El Gobierno de coalición logró este viernes avanzar un paso más en el largo camino de la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado de 2022. Serán los segundos que, previsiblemente, podrá sacar adelante en esta legislatura. De momento, PSOE y Unidas Podemos han conseguido amarrar la mayoría de la investidura para desactivar los intentos de tumbar las nuevas cuentas de las tres derechas –PP, Vox y Ciudadanos–, Junts y otros grupos minoritarios. Acuerdos suscritos en el último momento permitieron que los tres socios del Ejecutivo con mayor peso parlamentario, ERC, PNV y EH Bildu, desecharan la idea de presentar sus respectivas enmiendas a la totalidad a los Presupuestos. Todo ocurrió tan solo unos minutos antes de que finalizara el plazo para registrar esas enmiendas, a las 14.00 horas del viernes.
Tampoco registraron peticiones de devolución otros socios más pequeños como Más País, Compromís, PDeCAT, Teruel Existe, PRC, Nueva Canarias y BNG. La suma de todos ellos alcanza los 189 escaños, muy por encima de los 176 de la mayoría absoluta, lo que garantiza que el Pleno de la próxima semana rechace las peticiones de devolución registradas –incluso aunque haya formaciones como el BNG que se abstengan– y el proyecto de Presupuestos iniciará su tramitación parlamentaria con el objetivo de quedar definitivamente aprobado antes de final de año.
El avance de este viernes no asegura aún que las cuentas vayan a salir adelante, tal y como se esforzaron en recordar los socios del Gobierno, que apurarán ahora los plazos para tratar de modificar el texto presentado por el Ejecutivo a través de enmiendas parciales. La negociación llevada a cabo, especialmente con ERC y PNV, sí aventura en cualquier caso un horizonte optimista para el equipo de Pedro Sánchez, que ha cedido hasta aceptar las principales exigencias de ambos interlocutores, por lo que su respaldo a los Presupuestos se da prácticamente por confirmado por todas las partes.
En el caso de los republicanos, pero también en el de los nacionalistas vascos, los pactos se alcanzaron in extremis, al borde de que finalizara el plazo para registrar las enmiendas a la totalidad. ERC alcanzó con el PSOE un preacuerdo sobre la ley del Audiovisual que permitió desbloquear la situación “cinco minutos antes” de que se dispusieran a registrar su enmienda en el Congreso. Tras una intensa mañana de viernes de negociaciones, la formación independentista consiguió el compromiso de los socialistas de que esa normativa se acordará entre las dos fuerzas políticas antes del 31 de diciembre. Si bien fuentes del PSOE eludieron dar detalles sobre el contenido de la misma a la espera de las conversaciones de las próximas semanas, ERC sí da por hecho que conseguirá su principal objetivo: fijar un porcentaje de la producción de plataformas como Netflix en catalán, gallego y euskera.
Las cesiones a ERC y PNV
Otra de las cuestiones en las que ERC y el Gobierno se pusieron de acuerdo fue respecto al cumplimiento de los acuerdos de los anteriores Presupuestos, que salieron aprobados con los partidos que permitieron la investidura de Sánchez, a los que se sumó el apoyo de EH Bildu. Hace un año ERC permitió esa aprobación gracias a un pacto para gestionar desde la Generalitat el Ingreso Mínimo Vital, el pago atrasado de las becas o la participación en la cogobernanza de los fondos europeos, unas condiciones que hasta ahora no se habían materializado. “Era una cuestión de credibilidad”, aseguró este viernes el portavoz de los republicanos en el Congreso, Gabriel Rufián, tras indicar que se había avanzado en algunas de estas cuestiones. Entre ellas, destacaba que el Gobierno se ha comprometido a una trasferencia de 18 millones en becas y también a “continuar trabajando” en la gestión del IMV desde Catalunya.
El ingreso mínimo también fue clave para decantar al PNV a no registrar una enmienda a la totalidad. Los nacionalistas vascos consiguieron que el Gobierno se comprometa a transferir su gestión a Euskadi, una exigencia constante desde que comenzó la legislatura y a la que hasta ahora el Ejecutivo no había accedido principalmente por el rechazo del ministro de Inclusión, José Luis Escrivá, que protagonizó sonados enfrentamientos con la formación jeltzale. La aceptación final del traspaso supuso para Aitor Esteban, portavoz del PNV en el Congreso, un “restablecimiento de la confianza” hacia el Ejecutivo que “permite avanzar en la negociación del Presupuesto”.
Ahora los objetivos de los nacionalistas vascos serán conseguir cerrar compromisos del Gobierno sobre la llegada del AVE a Euskadi, recuperar “proyectos de envergadura” e “infraestructuras” que no constan aún en el proyecto del Ejecutivo y también revertir la “desinversión” que se ha producido tanto para Euskadi como para Navarra, al descender mínimamente el porcentaje de las cuentas destinado a ambas comunidades respecto al presupuesto de 2021. Fuentes de la formación soberanista se muestran en todo caso “optimistas” y confiadas en poder cerrar un acuerdo definitivo con el Gobierno en las próximas semanas que asegure su 'sí' a las nuevas cuentas.
“Las negociaciones van por buen camino” también para EH Bildu, según explicó este mismo viernes su portavoz, Mertxe Aizpurua, en una entrevista en Euskadi Irratia. Ella espera “lograr puntos de consenso en las próximas semanas” para que el suyo también sea un 'sí' a los Presupuestos. “De momento estamos recibiendo un feedback positivo: tenemos una interlocución y un intercambio estable y continuo. Se ha priorizado mantener la ventana de negociación abierta”, insistió Aizpurua.
EH Bildu reclama “políticas valientes de izquierdas”
Las principales exigencias de EH Bildu instan al Gobierno a poner en marcha “políticas valientes de izquierdas que protejan a los sectores golpeados por la pandemia y avancen en los derechos sociales y económicos”. Pese a la insistencia de las derechas –este viernes la portavoz del PP, Cuca Gamarra, aseguró que el Ejecutivo había intercambiado “presos por Presupuestos”–, desde la formación independentista sostienen que “nunca” han establecido los beneficios penitenciarios de los reclusos de ETA “como condición en la negociación presupuestaria”. “No hemos hablado de eso. El revuelo de la última semana y las presiones de la derecha en general no han influido en nuestra toma de contacto con el Gobierno. Seguimos hablando con las personas designadas por el Gobierno con total normalidad”, insisten fuentes de EH Bildu.
Para lograr la aprobación final de las cuentas, ERC, PNV y EH Bildu pero también socios más pequeños como Más País y Compromís tendrán muy en cuenta el devenir de las negociaciones internas del Gobierno de coalición sobre la derogación de la reforma laboral. Todos los partidos tratan de restar importancia a las rencillas de la última semana entre las vicepresidentas Nadia Calviño y Yolanda Díaz y emplazan al Ejecutivo a hablar de contenido para poder materializar ese nuevo marco laboral lo antes posible.
Desde el PSOE mostraron este viernes su “satisfacción” por el “acuerdo” alcanzado por el Gobierno para que los Presupuestos Generales del Estado “puedan ser una realidad” que “permitan la recuperación justa”, una vez que se va dejando atrás la pandemia.
Tras el rechazo de las enmiendas a la totalidad que se producirá en la votación del Pleno del próximo jueves, el siguiente hito tendrá que ver con el registro de las enmiendas parciales, cuyo plazo concluye el viernes 5 de noviembre. La Comisión de Presupuestos tendrá después hasta el 19 de ese mes para elaborar el dictamen que deberá ser aprobado en dicho órgano antes de llegar al Pleno, previsiblemente el que tendrá lugar del 22 al 25 de noviembre.