El PSOE lleva un año a vueltas con la fecha para el congreso en el que se dirimirá el liderazgo del partido y en el que los dirigentes de un lado y del otro aspiran, con distintos modelos, a solventar los problemas estratégicos que les han llevado a su suelo electoral. Ahora se acerca el Comité Federal en el que la gestora planteará “con aproximación” el calendario para el 39º Congreso ordinario.
Javier Fernández ha hablado ya con algunos de los barones del PSOE para recoger sus impresiones y el plan pasa por llevar hasta finales de mayo o principios de junio las primarias para elegir al secretario general. Dos semanas después, se celebraría el cónclave. Con esa fecha, se ignora la petición de convocatoria inminente que hicieron los barones críticos y las decenas de plataformas de militantes que se han creado en las federaciones.
“Tiene que quedar resuelto en el entorno de junio”, expresan fuentes próximas a uno de los presidentes autonómicos socialistas. Esa fecha suena bien para los barones más poderosos del PSOE, incluida Susana Díaz. “Las fechas que están sonando parecen razonables”, señala un dirigente próximo a la líder andaluza, que asegura que aún no ha hablado con el presidente de la gestora sobre este asunto.
La gestora consigue así su deseo de retrasar al máximo la batalla por el liderazgo. Fernández cumple con su intención de que fuera “antes del verano”, aunque choca con los críticos que reclamaban la convocatoria inmediata de primarias. La primera batalla ya la ganó la dirección provisional al superar el envite inicial de los 'sanchistas' que salieron con fuerza para reclamar un congreso inminente. Tuvieron que modificar el discurso ante la impasibilidad de la gestora y comenzaron entonces a reclamarlo para abril. Es lo que están trasladando a Fernández en las llamadas que está realizando para tantear el terreno.
“No me voy a pelear por un mes arriba o un mes abajo. ¿En abril o en mayo? Ese ya no es el debate. Llevan tres meses de retraso”, afirma uno de los dirigentes territoriales críticos con la gestora, que califica de “absurda” la ronda que está haciendo Fernández: “Ni siquiera disimulan que van a hacer lo que les dé la gana”. No está claro que se vaya a plantear una votación para que salga adelante el calendario que proponga la gestora. En cualquier caso, los afines a Díaz tienen mayoría en el Comité Federal.
“No parece que sea una mayoría la que reclama lo mismo que nosotros”, reconocen fuentes próximas a otra de las secretarias generales que pide que el congreso sea en abril –y se abre a principios de mayo por la complejidad que puede suponer que se celebre ese mes por la coincidencia con la Semana Santa–. No obstante, muestran esperanza en que pueda haber “una reconsideración”. Defienden que llevar al congreso a mediados de junio provocará que los provinciales y locales sean en septiembre: “Eso es perder todo el año y tenemos que tener ya en la mente las autonómicas y municipales de 2019”, señalan esas fuentes.
El retraso en la convocatoria del congreso ha tenido otra de las repercusiones que esperaban los barones: la bajada de la efusividad en el sector 'sanchista'. El paso del tiempo ha dejado patentes las brechas en el que ha sido el equipo fiel del exsecretario general. Algunos dirigentes, entre ellos el que fue su número dos, César Luena, o la líder del PSE, Idoia Mendia, le han planteado que dé un paso atrás para dejar vía libre a otro aspirante menos 'quemado', como Patxi López, que es, además, diputado en el Congreso.
En el sector crítico del PSOE no ven con buenos ojos que la gestora solo plantee a ese órgano la fecha orientativa para el congreso y que no tenga previsto convocarlo en la reunión de este sábado. “La única excusa para no dejarlo ya convocado es que así tienen dos meses para manejar el censo”, expresa ese dirigente territorial.
Iceta espera la llamada
El censo se cierra cuando se convoca oficialmente el cónclave. En ese momento dejan de permitirse altas en las afiliaciones. “Así tienen tiempo para recuperar a la gente que se ha dado de baja en Andalucía por el impago de las cuotas y también para llevarse por delante al PSC”.
Una de las posibilidades es la salida de los militantes catalanes de las decisiones que afectan al PSOE, entre ellas las primarias para elegir al secretario general. Por eso el censo no se puede cerrar hasta que la decisión esté tomada. Ese es uno de los asuntos que está abordando la comisión creada por ambas organizaciones para analizar su relación tras el mantenimiento del 'no' a Mariano Rajoy por los diputados del PSC.
Dirigentes del PSOE criticaron entonces la “asimetría” que beneficia al PSC al entender que los socialistas catalanes participan en los órganos de decisión del PSOE –como en la Ejecutiva o el Comité Federal– sin que el resto de federaciones pueda inmiscuirse en sus debates. La ruptura de la actual relación entre ambos partidos puede acabar con la salida de los militantes del PSC de los congresos del PSOE y, por tanto, de la elección en primarias del secretario general por parte de los 9.000 afiliados catalanes.
El presidente de la gestora aún no se ha puesto en contacto con el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, en su ronda de llamadas sobre la fecha del congreso. El dirigente catalán comenzó siendo muy crítico con la actual dirección del PSOE y exigió la convocatoria del congreso cuanto antes, pero tras la crisis abierta entre ambas organizaciones ha prometido neutralidad.
Fernández también ha dilatado la llamada a la presidenta balear, Francina Armengol, con quien tuvo un encontronazo durante la recepción en el Palacio Real con motivo del 12 de octubre. Armengol le reprochó que la decisión de abstenerse para dejar gobernar al PP no se sometiera a la militancia.