La reacción del Gobierno ante el adelanto electoral anunciado este miércoles por Artur Mas ha puesto de manifiesto la imposibilidad de que el Ejecutivo central y la Generalitat acerquen posturas. El primer cargo del Gobierno de Mariano Rajoy en manifestar su opinión ha sido el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, que ha advertido a la Generalitat de Cataluña que el Gobierno recurrirá “antes y después” de las elecciones autonómicas del 27 de septiembre toda norma catalana que exceda las competencias de esta autonomía para defender “el orden constitucional”.
Ayllón ha declarado en Onda Cero que el Ejecutivo va a ser “muy contundente” ante “cualquier intento de vulnerar las competencias” gubernamentales después de que Mas anunciara su acuerdo con ERC para llevar “el proceso soberanista hasta la victoria” y de legislar en los próximos meses para montar “las estructuras de Estado” para Cataluña.
El secretario de Estado ha pedido no adelantar cuál será el resultado de esas elecciones aunque ha advertido que las autonómicas son los comicios que registran menor participación en Cataluña: “Una incongruencia con los discursos tan altisonantes que se hacen muchas veces”. Para Ayllón, el 27S será para los catalanes una “oportunidad de tomar decisiones sobre lo que tienen que ser los próximos años”, así como que se deje de hablar “todo el día de cosas que no llevan a ningún sitio”.
Tres elecciones catalanas en cinco años
Que en 2015 se vaya a celebrar la tercera elección autonómica después de la de 2010 y 2012 solo muestra que Mas no es capaz de generar estabilidad política en Cataluña, y así lo han subrayado tanto Ayllón como la ministra de Fomento, Ana Pastor. El secretario de Estado ha aprovechado para llamar la atención a los españoles de que “tienen que tener en cuenta que es muy importante tener Gobiernos estables para afrontar retos importantes, se llamen crisis económicas o constitucionales”.
La ministra de Fomento, en otra entrevista en RNE, ha declarado que convocar el 27S no es “serio” por parte de Mas ni proporciona estabilidad a Cataluña. A su juicio, lo que necesita la comunidad es políticos que la gobiernen y no provoquen “incertidumbre”. “En un país que está saliendo de la crisis, con la cantidad de problemas que tenemos que resolver y se están resolviendo, no me parece serio ni lo que los ciudadanos necesitan”, ha dicho.
Pastor ha recordado que el Estado está invirtiendo, “con el dinero de todos los españoles” y a través del ministerio que dirige, 4.000 millones de euros en Cataluña, con los que se han puesto en marcha “obras importantísimas que llevaban muchísimos años paradas” y han logrado que “los servicios de transporte sean eficientes”.
Camacho pide que despierte la Cataluña silenciosa
Desde Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho ha acusado de “falso” el acuerdo entre CiU y Junqueras y ha resumido el adelanto electoral como una “muestra de desgobierno” por parte de Mas al tomar una decisión “en contra de la gran mayoría de catalanes que no son independentistas y que necesitan que se gobierne y se resuelvan los problemas reales”.
La presidenta del PP catalán ha dicho que las elecciones servirán para “conseguir que la Cataluña silenciosa, de más de cinco millones de personas, se despierte y se dé cuenta de que tiene que mojarse y votar a los partidos que defienden la Constitución”. Además, ha defendido que, si los partidos constitucionalistas logran la mayoría, deberían promover “un Gobierno de concentración para ser una verdadera alternativa”. De esta forma, los catalanes no estarán “condenados a Gobiernos independentistas durante más de 35 años”.
En esa situación, Sánchez-Camacho ha apuntado que la fuerza más votada debería liderar el Gobierno de concentración, pero también que todos deberían tener “generosidad” y pensar que por encima de “diferencias ideológicas legítimas está el cumplimiento de la Constitución, la unidad de España y la convivencia”. Según su análisis, las municipales de mayo van a determinar “lo que ocurra en el escenario nacional y también en el catalán”, y CiU ya ha adelantado que buscará pactos con ERC, de manera que “en los ayuntamientos CiU no va a primar la política municipal, sino la política de la estelada, de la división y de la ruptura”, y eso condicionará las autonómicas.