Alberto Garzón ha debutado en la campaña electoral de Castilla y León. Su apoyo a la candidatura de Unidas Podemos se ha producido este sábado con un doblete, por la mañana ha estado en Burgos y en Aranda de Duero por la tarde. El ministro de Consumo pisa el terreno un mes después de que se desatase la polémica por unas declaraciones tergiversadas sobre la producción de carne, que fueron amplificadas por la derecha política y mediática. El primer representante público en difundir a través de Twitter esas palabras manipuladas fue el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández, al que hoy Garzón se ha referido como “el candidato de las macrogranjas”.
“El PP de Mañueco es un partido popular que se ha atado a la mentira, al bulo, a la desinformación, no solo para confundir a la población, sino también para deslegitimar la propia democracia. Y conviene que estemos muy alerta a esta deriva”, ha comenzado exponiendo el coordinador de Izquierda Unida en Burgos, donde ha sido recibido con un prolongado aplauso por los dos centenares asistentes que se han acercado al Polideportivo Lavaderos.
La bronca, que también azotó las costuras del Gobierno de coalición, se desencadenó por la utilización que hizo la derecha de la transcripción de la entrevista en The Guardian, donde el ministro habló de carne de peor calidad pero fue traducido como “de mala calidad”, en alusión a la producción de las macrogranjas. En esa misma respuesta, Garzón había alabado la ganadería extensiva que —calificó de medioambientalmente sostenible— cuya producción tiene mucho peso en varias comunidades autónomas, entre ellas Castilla y León.
No sólo políticos de formaciones de derechas cargaron contra el coordinador de Izquierda Unida, los presidentes autonómicos socialistas de Aragón y de Castilla-La Mancha, Javier Lambán y Emiliano García-Page, le pidieron una rectificación. También ministros del socio mayoritario del Gobierno de coalición se desmarcaron de sus palabras y aseguraron que Garzón realizaba esas declaraciones “a título personal”.
Ante estas críticas, todos los sectores de Unidas Podemos cerraron filas con el titular de Consumo. Incluso la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, poco dada a entrar en polémicas públicas con el PSOE, avaló la exposición realizada por su compañero de coalición. “El ministro lo que ha hecho sencillamente es corroborar lo que el Gobierno está defendiendo en sus documentos”, apuntó la ministra de Trabajo.
Ya con la polémica más descafeinada, Garzón ha afrontado su primer acto público, tras pasar la primera semana de la campaña confinado al dar positivo por Covid-19. En su intervención el líder de IU ha animado a los asistentes a prestar atención a la “cronología de los hechos” más polémicos que se han producido en las últimas semanas.
Para el ministro de Consumo existe una conexión entre la polémica de las macrogranjas y lo sucedido en el Consistorio de Lorca, donde “gente violenta golpeó a la Policía y amenazó a lo concejales de izquierdas de la ciudad”. “Esos hilos, que conectan la mentira descarnada con el asalto a un Ayuntamiento y a la democracia, están tejidos por los intereses de un PP arrodillado a la extrema derecha”, ha apuntado.
El último capítulo de esa “inclinación” del PP –citada por Garzón– “para deslegitimar la democracia” se produjo este jueves en el Congreso tras la votación de la convalidación de la reforma laboral, según ha expuesto el titular de la cartera de Consumo. Y ha añadido: “Lo que ha sucedido se debe a un error humano [en alusión a la equivocación del diputado Alberto Casero al votar el nuevo marco de las relaciones laborales], pero quieren convertirlo en un discurso trumpista, en una especie de vulneración democrática”.
Como conclusión a lo vivido en las últimas semanas, Garzón ha indicado que existen “elementos suficientes para creer que la operación que ha montado el PP les va a salir mal y, de hecho”. Sostiene el ministro que la operación puesta en marcha por los populares –basada en “bulos” y “mentiras”– no está siendo exitosa.
Junto a Garzón, se han desplazado hasta Burgos para arropar a los candidatos autonómicos de Unidas Podemos la ministra de Igualdad, Irene Montero; la portavoz de Podemos, Isa Serra, y el vicepresidente segundo de la Generalitat Valenciana, Héctor Illueca. Ante las críticas recibidas por el ministro tras la polémica de las macrogranjas, desde la coalición afrontaban con incertidumbre cómo podía transcurrir el primer mitin público de Garzón, finalmente ha discurrido con normalidad. El viernes volverá a Castilla y León y asistirá al cierre de campaña en Valladolid, junto a Montero y a Ione Belarra.