El ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, ha asegurado hoy que casi el 90 por ciento de los vestigios franquistas en lugares públicos ya ha sido retirado, como establece la Ley de Memoria Histórica, y que los que aún permanecen es porque exigen procedimientos largos y costosos.
Gallardón ha ofrecido ese dato en la sesión de control al Gobierno en el Congreso al responder una pregunta del diputado del PNV Emilio Olabarria, quien ha acusado al Ejecutivo de no cumplir la Ley de Memoria Histórica que obliga a la retirada de escudos, insignias, placas y otros símbolos franquistas.
Según ha explicado el ministro, dentro de las competencias de la administración general del Estado, de los 705 vestigios inventariados por la comisión técnica que en 2011 determinó los que debían retirarse solo quedan 97.
En cuanto a lo que corresponde al Ministerio de Justicia se indicó la retirada de cinco vestigios y de ellos sólo queda un escudo en la Audiencia Provincial de Salamanca que se retirará próximamente durante el proyecto de remodelación del edificio que está previsto.
Gallardón ha recordado al diputado del PNV que la ley también fijó excepciones que determinan que la retirada de los símbolos no se llevará a cabo cuando sean de estricto recuerdo privado o por razones artístico-religiosas protegidas en la legislación.
“La existencia de 1.300 vestigios franquistas en el Estado español acreditan una actitud insumisa” respecto a la ley, ha dicho por su parte Olabarria, que considera que las excepciones vinculadas al valor “pretendidamente artístico o sacramental” de dichos símbolos no justifican su pervivencia.
El diputado del PNV ha argumentado que el PP no está en la tesitura de prescindir de 800.000 eventuales votantes enmarcados en un “franquismo nostálgico y residual” que siguen votando al Partido Popular por ligeros gestos simbólicos, como apuntan los sociólogos, ha dicho.
Asimismo, ha acusado al Gobierno de haber interiorizado el mensaje del presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco Varela, que afirmó que para una “sana purificación de la memoria lo mejor era el olvido”.
“Los muertos malos a los altares, los muertos buenos a las cunetas. Ustedes no cumplen la ley porque no quieren cumplirla”, ha recalcado Olabarria, que ha citado también algunos de los símbolos que permanecen en Madrid, ciudad de la que fue alcalde el ministro.
Ante esta alusión, Gallardón ha respondido que como alcalde, él fue quien aprobó la retirada a Francisco Franco de los títulos de alcalde honorífico, hijo adoptivo y la medalla de honor.
El único monumento en Madrid en el que queda un vestigio -ha recordado- es el Arco de la Victoria, que pertenece a la Universidad Complutense, “cuyo rector por cierto es el hijo de Santiago Carrillo”, ha dicho el ministro.
Igualmente, ha asegurado que en Bilbao queda un monumento de un águila imperial en un cementerio, por cuya permanencia la coordinadora Lau Haizetara Gogoan ha denunciado al alcalde de la ciudad.
Gallardón le ha preguntado a Olabarria con quién está en este asunto y ha concluido: “Yo estoy con el alcalde de Bilbao, del PNV, Iñaki Azkuna”.