Retirado de los banquillos desde hace varios años, algunos equipos todavía llaman a su puerta en busca de la victoria, pero también del espectáculo. Ángel Cappa (Bahía Blanca 1946) mantiene los pilares de sus ideas sobre fútbol y la vida con el vigor de un juvenil. Al exentrenador del Real Madrid, Tenerife, Las Palmas, River Plate, Huracán o Racing de Avellaneda, entre otros equipos de élite, le queda, como al poema de Blas de Otero, “la palabra”. Y en su caso es un tesoro porque es excepcional encontrar a un trabajador del fútbol decir lo que piensa. Quizá es porque es un hombre sin teléfono móvil, que nunca tuvo un representante y que siempre puso sus ideas por encima de los compromisos de un mundo millonario.
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¿Qué piensa cuando ve que un equipo paga 220 millones de euros por un jugador como ha sucedido este verano?
Es un síntoma más de que el fútbol ha sido arrebatado a la gente. Es un manejo comercial desproporcionado porque también se han introducido en el fútbol supermillonarios sin cuestionar nunca el origen de sus fortunas y gastan dinero como si fuera una broma. Es obsceno, desproporcionado y no hay nada que lo justifique. Se habla del libre mercado y de que cada uno hace lo que quiere con el dinero, y eso es la aceptación de una injusticia descomunal. Yo no lo acepto, eso es una barbaridad.
Pero hay quien dice que el fútbol es una megaindustria como el cine, en el que tampoco se cuestiona si un actor cobra lo mismo que Messi por una película.
El fútbol es entre otras cosas un gran aparato para anestesiar a la gente. Un golfista, un jugador de tenis o de fútbol americano cobra tanto o más que los jugadores. Pero también hay que tener en cuenta que eso lo cobra un número reducido de futbolistas. De todos los jugadores profesionales del mundo solamente un 2% cobra más de 750.000 dólares. Muy poca gente pero son los que están todos los días en los medios.
Nos hacemos a una idea de que todo el mundo es supermillonario y no es así. La gran cantidad de dinero que produce el fútbol no es para los jugadores. Entre ellos y los entrenadores, utilleros… solo se llevan el 16% de lo generado. Es para las grandes multinacionales.
¿Es la máxima expresión del capitalismo sin reglas?
Es el verdadero problema de la sociedad. Dicen que el mercado lo controla todo pero en realidad el poder está en las grandes multinacionales y el poder del dinero es quien controla todo. El fútbol ha sido absorbido por el poder económico y ellos lo manejan.
El presidente de la Federación, en prisión por corrupción. ¿Cómo se ha podido soportar tantos años esta situación?
Es complicado juzgar sin estar dentro del asunto a fondo. Lo que uno escucha y ve es que naturalmente se sobornaba a la gente que le vota. Puedo dar fe de eso con Grondona en Argentina, que se mantuvo tantos años a cambio de favores a uno u otro. Pero decirlo desde fuera es arriesgado. Tendrá que ser la justicia la que determine y corrobore.
¿No es extraño que los jugadores no supieran nada de unos partidos tan sospechosos?
El jugador está dentro de la maquinaria y le dicen que hay que jugar, va y juega. Muy difícil que se cuestione.
Pero con la selección parecen más libres para opinar y negarse a jugar un amistoso inconveniente.â¨
Ahí peor. Imagina que uno dice: no vamos a Guinea a jugar, pues tendría a todos los medios en contra. Ellos viven en una burbuja, en una situación irreal. Están sometidos a entrenamientos diarios, esfuerzo y muchos partidos y no todos tienen tiempo y ganas de investigar la realidad del mundo en el que viven. Eso le pasa a la mayoría.
La sensación es de que los jugadores controlan sus decisiones sin que nadie les discuta.
Creo que el jugador decide relativamente sobre sí mismo. Nunca han logrado juntarse. Lo intentaron Maradona y Cantona, pero no lo consiguieron.
Hay un caso de unión de éxito como el de Uruguay en el que los jugadores reclamaron que los derechos de imagen de la selección tuvieran otro reparto.
Los uruguayos se reunieron y decidieron defender los derechos laborales y económicos que les corresponden. Y defendieron también a los clubes porque hay una empresa que se llevaba la mayor parte del dinero. Quiero decir el 90%. Reclamaron sus derechos y pidieron que se revirtiera el beneficio en los clubes, las instalaciones, los estadios… para que la gente estuviera mejor. Y eso lo lograron también por la participación de jugadores de selección, como Godín y Luis Suárez que pelearon para que cobraran los jugadores más modestos. Y eso es un ejemplo.
En realidad los jugadores tienen el poder y no son conscientes de ello.
Es verdad en parte. Aquí hubo una huelga para que no se jugara en Navidad. Los medios estaban en contra de los jugadores por querer parar el fútbol en Navidad. Y alguien le preguntó a Ronaldo, el brasileño, que contestó con algo maravilloso: “Mire, nosotros somos los que jugamos y si no jugamos no hay fútbol”. Como diciendo, no me amenace porque es una estupidez. Evidentemente creo que no son conscientes de su poder de protagonistas. Creo que les tiran baldes de dinero y entonces aceptan lo que sea. Pero tendrían que ser conscientes pero también todos nosotros y no permitir a gobiernos que nos exploten y nos sometan a injusticias como las que estamos sometidos.
Ahí está el caso de Maradona que siempre fue crítico con el poder.
Saben que la carrera es corta. No es sencillo. Maradona es un ejemplo. Arriesgó todo su prestigio para ponerse a favor de Evo Morales, Hugo Chávez, Correa en Ecuador, de Fidel Castro y Cuba… ha tenido errores como todos nosotros pero ha sido y sigue siendo, quizá ahora no tanto el pobre, una persona incómoda para el poder. Lo contrario de Pelé, que siempre tiene una sonrisa con el poder y Maradona, no.
El tiempo le dio la razón a Maradona en algunas batallas como su denuncia constante de la mafia de la FIFA.
Nunca traicionó su clase. Y nunca la abandonó que es lo primero que suelen hacer los jugadores que muchos provienen de la clase obrera, inclusive de clases marginadas, y se desclasan. Eso ya lo dijo [Frantz] Fanon hace mucho tiempo. El oprimido odia al opresor y a la vez lo imita. Quiere ser como el opresor. A Maradona no le llegaron a desclasar.
En su caso, el Real Madrid le llegó a pedir que no emitiera sus opiniones políticas. ¿Cómo fue aquello?
Le preguntaron a 100 personalidades sobre si pensaban que Felipe González estaba enterado del GAL. Entre esos 100 se equivocaron y me preguntaron a mí. Entonces dije que si era un chiste la pregunta. Cómo no iba a estar enterado de un grupo parapolicial como ese. Es evidente que sí. Entonces indirectamente me dijeron que tuviera cuidado con mis opiniones porque yo representaba al Real Madrid. Y yo dije que no representaba a nadie más que a mí. Y que era libre de decir lo que quería. Pero fue indirecto y pedí que me dieran la orden por escrito. Obviamente si me la daban, iba a ir a todos los medios de comunicación. Y no me la dieron.
Entre las críticas a los futbolistas y entrenadores que opinan de política, la más incomprensible es la reiterada que recibe Guardiola cuando le dicen que un “hombre de fútbol” no debe opinar.
â¨Te cuestionan si tu pensamiento es distinto al pensamiento dominante del momento. Si piensas distinto a la corriente, entonces no tienes que opinar. Pero si opinas lo que opina todo el mundo, entonces sí puedes opinar.
Lo que ellos creen que piensa todo el mundo.
Sí, el pensamiento dominante que ya sabemos cuál es. Si te dicen Venezuela, tienes que decir dictadura. Y si no, pues ya se duda, este de qué va, vete a Cuba a vivir… entonces ¿dónde está la democracia? Si yo opino de una manera y soy amigo de gente que opina que Venezuela es una dictadura y yo opino que no. ¿Por qué me tengo que pelear con mi amigo? Mi amigo opina de una manera y yo de otra. Pero esa democracia no les gusta. Para ellos solo se puede opinar lo que ellos creen que hay que opinar. Y utilizan los medios para eso.
No tiene móvil pero es un hombre muy al día, gran lector de los medios. ¿Cree que las redes sociales son el origen de la polarización del debate y el empobrecimiento de la prensa?
Sí, van a peor. Leí una investigación donde los medios españoles son los menos creíbles de Europa y los segundos menos creíbles del mundo. Por algo es, se va a peor. Me parece perfecto que opinen. Pero no me parece bien que no informen, que oculten cosas, que destaquen otras… No dan noticias, opinan en los titulares. Y eso es atentar contra el derecho a la información.
En el caso concreto de Venezuela, en absoluto la mayoría de gente está informada de lo que ocurre. En absoluto si sigue los medios de mayor difusión. Y eso no me parece bien. Que los medios y los periodistas opinen me parece bien, pero el periodista no puede ser deshonesto. En el caso de Venezuela han puesto fotografías que no correspondían a la información, han manipulado vídeos… han hecho cualquier barbaridad. Han ocultado resultados. Por ejemplo, lo que llaman oposición hicieron un referéndum que nadie controló y se dio por válido y sumaron según ellos 7,5 millones de votos y se dijo que era la mayoría del pueblo venezolano. Ahora el chavismo hizo una votación legal, controlada y supervisada y sacaron 8 millones de votos más o menos y dicen que eso no es la mayoría del pueblo venezolano. Eso es deshonesto. Puedes decir que no te gusta ese Gobierno y estás en contra pero me parece mal ser deshonesto para informar.
¿No le suena? Así funciona la prensa deportiva.
La prensa deportiva fabrica consumidores. Por ejemplo, del juego se habla muy poco, casi no se analiza. No se analiza nada salvo excepciones y siempre hay periodistas que desafiando todo eso, hablan del juego, pero no importa. Lo que importa es si Ronaldo miró mal a fulano, si Messi dijo no sé qué cosa, si Neymar se peleó… lo que sucede alrededor del juego porque de esa manera se fabrican ídolos y se fabrican consumidores.
Ya no interesan mucho los espectadores de fútbol, lo que interesa es infantilizar a la audiencia para vender la camiseta de Messi carísima y no es la camiseta de Messi o vender el reloj del Real Madrid porque así tú también eres campeón de Europa. La prensa deportiva en general utiliza eso para el gran negocio y para anestesiar a la gente. No lo digo yo, lo han dicho algunos de los periodistas que la gente más sigue. Han dicho que si no fuera por eso con el paro… se hubieran, cito textualmente, “incendiado las calles”. Por eso tenemos las dos actitudes, por un lado el gran negocio y por otro lado la anestesia de la gente infantilizando a la gente.
Tiene lógica que si se quiere que el fútbol sea de masas, no se hable del juego que puede que no interese a todo el mundo.
Una vez en un canal que ahora ha mejorado un poco… tenían 10 cámaras para ver un partido y yo ya tiemblo. Porque te ponen un plano desde la Luna y yo pienso, de qué me sirve a mí esa toma, yo quiero ver el partido. O te ponen una toma desde atrás a 50 metros para ver un penalti. Por ejemplo, hay una falta intrascendente en el centro del campo, entonces el tipo te pone la cara del jugador a cámara lenta, los músculos… ¡y el juego sigue! Me desespero. Se lo dije una vez a un realizador. Y me dijo, nosotros queremos que a la señora que no le interesa el juego también le guste. Es decir, le prestan más atención a los que no les interesa el juego que a los que sí les interesa que tal vez sean minoría. Van a la mayoría y dirigen la mirada a otro tipo de cosas.
En Inglaterra no es así. De hecho, apenas hay repeticiones.
Es tratado como un gran negocio. Y eso exige tener la mayor cantidad de gente frente al televisor. Y me decía, si el partido es aburrido… Ya, entonces cuando vas al teatro y la obra es aburrida ¿qué haces? ¿Pones dibujitos y el primer plano del actor? Y me decía, ya pero se me va la gente. Entonces qué defendemos. La información que en ese caso sería transmitir el partido o el negocio. Pues el negocio.
¿Ha influido ese concepto mercantil del fútbol en el cambio de la manera de jugar de equipos y jugadores?
Ha cambiado el juego pero no en ese aspecto. Siempre hubo individualistas, sobre todo los goleadores. Y siempre hubo goleadores despegados del resto de compañeros. Me acuerdo de uno famoso en Argentina que cuando hablo de él me da miedo porque es de la prehistoria. Luis Artime, que jugó en River y en Independiente era muy goleador pero no participaba en el juego. Pero ha cambiado porque el juego interesa cada vez menos. Entonces da igual el juego y en lugar de sacar la pelota jugada lanzo un pelotazo para lo que llaman segunda jugada e intento agarrar el rebote. Porque da lo mismo. Si es gol vale lo mismo que si fuera una buena jugada. Se ha quitado el placer del juego y de ver el juego. Se ha cambiado el riesgo. No se arriesga porque si la pierdo puedo generar un contragolpe. Entonces si tengo que hacer un regate o dar un pase complicado, no lo hago, doy un pelotazo a un compañero rodeado de cuatro adversarios.
Su Real Madrid jugaba con Redondo, Laudrup, Martín Vázquez y Míchel. Todos ofensivos. ¿Eso ya no sucede?
Permíteme que te corrija. En el Barcelona jugaban Xavi, Busquets, Iniesta, Messi, Eto’o o Villa. Era también lo mismo. Eso del doble pivote que decían que sin eso no se podía jugar. Y el Barcelona lo demostró, que sí se puede recuperar la pelota si todos participan en la recuperación. Pero sí, son excepciones.
Se llamaba vagos y figuritas a jugadores como Martín Vázquez y ahora viendo a Bale, la diferencia de compromiso es tremenda en defensa.
Ha cambiado. En el caso del Madrid, Bale no es un jugador que participe en la tenencia de la pelota y Cristiano Ronaldo tampoco. Solo Benzema pero está alejado. Así es complicado para defender pero también para tener la pelota. Por eso al Madrid le vino muy bien, bueno lamentablemente, que se haya lesionado Bale o que no juegue porque al poner a Isco el equipo era más equilibrado, tenía más la pelota, los laterales se soltaban más…
El Madrid es un caso diferente porque es un ejemplo de lo que es el comercio. Como costó 100 millones de euros, tiene que jugar. Pero si el equipo funciona mejor con Isco, por qué tiene que jugar Bale. Cristiano Ronaldo te hace 50 goles y te da de comer y eso no se discute porque mientras él te dé de comer, tú puedes hacer poesía. Pero por qué tiene que jugar Bale. Porque son 100 millones. El negocio impera sobre lo deportivo.
No estoy en contra del negocio pero sí someterse a lo deportivo y no al revés. Y ahora está sometido. Si le preguntas a Zidane o Valverde si esta es la mejor pretemporada te dirán que no. Ellos dirán que prefieren estar en un lugar tranquilo, sin ir de lado a lado jugando partidos. Pero ahí está el negocio del club y eso es lo que digo que está mal.
Luego está el caso del Atlético de Madrid que consigue grandes resultados sin jugar con exceso de brillantez.
Lo que pasa es que lo que hizo Simeone es histórico y hay que reconocérselo. Y yo además de reconocerlo, lo admiro. Porque ha cambiado la historia reciente de un club. No la historia del Atlético de Madrid que era brillante desde hace muchos años, pero sí la reciente. De ser un club resignado, a ser un equipo capaz de jugar de igual a igual en cualquier campo y contra cualquiera. Otra cosa es que yo comparta esa manera de jugar, no la comparto. Pero eso no quita el respeto y admiración que me merece todo lo que ha conseguido.
Hay mucha gente, resultadista, entre comillas porque más resultadista que Guardiola que ganó todo no hay. Son resultadistas y cuestionan a Simeone porque dicen que en las últimas tres temporadas no ganó nada. Dicen que solo vale ganar y yo no estoy de acuerdo con eso. Porque aunque no ganó nada estuvo compitiendo en el máximo nivel siempre. Se gana o se pierde pero eso no desmerece: no vale solo el que gana.
También vale lo que hizo el Atlético de Madrid. También vale lo que hizo la selección argentina que fue finalista en dos Copas de América y una del Mundo, pero el resultadista extremo en Argentina dice que eso no es un fracaso. Yo que estoy en el otro extremo de ese fútbol digo que eso no es un fracaso, al contrario, es un éxito. En la final, la ganas o la pierdes. Fíjate el Atlético de Madrid que en el último segundo Ramos le mete el gol y le gana en la prorroga.
Pero el juego no es discutido, incluso se dice que solo se puede ganar así.
Bueno, eso es otra cosa. Yo no voy a ver al Atlético de Madrid porque no me gusta. Pero eso es cosa mía, tampoco voy a ver a Schwarzenegger porque no me gusta y es el que más recauda o recaudaba.
El aficionado piensa que es su única posibilidad de competir.
Imaginemos que el juego hubiese sido el de Guardiola y hubiesen ganado, les gustaría y defenderían ese juego. El aficionado quiere ganar en primer lugar. El aficionado, el jugador, yo y cualquiera. Y si ganas, vas escondiendo todo lo demás debajo de la alfombra. Pero como dijo Xavi, si ganas jugando bien, ganas dos veces y si pierdes jugando mal también pierdes dos veces, pero hay gente que tiene otra manera de entender esto.
Yo, cuando era más joven censuraba rotundamente a esa gente que veía el juego de otra manera. Pero tienen todo el derecho. A mí no me gusta y si juega el Manchester City y el Atlético de Madrid no tengo duda, voy a ver al City aunque pierda, pero no voy a cuestionar a quien prefiera ver al Atlético de Madrid y le guste. A mí no y tengo mis argumentos para defender que me gusta jugar de otra forma y también creo que si el Atlético de Madrid jugara de otra forma a lo mejor ganara igual o más, pero eso hay que demostrarlo.
El periodismo defiende que si se juega al ataque con equipos de menor presupuesto se da ventaja al que tiene más presupuesto.
Es el pensamiento dominante en el fútbol. Al no analizarse el juego a un periodista joven no le exigen que entienda el juego entonces le es más fácil entender la lucha, la pelea, el que impide que entender el juego, entender lo otro a los que juegan bien. Porque los equipos y jugadores que juegan bien siempre están bajo sospecha o están bajo la incertidumbre. Cuánto le costó a Iniesta y Xavi ser titulares. Y son, es opinable, dos de los mejores centrocampistas que vi en mi vida. Si, son buenos, pero este lucha más… Les costó mucho teniendo en cuenta la calidad que tienen.
Hay excepciones como el Rayo de Paco Jémez.
El Celta, el Rayo con Jémez que era hermoso verlo jugar y fue la mejor campaña de la historia del Rayo y eso que le cambiaban 14 jugadores cada año y eso no lo resiste nadie.
Siempre discutido Jémez.
Sí porque es otra cosa. A mí me ha pasado. Si eres entrenador y vas a un sitio y dices a mí lo que me importa es ganar, hay que levantar pesas, la preparación física… te ganaste a la mayoría del periodismo. Si vas a un equipo y dices yo quiero jugar bien al fútbol, te dicen esté de qué va, qué se cree que es.
Cuando el Real Madrid cambió a Valdano y Cappa por Capello, la prensa deportiva ensalzaba que el italiano había puesto disciplina e incluso prohibía las migas de pan en el mantel.
España es una sociedad que respeta mucho las jerarquías. Que alguien mande y alguien obedezca. Me acuerdo que me preguntaron en algún medio. ¿Estás enfadado por perder? Y dije, no. Y el titular era Cappa está enfadado y el texto decía que no. Pero como la gente esperaba que estuviera enfadado eso era el titular. El otro día vi un titular que decía: Valverde se enfada con Suárez. Vi el vídeo y era mentira. No se había enfadado pero el título era ese porque necesitamos alguien que mande, fuerte… Del Bosque era contracultural, no levantaba la voz, no hacía aspavientos, no decía nada en la banda porque ya había dicho todo lo que tenía que decir.
Pero hay cosas inamovibles como que Menotti entrenaba al Barça por la tarde porque salían de copas.
En un congreso de entrenadores, 15 o 20 años después de aquello, aparece un entrenador joven del que no voy a decir el nombre y desarrolló toda su exposición diciendo cómo los biorritmos aconsejaban entrenar a la hora de los partidos. Yo dije que eso lo dijo Menotti hace 20 años y todavía están diciendo que era porque salía por las noches. Pero eso queda para siempre. No hay manera de quitarlas. Como lo de que el Tenerife le quitó dos ligas al Real Madrid. Es una historia linda que no es cierta. No es verdad. El Madrid perdió casi todos los partidos previos.
Vivimos de las anécdotas aunque hay veces que son más dañinas. Por ejemplo, se dice que usted fue el culpable del descenso de River Plate pese a que Simeone tuvo más responsabilidad. ¿Quién fue el responsable de ese descenso histórico?
Los dirigentes fueron los responsables. Fueron 114 partidos. Simeone tenía en el primer equipo a Alexis Sánchez, Ortega… Muchos jugadores que se le fueron y Simeone salió campeón y el promedio comenzó a contar la siguiente temporada y salió último. Y luego Astrada y otro que no me acuerdo. Yo dirigí 18 partidos con el 51% de los puntos. Fui el que más puntos sacó de esos 114 partidos pero un periodista dijo que era el responsable y se terminó la historia. Nadie fue a los números. Tampoco me importa, pero eso fue la realidad.