Los últimos avances tecnológicos en materia de comunicación entre coches y entre estos y la infraestructura viaria permiten pensar en un futuro donde, por ejemplo, los semáforos en rojo sean solo un recuerdo de una época felizmente superada.
Eso es al menos lo que está ensayando Ford con su iniciativa Green Light Optimal Speed Advisory, que utiliza la información sobre las cadencias de los semáforos que le suministra una unidad instalada en las carreteras para señalar a los conductores cuál es la velocidad óptima a la que deben circular para encontrarse todas las luces en verde.
Ford desarrolla este trabajo para UK Autodrive, la entidad de pruebas de vehículo conectado y autónomo más destacada del Reino Unido, que cuenta con una financiación pública de 25 millones de euros para investigar sobre tecnologías que contribuyan a tres objetivos: hacer de la conducción algo menos estresante, reducir el consumo de combustible y perder menos tiempo en los atascos.
Sobre este último punto ha arrojado una luz bastante cruel el estudio recientemente publicado por la marca de lubricantes Castrol. Los españoles pasamos, de media, 72 días de nuestra vida conduciendo en embotellamientos. El promedio semanal de tiempo perdido en atascos es de 40 minutos, y el 72% de los encuestados considera que las arrancadas y paradas constantes son más molestas que las obras en las carreteras y los consiguientes desvíos y que el comportamiento de otros conductores.
Los ensayos que está realizando Ford se llevarán a cabo durante los próximos dos años tanto en carretera abierta como en circuitos cerrados. Además de la tecnología para evitar los semáforos en rojo, los Mondeo híbridos de la marca están probando el sistema de Luces con Freno Electrónico de Emergencia, capaz de avisar al conductor si un vehículo que circula por delante frena en seco, incluso si esto ocurre fuera de su campo de visión y a una distancia de hasta 500 metros.
A este avance de indudable valor para evitar situaciones de alto riesgo se suman otros cuya finalidad será alertar a los usuarios de la vía cuando otro coche se halle bloqueando un cruce cercano o cuando se acerque una ambulancia, un coche de policía o un camión de bomberos. Según Ford, el sistema priorizará la llegada de los vehículos a cruces sin señales de tráfico o luces.
En una línea semejante a la del fabricante norteamericano trabajan también marcas como Audi, que ya ofrece como opción en varios de sus modelos el asistente predictivo de eficiencia. Se trata de un dispositivo que se sirve de los datos que suministra el sistema de navegación para adaptar la velocidad a la topografía de la ruta, los límites de velocidad y la situación del tráfico.
Gracias a este asistente, que funciona en alianza con el control de crucero adaptativo y el lector de señales de tráfico, se consiguen ahorros de combustible de hasta el 10%, además de una notable mejora del confort como consecuencia de eliminar cambios de marcha superfluos y de circular a vela cuando las condiciones lo permiten.