Pedro Sánchez volvió a la secretaría general con promesas de participación a la militancia y de apertura del PSOE a la ciudadanía en la elaboración de las candidaturas electorales para abandonar el carácter “endogámico” de esos procesos. Pero el desarrollo de esos compromisos las ha rebajado, según el borrador de reglamento que maneja Ferraz a la espera de su aprobación definitiva en el Comité Federal tras el visto bueno de la Ejecutiva y las “aportaciones” que puedan hacer los secretarios de organización territoriales en una reunión a la que se les ha citado el lunes.
Las resoluciones que se aprobaron en el 39º Congreso del PSOE -en el que Sánchez no encontró ninguna oposición tras su aplastante victoria en las primarias- establecían la elección de los candidatos a las presidencias de los gobiernos mediante el sistema de primarias abiertas, es decir, con el voto de los militantes y los simpatizantes que se registraran y pagaran una cuantía simbólica por determinar. Pero el reglamento en el que trabaja Ferraz deja en manos de las federaciones -y de la dirección federal- la decisión de que sean solo para afiliados los que escojan o dar la posibilidad de votar a los ciudadanos, salvo en el caso del aspirante a la Moncloa, en el que serán abiertas.
Esa fórmula ya se permitía en el PSOE. Por ejemplo, Ximo Puig se sometió a unas primarias abiertas previa autorización de la dirección de Alfredo Pérez Rubalcaba. Ferraz tendrá ahora la última palabra y serán las direcciones autonómicas las que soliciten o no que los ciudadanos puedan votar. La dirección también sopesa tener la potestad de plantearlo. Además, el reglamento permite que se anulen las primarias, incluso si están convocadas, y que el candidato correspondiente sea nombrado de forma directa si así lo estiman los órganos de dirección.
Las primarias como tal se celebrarán únicamente para la elección de los candidatos a cargos ejecutivos, aunque el PSOE estudia la posibilidad de que se puedan llevar a cabo también para el cabeza de lista al Parlamento Europeo si así lo propone la Ejecutiva. La dirección de Sánchez tampoco prevé que los simpatizantes puedan participar en la elaboración de las listas, tal y como avanzó la Cadena SER.
Las resoluciones del 39º Congreso establecían que “la elección de candidatos y candidatas al Congreso, Senado, Parlamento Europeo, Parlamentos de CCAA y Ayuntamientos (a partir de un tamaño de población a determinar) se realizará por el voto secreto y directo de los militantes y simpatizantes del ámbito territorial correspondiente mediante el procedimiento reglamentario que se establezca”. El borrador de ese reglamento circunscribe “a las propuestas de la militancia del ámbito territorial correspondiente” la elección de los integrantes de esas listas para esas instituciones (los consistorios los cifra en 20.000 habitantes).
Fuentes socialistas atribuyen a un “error” de José Félix Tezanos la redacción de las resoluciones que daban a entender la celebración de primarias abiertas para la designación de toda la lista electoral. “Es un disparate”, admite un cualificado miembro de la Ejecutiva.
El procedimiento de elaboración de las listas es, por tanto, muy similar al que el PSOE usaba hasta ahora: los militantes hacían propuestas en las asambleas y, a partir de ahí, eran los órganos de dirección los que designaban las listas completas que pasaban, a continuación, a los órganos superiores para su ratificación. Ahora el planteamiento es que se voten propuestas cerradas.
La Comisión Federal de Listas, que Sánchez usó en 2015 para sacar de las candidaturas a cabezas de lista que habían obtenido mayoría en sus comités provinciales, seguirá teniendo la capacidad de “incluir” nombres de candidatos no propuestos por los órganos provinciales o regionales.
Desde la dirección sostienen que las propuestas forman parte de un borrador que puede modificarse hasta el lunes que pase por el Ejecutiva y que después se podrán incluir cambios tras el encuentro con los territorios. De hecho, fuentes de la Ejecutiva sostienen que esa rebaja en la participación se ha hecho para contentar a las federaciones más críticas como parte de la labor que efectúa el secretario de organización, José Luis Ábalos, para aplacar el enfrentamiento.
Sin embargo, los responsables de organización de las federaciones más alejadas de Sánchez recuerdan que fueron sus propuestas las que salieron adelante en el congreso de junio pese a sus reticencias y que es a Ferraz a quien le corresponde ahora dar la cara. De hecho, aseguran desconocer cuáles son los planes.
El PSOE también aprobará las normas para la celebración de consultas a los militantes, que fue una de las principales promesas de Sánchez en las primarias. A pesar de que en una entrevista en eldiario.es aseguró que preguntaría a los afiliados su opinión sobre la gestión del conflicto independentista y de la aplicación del 155, no está previsto. El reglamento obligará a consultar los acuerdos que impliquen la gobernabilidad, según las fuentes consultadas.
También el crowdfunding será uno de los aspectos que se regulen después de la polémica suscitada en las filas socialistas por la recaudación de la campaña de Sánchez. En la gestora llegaron a advertirle de que podía incurrir en financiación irregular del partido por su método de recepción de fondos. Ferraz quiere zanjar esa polémica para futuros casos. Además, desarrolla el código ético del PSOE así como la figura del compliance penal, una especie de control interno penal, que figura en los estatutos aprobados tras el congreso de junio.