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Gervasio Sánchez señala que “las guerras se acaban cuando las consecuencias se superan”

EFE

Zaragoza —

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El fotoperiodista especializado en conflictos bélicos Gervasio Sánchez ha señalado en una entrevista a Efe que las guerras no se acaban en el momento en que llega la paz, sino “cuando las consecuencias se superan” y ha puesto a Alemania como ejemplo de ello por su “gran valentía”, al contrario que España.

Sánchez (Córdoba, 1959) ha estado escribiendo durante las últimas semanas un serial digital llamado “Europa en Guerras”, en el que vuelve décadas después a diversas ciudades que en su día fueron víctimas de las sucesivas contiendas bélicas que se produjeron a lo largo del siglo XX, en un recorrido que arranca en España.

Pone el ejemplo de Bosnia, cuya guerra cubrió personalmente y donde asegura que cada año se siguen produciendo entierros masivos de personas ejecutadas hace 20 años. “¿Cuándo se va a acabar la guerra de Bosnia? El día en el que el último ejecutado, asesinado o lanzado a una fosa sea identificado y sea entregado a sus familiares”, señala.

“Los países no pueden hacer tabla rasa del pasado”, tienen que asumirlo y hacer una especie de balance histórico de lo que ha sucedido, reitera.

En este sentido, el ganador del Premio Nacional de Fotografía destaca el “esfuerzo tremendo” que viene realizando Alemania a la hora de “responsabilizarse de sus atrocidades en el pasado” creando museos “impresionantes”, como uno ubicado próximo a la Puerta de Brandenburgo de la capital germana en el que se rinde tributo a los judíos europeos asesinados en los campos de concentración nazis.

El periodista y fotógrafo afincado en Zaragoza expresa que esto es “lo que hay que hacer” y lo que le gustaría que se hiciera en España 75 años después del final de la Guerra Civil, principalmente para que las nuevas generaciones estuvieran informadas, ya que de lo contrario se estaría actuando “fraudulentamente” con ellas.

Por ello, asevera que la exaltación o, incluso, los insultos que se vierten cada vez que se desarrolla un debate sobre la contienda civil española lo que hacen es confirmar que las consecuencias “no se han superado”.

Falta, a su juicio, buscar tanto responsables de las diferentes atrocidades cometidas como “a los que no están”, algo que se ha hecho “de cualquier manera”. “Hay quien considera que esto es una pérdida de tiempo. Que se lo pregunten a los familiares”, sentencia el fotoperiodista.

En otro orden de cosas, Sánchez, que tendrá en los próximos meses varias exposiciones con fotografías suyas de lugares como Camboya o Afganistán en diferentes museos de Zaragoza o Barcelona, niega que se esté produciendo una escalada de violencia en los últimos tiempos, sino que más bien parte de los conflictos que se sucedían hasta ahora -República Centroafricana, Sudán, Congo, Somalia o Mali- eran “menos mediáticos”.

No obstante, destaca el carácter “brutalmente violento” del conflicto en Siria, que Afganistán no esté mejorando tras la caída del régimen talibán o que la violencia en Irak sea “cada vez más sectaria”, unidos a otros permanentes, como el que enfrenta a israelíes y palestinos.

Y otros recientes, como el de Ucrania, por lo que se viene a corroborar que “nuestro mundo sigue viviendo la guerra como si fuera parte de nuestra cultura”, afirma.

“Me encantaría dar la noticia de que se van a acabar las guerras, pero la guerra es un gran negocio”, lamenta.

Además, recuerda que Occidente no está en disposición de dar ningún ejemplo porque en todos los conflictos actuales están presentes los intereses de las grandes potencias y porque los europeos han dado “grandes lecciones de violencia y brutalidad”, así como inventado el racismo o el totalitarismo.

Sobre la labor periodística en estas zonas problemáticas, el también Premio Ortega y Gasset de Periodismo denuncia presiones del gobierno español al trabajo de los profesionales, haciendo referencia a la corresponsal de TVE que cubría la escalada violenta en Gaza, lo que califica como “gravísimo ataque a la libertad de prensa”.

Continúa su crítica a los diferentes presidentes de España, a quienes tacha de “cínicos” por el incremento de la venta de armas en cada uno de ellos a pesar de que una ley de 2007 impide esta venta a países con conflictos internos o vecinales.

Por esto y por otros motivos, relata Sánchez, los partidos mayoritarios, “que han hecho lo que han querido durante los últimos 35 años”, se han encontrado con que “la gente se ha hartado de sus mentiras” y han propiciado la aparición de nuevas formaciones que ponen todo esto en entredicho. “Yo que estoy fuera, me lo paso pipa”, bromea.

Una crítica de la que no se libra el periodismo, que se encuentra en su opinión en una “situación de UVI”, no por la crisis económica, sino porque “los medios de comunicación se han aliado con los poderes políticos y económicos”, lo cual hace “imposible” que los profesionales de la información puedan “desarmar al poder” sin problemas.

No se cree, por tanto, que nadie supiera de antemano del hundimiento de parte del sistema financiero español o de la fortuna oculta de la familia del expresidente catalán Jordi Pujol, a quien “todo el mundo le reía las gracias”. “Todo el mundo lo sabía y los periodistas también”, sentencia. Pablo Sebastián Segura