El coordinador federal de IU, Alberto Garzón, ha dejado claro que no cuestiona, “en ningún caso”, la alianza con Podemos, que ha considerado “un buen invento”, pero sí ha defendido un “reparto más equitativo” dentro de ese pacto y un “perfil propio” para Izquierda Unida.
Garzón, en la Asamblea Político Social de IU, ha hecho balance de la gestión de la dirección al cumplirse el primer año de su nombramiento.
Si bien el informe que aborda la situación de la alianza con Podemos, adelantado por eldiario.es, se limita a hacer un diagnóstico de cómo la dirección de IU considera que está funcionando sin entrar en las causas, Garzón ha insistido en que IU necesita tener un perfil autónomo.
Y no porque sean “fetichistas” de la marca, ha señalado, sino porque, entre otras cosas, opina que hay electores “mucho más referenciados” a IU que a Podemos y, si no ven que tienen el peso que le correspondería tener, no se sentirán atraídos por Unidos Podemos.
Garzón se ha centrado en el pacto con la formación morada, que, en su opinión, ha logrado “detener y neutralizar” la estrategia de un régimen basado en el “neoliberalismo salvaje”.
No obstante, esa alianza que IU tiene con el partido de Pablo Iglesias “puede y debe ser fortalecida” porque, según ha dicho, no está capitalizando el descontento de la mayoría social, pese a la crisis económica y de gobernabilidad que cree que vive el país.
El grueso del informe en el que Garzón y la ejecutiva de IU han estado trabajando en las últimas semanas se divide en dos capítulos. Uno, en el que el coordinador repasa el momento político y cómo la crisis y la irrupción de Podemos (“que contribuyó de forma significativa a la repolitización de la sociedad”) desbarataron el panorama político a partir de 2014. Y otro en el que repasa la implantación de la estrategia aprobada por la XI Asamblea de la organización, celebrada en 2016. Este segundo documento es el que más carga política tiene.
Garzón lamenta que la apuesta por un bloque político y social realizada por IU esté, de momento, estancada. “Nunca hemos entendido la Unidad Popular como un proceso meramente electoral o institucional”, señala el informe. Y añade: “De momento el peso más importante reside en la forma de alianza electoral con otros actores, especialmente Podemos”.
El líder de IU cree que “la alianza electoral ha servido para consolidar un fuerte espacio de izquierdas” y para “neutralizar las estrategias y operaciones del régimen”, aunque no para “organizar políticamente a las clases populares víctimas de la crisis”. Un objetivo que Garzón comparte con Iglesias, al menos teóricamente, pero que de momento ninguno de los dos ha logrado llevar a la práctica.
IU reconoce que la reestructuración del grupo confederal realizada tras Vistalegre 2, con la salida de la dirección de Íñigo Errejón y Carolina Bescansa (a quienes no cita el documento), “ha mejorado la situación”. Pero no lo suficiente. “Persisten problemas derivados de una difícil coordinación entre sujetos heterogéneos y la existencia de un actor mucho más grande que el resto”, dice en referencia a Podemos.
En su opinión, Unidos Podemos es “una coalición que aún mantiene un importante grado de competencia interna”. Garzón recuerda las elecciones de diciembre de 2015, cuando “nada más y nada menos que el 61% del voto a IU en 2011 se fue a Podemos-ECP-EnMarea”. Un análisis pormenorizado de las fugas de voto permite al líder de IU constatar que las “bases sociales” de ambos partidos “son, al menos en gran parte, idénticas”.
“Nuestras diferencias con Podemos deben visualizarse”, zanja. El motivo: “Hay un espectro político que simpatiza con nuestras propuestas y que quiere verse referenciado también en el Parlamento”.
“La cuestión es que algo está fallando y tenemos que corregirlo”, expone Garzón, tras constatar que “el PSOE ha estado sin un líder reconocible” y que ha “votado para que Rajoy fuera presidente”, pese a lo que “Unidos Podemos ha sido incapaz de ganar terreno entre el electorado de izquierdas y contrario al gobierno del PP”.
Sin mencionar a Pablo Iglesias, el coordinador de IU señala que “la valoración de algunos dirigentes es también un indicador que puede explicar parte de este desgaste”, aunque reconoce que este no es un dato definitivo y concede que Podemos ha sido “el blanco de todas las críticas, algunas de las cuales han tocado fibras sensibles del electorado de izquierdas de nuestro país, lo que le ha llevado a no estar suficientemente valorado ni siquiera entre los votantes de Unidos Podemos”.
“El espacio de Unidos Podemos no está operando como un espacio político que vaya más allá del Parlamento”, lamenta Garzón. “Sólo en ocasiones nos estamos encontrando con nuestros aliados de Podemos en acciones concretas, pero siempre desde perspectivas diferentes”, apunta.
Salvo algunas acciones concretas el pasado invierno, como las manifestaciones ante las sedes de Gas Natural Fenosa en protesta por la muerte de una anciana en Reus a la que habían cortado la luz, las acciones en las que ambos líderes han coincidido son muy limitadas.