El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha dado por zanjadas este martes las tensiones diplomáticas con Israel, después de que la embajada de ese país en España acusase a “elementos del Gobierno” de alinearse con Hamás. El ministro llamó ayer a la jefa de la legación israelí, Rodica Radian-Gordon, para mostrarle su “disgusto” y para trasladarle que ven esas palabras como un “gesto inamistoso”.
Exteriores cree que con la nota publicada en la tarde de ayer y con esa llamada el “incidente puntual”, como lo ha denominado Albares, ha quedado “zanjado”. El Ministerio rechazó ayer “tajantemente las falsedades” de Israel tras acusar a “elementos del Gobierno” de alinearse con la organización palestina. “El Gobierno de España rechaza tajantemente las falsedades vertidas en el comunicado de la Embajada de Israel sobre algunos de sus miembros y no acepta insinuaciones infundadas sobre ellos”, decía el comunicado del departamento que dirige Albares.
“Ayer, antes de emitir el comunicado, desde el ministerio llamé a la embajadora, le trasladé mi profundo disgusto, que lo consideraba un gesto inamistoso y que emitiríamos un comunicado”, ha afirmado hoy Albares en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Albares ha insistido en que el “incidente puntual” ha quedado zanjado y ha afirmado que la “conclusión final” de ese contacto fue que España e Israel seguirían trabajando “para que esa amistad entre pueblos se mantenga como hasta ahora”.
Las acusaciones de Israel no mencionaban a ningún miembro concreto del Gobierno español pero se produjeron horas después de que la ministra de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, pidiera que el Ejecutivo llevara a Netanyahu ante la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra.
“Solicitamos a nuestro socio, el Partido Socialista, que trabajemos juntos para presentar desde el Gobierno de España una petición ante la Fiscalía de la Corte Penal Internacional para que se investiguen los crímenes de guerra cometidos en Palestina [...], así como los perpetrados por Hamás en Israel y los territorios ocupados contra población civil”, había pedido Belarra en un vídeo difundido el sábado en sus redes sociales.
La ministra respondió ayer a Tel Aviv con un mensaje en redes sociales. “Denunciar ese genocidio no es alinearse con Hamás, es una obligación democrática. El silencio, complicidad con el terror”, dijo. “Cualquiera que tenga una posición de poder, que tenga voz, que pueda salir a la calle, tiene que hacer todo lo que esté en su mano para intentar que el Estado de Israel ponga fin a este genocidio planificado”, ha insistido hoy en una entrevista en TV3.
Este martes, el partido de Belarra ha reiterado su petición al Gobierno para que se “mueva” y empuje a la Unión Europea a “condenar el terrorismo del Estado de Israel” y llevar a Netanyahu a la CPI. “Lo que ayer vimos fue el intento por parte de Israel de acallar las voces que estamos denunciando el genocidio de Israel contra la población de la franja de Gaza”, ha dicho el diputado Javier Sánchez Serna tras reunirse con asociaciones palestinas en el Congreso.
También el portavoz de Izquierda Unida en el Congreso y secretario general del Partido Comunista de España, Enrique Santiago, ha afeado el comunicado de Israel. “Ni Israel ni ningún país es quién para criticar declaraciones de ministros en un país donde hay una democracia”, ha dicho tras participar en esa reunión con asociaciones palestinas. Santiago se ha mostrado sorprendido además de que el Consejo de Seguridad de la ONU no haya tomado ya una “decisión contundente” para frenar la “masacre” que se está cometiendo en Gaza.
La vicepresidenta segunda del Gobierno en funciones, Yolanda Díaz, se ha pronunciado hoy sobre el tema por primera vez. “El Gobierno de España ha reaccionado al comunicado de Israel y he tenido trabajo permanente con el ministro Albares a este respecto. La posición del Gobierno de España se refleja en la respuesta que ayer hemos dado como Gobierno de España”, ha dicho. Al tiempo que ha defendido que la postura propia de Sumar es la de “trabajar por el alto el fuego”, pedir que se retomen las “conversaciones de paz” y que se respete “la legalidad internacional”.
Una posición del Gobierno “en conjunto”
El ministro de Exteriores ha normalizado que haya diferentes “voces” en un Gobierno y más aún en uno de coalición, algo que pasa, ha dicho, también en otros países del entorno. Pero ha dejado claro que la posición en asuntos internacionales la marcan únicamente dos personas en el Ejecutivo: él y el presidente, Pedro Sánchez. “Es normal que haya opiniones en gobiernos de coalición pero lo importante son las políticas del gobierno. Y en el caso de la política exterior es la que marca el ministro de exteriores. La política del Gobierno en su conjunto en estos momentos sobre Gaza es la que he expresado”, ha dicho.
Albares ha reiterado en la rueda de prensa la posición que ya mostró públicamente Sánchez en los últimos días. “Condenamos el ataque terrorista de una organización terrorista como Hamás contra Israel. Exigimos la inmediata e incondicional liberación de rehenes, lamentamos y deploramos la pérdida de vidas inocentes y reconocemos el derecho de Israel a defenderse”, ha dicho Albares.
El ministro ha considerado acto seguido que cualquier acción de defensa tiene que hacerse “respetando el derecho internacional y el derecho internacional humanitario”, esto es, “diferenciar entre objetivos terroristas y población civil”. También ha pedido a Israel que garantice los “suministros básicos” en la Franja de Gaza.
El Gobierno pide a Feijóo que gestione la frustración
Durante la rueda de prensa, la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, ha pedido al líder de la oposición que se “calme”. En el Senado tiene lugar este jueves una comisión de Comunidades Autónomas que el PP forzó para llamar a los presidentes autonómicos a que se posicionasen sobre la amnistía. Preguntada sobre este asunto, la ministra de Política Territorial ha acusado al líder de la oposición de usar la Cámara Alta para fomentar la crispación.
“Entiendo que el candidato frustrado tenga que gestionar esa frustración. El comodín de la crispación ya no funciona. España está harta de crispación. Está harta de recurrir a los mismos argumentos”, ha dicho para avanzar que ningún miembro del Gobierno acudirá a esa comisión.
El Gobierno, ha dicho Rodríguez, no va a participar de lo que “está haciendo el PP”, que es “instrumentalizar una comisión en el Senado”. “Parece mentira que la reduzca a una tarea de contribución a la crispación en la que está asentado el líder de la oposición”, ha dicho.