Sotogrande, en el Campo de Gibraltar, para entrenar de cara a “las próximas regatas”. La publicación explicaba ya entonces que había comprado el barco a medias con su hermano y que Luis Medina lucía entonces “un look más relajado y ‘casual’ del que nos tiene acostumbrados: descalzo, en camiseta y con los vaqueros remangados”. La misma revista explicaba en otro número anterior que su hermano Rafael había cumplido “uno de sus grandes sueños” al estrenar el barco.
Esta no fue el único uso que Luis Medina Abascal dio a su millón de dólares salido de la compra de mascarillas en lo peor de la primera ola. La Fiscalía Anticorrupción también refleja la compra de dos bonos a razón de 200.000 euros cada uno. Uno de ellos denominado 'Phoenix MSCI World', que según el Deutsche Bank aporta cupones trimestrales de beneficios, y el otro era 'Global Dividend 10-50', que según este mismo banco más a corto plazo abona un cupón del 50% de la inversión inicial.
Alberto Luceño Cerón, con amplia experiencia en el mundo empresarial, cobró más dinero e incluso ocultó parte de sus comisiones a su socio. El exdirector de la Escuela Europea de Dirección y Empresa de Madrid consiguió gastar 3.272.548,01 euros de los más de cinco millones de dólares que cobró en comisiones salidas de la venta de mascarillas y test de anticuerpos. Y en su caso, la distribución de las ganancias fue bastante más variada e igual de lujosa que en el del descendiente del duque de Feria.
La investigación de la Fiscalía concluye que todos estos artículos de lujo, que suman más de cuatro millones de euros en total, fueron pagados con las comisiones salidas de las arcas públicas del Ayuntamiento de Madrid con el objetivo, supuestamente, de blanquear el capital que habían obtenido. Para hacerse con todo este dinero, explica Anticorrupción en su querella, inflaron el precio de las mascarillas, test de anticuerpos y guantes de nitrilo que trajeron de China a través de una empresa malaya.
Tal y como contó elDiario.es, en un momento en el que las administraciones públicas se lanzaban al mercado internacional a la desesperada para conseguir material con el que proteger a sanitarios, policías y bomberos entre muchos otros colectivos de personal esencial, Medina y Luceño consiguieron que el consistorio de la capital pagara 5,1 millones de dólares de más por un material que, además, no siempre era bueno. Los guantes de nitrilo no eran los que había pedido el Ayuntamiento de Madrid y unos test de los cuales una cuarta parte eran inservibles y casi la mitad eran de “dudosa eficacia”.
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