No habrá consulta a la militancia socialista sobre el acuerdo de Gobierno que Emiliano García-Page ha alcanzado con Podemos para dar “estabilidad” a Castilla-La Mancha en lo que queda de legislatura. En Ferraz admiten que no ha dado tiempo a desarrollar la regulación de las preguntas a los militantes, pero instan al barón regional a informar en las agrupaciones del pacto alcanzado para que se debata.
Los nuevos estatutos del PSOE, aprobados en el 39º Congreso Federal, recogen la propuesta de Pedro Sánchez de consultar a los militantes los asuntos de “especial trascendencia”. Esa medida medida innovadora en las reglas del PSOE –que afecta a todos los ámbitos de actuación del partido (federal, autonómico, municipal)– se recoge en los artículos 36 y 53 de las nuevas normas internas, que establecen que el pronunciamiento de los afiliados socialistas se desarrollará “reglamentariamente” más adelante.
No obstante, fijan claramente la obligatoriedad de las las consultas sobre acuerdos de gobierno de los que forme parte el PSOE o el sentido del voto en investiduras que supongan facilitar el gobierno a otro partido (como sucedió en octubre con Mariano Rajoy). El acuerdo de Emiliano García-Page con Podemos es el primer acuerdo para gobernar en coalición entre las dos organizaciones y, además, con esta nueva normativa.
En Ferraz reconocen que no ha dado tiempo a terminar ese reglamento específico sobre las consultas a los militantes y que se está elaborando (al igual que otros, como el de primarias). Lo que sí han pedido a la dirección regional es que informe en las agrupaciones sobre el pacto alcanzado para que haya debate.
“Dado que no hay desarrollo reglamentario del artículo 53 hemos instado a la dirección regional a que se dirija a las agrupaciones con la información pertinente para que se realicen asambleas para debatir la iniciativa”, señalan en Ferraz.
Podemos sí tiene previsto consultar a los inscritos sobre el pacto que ha alcanzado con los socialistas. Anticapitalistas ha mostrado su disconformidad.
García-Page no tendría problema para sacar adelante la propuesta de acuerdo con Podemos porque tan solo supone dejar dos puestos a los de Pablo Iglesias y porque tiene amarrada la federación. A pesar de que Sánchez se impuso a Susana Díaz en Castilla-La Mancha con cinco puntos de ventaja, el presidente cuenta con respaldo de los 'sanchistas' que no tienen previsto dar la batalla en su contra cuando lleguen las primarias por el liderazgo del partido, como sí le ha sucedido, por ejemplo, a Ximo Puig en Comunidad Valenciana.
En el PSOE dan por hecho que García-Page continuará al frente de la federación, aunque él aún no se ha pronunciado y vinculó su futuro orgánico a la “foto” que saliera del congreso federal en el que Sánchez se impuso a su candidata. La relación del barón manchego con el reelegido secretario general no es buena –fue uno de los dimitidos de la Ejecutiva en septiembre–, aunque Sánchez asegura que en esta nueva etapa tratará de mantener más entendimiento con los dirigentes territoriales.
Sánchez estuvo al tanto de las negociaciones para salvar el Gobierno de Castilla-La Mancha y este viernes se ha pronunciado favorablemente. “Es el presidente de la Junta de Gobierno quien, lógicamente, en función de sus competencias y autonomía decide los acuerdos de gobierno con otras fuerzas parlamentarias”, ha asegurado Sánchez desde Barcelona. En el PSOE intentan dejar en el plano regional tanto las negociaciones como el acuerdo con la formación de Iglesias.