Continúa la fuga de dinero público para el hospital privatizado de Burgos. La Junta de Castilla y León prevé aumentar un 14% el canon que paga anualmente a la empresa que gestiona el centro hospitalario, el más caro de la región. El borrador de los presupuestos de 2016 contempla un pago de 79 millones a la empresa Eficanza en concepto de “cuotas para el uso de infraestructuras y equipamientos”. Ese precio es más del doble del que inicialmente se acordó.
El Hospital de Burgos se concedió bajo el modelo de explotación público-privada. El sistema ha provocado que los sobrecostes se hayan disparado. El presupuesto inicial del centro (242 millones) se duplicó con sucesivas ampliaciones durante la construcción y ha superado los 600 millones. Además, la Junta se comprometió a pagar a la concesionaria de la gestión y los servicios no asistenciales un canon anual de 38 millones de euros durante tres décadas.
Esa cuota se estableció inicialmente en 38 millones de euros pero desde la apertura del hospital en 2012 esa cifra ha sido de casi el doble cada año. El primer año de las arcas públicas salieron 76 millones -30 del canon y 46 de equipamiento-; en 2013, la Junta pagó 71 millones de euros por la cuota, y los siguientes dos años el canon quedó en 69 millones.
El borrador de los presupuestos para el año que viene sitúa en 79 millones el pago por el “uso de infraestructuras y equipamientos” de los servicios sanitarios en Burgos, según ha denunciado el PSOE. Es decir, los castellanoleoneses pagarán 10 millones más a la empresa que gestiona el hospital -un 14% más que en 2014- y el doble de lo que se acordó en un inicio.
Eficanza, la concesionaria del centro, está integrada por varias empresas, entre ellas un fondo de capital riesgo del Banco Santander, la constructora OHL y una empresa de Miguel Méndez Pozo, el constructor que fue condenado por corrupción en los 90. Este consorcio se garantizó una rentabilidad del 6,92% por la explotación del hospital pese a que los costes se habían disparado.
El PSOE defiende que el Gobierno regional debería acometer la “reversión” del hospital para deje de estar privatizado y sostiene que, aunque “acarrea un coste”, a la larga será menor que lo que supone para las arcas públicas la gestión privada, según explica la secretaria provincial, Esther Peña. Los socialistas se basan en el modelo de un hospital cercano a París: el Gobierno anuló el contrato con la adjudicataria y prevé ahorrar 700 millones.
La pérdida de la mayoría absoluta del PP en Castilla y León ha permitido lo que los de Juan Vicente Herrera habían tumbado durante la anterior legislatura: una comisión que estudie el modelo y los costes de la gestión privada del centro. “Queremos hablar del pasado, de las irregularidades que se han cometido, pero también del futuro para estudiar el modelo”, explica Peña.